C.S. falleció en enero de 2025 por cáncer de mama tras haber seguido durante al menos dos años las recomendaciones de Margarita Galaz, autoproclamada líder de la Comunidad Hameriana radicada en Sevilla, sobre quien ya pesa una querella por homicidio en Chile. Según ha podido confirmar este periódico, se trata de la primera víctima mortal conocida en España vinculada a las prácticas pseudomédicas de Galaz. El fallecimiento de esta mujer de origen asturiano de 76 años se suma al de la chilena Fabiola Lorena Vega Espinoza (52), apenas dos meses antes, por el que sus hermanas presentaron la querella a principios de agosto y al caso de Carolyn Ahumada, otra enferma de cáncer fallecida que, según relata su pareja a una televisión chilena, también acudió a las técnicas de la curandera.
Los mensajes a los que ha tenido acceso elDiario.es muestran que Fabiola y C.S. coincidían en reuniones y charlas, y que fue la propia Galaz quien las puso en contacto tanto a ellas como a otras pacientes de cáncer de mama que acudían a la acusada como guía para superar su enfermedad. Hasta nueve mujeres, incluidas Fabiola y C.S., formaban parte de un grupo de Telegram creado por la curandera con el nombre ‘SBS de mama’. SBS son las siglas de Sinnvollen Biologischen Sonderprogramm der Natur, cuya traducción del alemán sería algo así como Programa Biológico Especial Significativo. Se trata de un término acuñado por la Nueva Medicina Germánica fundada por Ryke Geerd Hamer, un médico condenado en 1997 por ejercicio ilegal de la medicina, que sostiene que los tumores son una respuesta biológica del organismo ante un conflicto emocional.
“En este grupo hay nueve mujeres que cursan un SBS de mama, una mujer que ha terminado el SBS, una mastóloga y yo. Espero que en poco tiempo, solo seamos 12 mujeres totalmente sanas”, escribía Galaz en Telegram. Ese augurio no se cumplió. En un texto remitido por la acusada a este periódico, ella misma confirma que participaba en el grupo y que se salió del mismo tras el fallecimiento de la paciente chilena: “Teníamos un grupo de Telegram, del cual me salí después de la muerte de Fabiola”, asegura. “Mi rol fue ponerlas en contacto para que ellas pudieran contar sus experiencias, bien sabemos que las mujeres con este diagnóstico están más sensibles y necesitan sentirse escuchadas. Por eso facilitaba el Zoom para las reuniones cada 15 días, porque a veces estábamos hasta tres horas conversando, pero ellas también hicieron reuniones sin mi presencia, no había obligación de participar ni de exclusividad”, explica.
En aquel grupo, las integrantes participaban en reuniones telemáticas en las que Margarita Galaz era la “coordinadora” según sus propias palabras en un reciente comunicado en su defensa en su canal de Telegram. También intercambiaban fotografías de sus pechos con tumores ulcerados, heridas abiertas que causan un gran sufrimiento en las pacientes. Con estas imágenes, pedían asistencia tanto al resto de mujeres como a Galaz, propagadora de la llamada Nueva Medicina Germánica, una corriente negacionista del cáncer que, según relatan las familias de las víctimas, rechaza el consumo de medicamentos de cualquier tipo, incluidos analgésicos para soportar el dolor.
Los consejos “médicos” que se pueden leer en estos mensajes, en realidad, son escasos. La mayor parte de las conversaciones se hacen a través de videollamada. Sin embargo, en uno de ellos, una de sus integrantes recomienda a C.S. leer el caso de una supuesta paciente del fundador de la Medicina Germánica: “Hamer le aconseja operarse o usar una goma para amputárselo –el tumor– pero ella que ha sido enfermera no quiere seguir esa vía, finalmente, con miel y una crema cicatrizante consigue que se cierre en cuatro meses, si no recuerdo mal, y su pecho recupera el aspecto que tenía antes”.
“Prácticamente no podía levantarse”
El hijo de C.S., que prefiere preservar tanto su anonimato como el de su madre, recuerda los meses previos a su fallecimiento como “terriblemente duros”. “Físicamente estaba muy deteriorada desde finales del verano de 2024 –fue diagnosticada de cáncer de mama a principios de 2021– La degradación fue muy rápida y exponencial. La metástasis, muy expandida por varios órganos y huesos, crecía muchísimo, así que empezaron a haber problemas de todo tipo. Prácticamente no podía levantarse, le costaba mucho respirar, necesitaba una máquina de oxígeno... Y todo en casa. Tenía muchísimos dolores, aunque los asumía estoicamente, dificultades terribles para hablar, para caminar...”.
Según relata su hijo, la única intervención a la que accedió fue la de intentar drenar sus pulmones encharcados, una operación que no afectaba a su tumor pero que fue necesaria por las consecuencias del desarrollo de la enfermedad. De hecho, nunca aceptó extirpar el tumor, y aquella intervención en sus pulmones llegó demasiado tarde, por lo que falleció pocas semanas después.
Al igual que el caso de Fabiola, la mujer chilena que falleció también con un cáncer de mama no tratado por indicación de Galaz, la historia de la asturiana está repleta de dolor que podría haberse evitado. “Solamente accedió a tomar algún opiáceo uno o dos días”, afirma su hijo. “El planteamiento es que la forma de intervenir de los médicos es agresiva y no cura”, explica.
Arrebatar la posibilidad de una curación
Además de alentar a las pacientes a aguantar terribles dolores que podrían atenuarse con medicación, estas retóricas pseudomédicas arrebatan a estas mujeres sus posibilidades de curación, que en casos de cáncer de mama “se puede conseguir en la mayoría de los casos”, asegura el oncólogo de la Asociación Española Contra el Cáncer Elías López.
En España, la supervivencia global a los cinco años del diagnóstico de este tumor es del 82,8%. De hecho, la tasa de supervivencia aumenta incluso más cuando hablamos de una detección temprana, con hasta un 99% de supervivencia cuando se trata un tumor localizado en el seno y de un 85% cuando se trata de un tumor regional, es decir, si el cáncer se ha propagado hacia estructuras o ganglios linfáticos cercanos.
En cuanto al beneficio económico que pudo percibir Margarita Galaz por parte de la fallecida, este periódico solo ha podido comprobar la existencia de una suscripción mensual de 10 euros a la Comunidad Hameriana, el canal de pago de la curandera, que se transfería por Paypal desde octubre de 2023. A raíz de una denuncia RedUNE, una asociación española de víctimas de sectas, el Ministerio de Sanidad ya estudia cerrar esta y otra de las páginas web de Galaz por un posible “peligro para la salud pública”. Sin embargo, su hijo sospecha que podría haber más movimientos económicos vinculados a la compra de manuales, libros y asistencias a cursos y congresos.
El estigma y el dolor de recordar
La asturiana vivía desde hacía años alejada de sus hermanas e hijo y ya estaba muy familiarizada con el mundo de la medicina alternativa, según relatan sus allegados. Su familia la describe como una persona culta, con estudios, y una mujer con carácter que seguía teniendo su criterio propio a pesar de haberse visto envuelta en estos discursos de la pseudomedicina.
Las familias afectadas en muchas ocasiones se resisten a denunciar, en parte por miedo al estigma y a que la memoria de sus seres queridos se pueda ver afectada. Según explica Juantxo Domínguez, portavoz y presidente de RedUNE, acabar con este temor es fundamental: “todos podemos ser engañados de mil maneras”. Y hace un alegato por la intervención de las administraciones: “Las instituciones se lo tienen que tomar muy en serio porque estamos hablando de salud pública”, sentencia.
En su caso, el hijo de C.S. no ve la posibilidad de llevar la historia de su madre a los tribunales: “Desde que mi madre murió tenía en la cabeza la posibilidad de escribir a un periódico para dar a conocer esta información, y también la posibilidad de una acción legal. Lo que pasa es que, judicialmente, entiendo que es la decisión de un adulto que, por las cosas que he leído, tiene un recorrido judicial prácticamente imposible”, lamenta.
“A eso se suma que es un proceso que te desangra lentamente –continúa– y me debato constantemente entre la responsabilidad social y mi estabilidad personal”. Aun así, ahora decide contar lo que le pasó a su madre con la esperanza de evitar que le suceda a otras personas.