EEUU pide a Israel que “se rindan cuentas” por el asesinato de la periodista palestina Shireen Abu Akleh
EEUU pidió este lunes a Israel que se rindan cuentas y que no se repitan “accidentes” como la muerte de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, después de que el Ejército israelí haya admitido que pudo haber disparado “por error” a la reportera.
“Valoramos la investigación que ha hecho Israel de este trágico accidente y subrayamos nuevamente la importancia de que se rindan cuentas en este caso y que se lleven a cabo políticas y protocolos para evitar accidentes similares en el futuro”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
Price puso como ejemplo el plan que aprobó el Departamento de Defensa estadounidense a finales de agosto que busca evitar bajas civiles durante los operativos del Ejército y ofreció compartirlo con las autoridades israelíes y todos sus aliados. “Es una prioridad de EEUU mitigar el daño civil causado por las operaciones militares”, dijo el portavoz.
Sobre Abu Akleh, que también tenía ciudadanía estadounidense, dijo que era una “reportera valiente, cuyo periodismo y su búsqueda de la verdad le valieron el respeto del público en todo el mundo”. “Nuestros pensamientos están con la familia de Abu Akleh mientras lloran esta terrible pérdida y con todas las personas alrededor del mundo que durante más de dos décadas vieron las noticias de Shireen”, dijo.
Contradicciones en la versión israelí
El Ejército israelí admitió este lunes que pudo haber disparado “por error” a la periodista palestina Shireen Abu Akleh, pero anunció que no abrirá una investigación penal sobre su muerte, al asegurar que sus tropas actuaron correctamente mientras actuaban bajo el fuego de disparos por parte de milicianos palestinos.
Según la investigación, “hay una alta posibilidad” de que Abu Akleh “fuera alcanzada accidentalmente por disparos del Ejército hacia sospechosos identificados como palestinos armados”, mientras las tropas recibían disparos desde múltiples direcciones el pasado 11 de mayo en el norte de Cisjordania ocupada.
Esta versión se contradice con testigos presentes en el terreno, según varias investigaciones de medios o videos de los hechos verificados, a quienes no les consta la presencia de milicianos palestinos en la zona, ni que las tropas israelíes recibieran disparos en los minutos previos al tiro letal que mató a la periodista palestina.
La familia de la periodista dijo estar “dolida, frustrada y decepcionada” por la decisión de Israel de no abrir una investigación penal, mientras que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) acusó a Israel de “evadir su responsabilidad por ese asesinato”.
En julio, EEUU supervisó un examen de la bala que mató a la periodista y determinó que “probablemente” fue disparada por las fuerzas israelíes. El análisis no arrojó resultados definitivos. Según medios israelíes, Barbara Leaf, enviada de EEUU para Medio Oriente, de visita la semana pasada en Israel, presionó para que Israel publicara su propia investigación.
AGB
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