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Conflicto en Medio Oriente

Médicos de Gaza denuncian que pasan hambre, sufren desmayos y están débiles para tratar pacientes

Una niña que sufre malnutrición durante un control en un hospital de Ciudad de Gaza el 22 de julio.

Annie Kelly y Hoda Osman

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Médicos y otros trabajadores sanitarios en Gaza cuentan que el hambre creciente y la escasez de alimentos les está debilitando tanto que ya no pueden ni atender las urgencias de los pacientes en hospitales desbordados de civiles heridos y desnutridos.

Más de una decena de miembros del personal médico del territorio compartieron testimonios con el periódico The Guardian, y con la organización de periodismo de investigación Arabic Reporters for Investigative Journalism. Relatan su cada vez más desesperada búsqueda de alimentos y el deterioro de su propia salud como consecuencia del hambre.

“Se encuentran en un estado extremo de agotamiento, algunos se han desmayado en los quirófanos”, dice el doctor Mohammed Abu Selmia, que dirige el hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza. En el momento de la entrevista, el personal médico no había recibido asistencia ni ha tomado ninguna comida en las 48 horas anteriores, en una situación similar al resto de la población de Gaza. “Los servicios médicos se verán afectados porque nuestro personal no podrá aguantar más esta hambruna”, explica.

“Ni puedo estar de pie”

Muchos de los médicos y otro personal sanitario que enviaron mensajes a The Guardian no quisieron dar su nombre por temor a que eso los convirtiera en un blanco para los militares israelíes. “Hoy he estado en un turno de 24 horas”, explica un médico del hospital Al Shifa. “[En el hospital] se supone que nos dan algo de arroz por turno, pero hoy nos han dicho que no había; mi colega y yo tratamos a 60 pacientes de neurocirugía y ahora mismo ni puedo estar en pie”.

“No he comido nada desde ayer y mi familia tampoco”, dice otro médico generalista que trabaja como voluntario en el hospital de Al Shifa. “Todo el día estoy pensando cómo conseguirles harina, lentejas o algo de comer pero en los mercados no hay nada; ya no podemos caminar, no sabemos qué hacer”.

Un cirujano del complejo médico Nasser de Gaza cuenta que la carga de trabajo que afronta el personal médico desbordado aumenta a medida que crece el número de pacientes con síntomas vinculados a la desnutrición.

“En todos los grupos de edad, un número elevado de los pacientes que llegan al hospital sufren gastroenteritis, desmayos y bajadas de azúcar”, dice. También se ha registrado un aumento notable en las complicaciones posquirúrgicas causadas por la desnutrición.

“No pude comer durante dos días porque temía empeorar mi propia gastroenteritis, y debido a mi baja presión arterial, tuve que detenerme durante una operación a una niña que había recibido un disparo en el abdomen”, dice.

Abu Selmia afirma que el personal médico sigue trabajando pese a la escasez de comida, pero que la magnitud de la desnutrición que sufren los pacientes supone una carga enorme para una plantilla ya mermada y agotada. En los tres días anteriores a la conversación, dicen que han muerto al menos 21 niños “debido a la desnutrición y al hambre”.

Un niño palestino desnutrido de dos años, identificado como Yazan.

“[Estos pacientes] necesitan una nutrición especial, pero no la hay, por lo que corren riesgos”, dice. “Algunos mueren en sus tiendas y en sus casas y nadie se entera”.

Desmayos de trabajadores sanitarios

Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, aseguró esta semana que a su equipo habían llegado testimonios de trabajadores sanitarios y humanitarios de toda la Franja desmayados del hambre y el agotamiento por la falta de alimentos.

Algunos miembros del personal médico cuentan que se han visto en el dilema de seguir en su puesto de trabajo prestando atención médica urgente o salir a la calle en busca de comida para sus familiares.

Otros hablan de su temor a verse obligados a acudir a los centros de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza y custodiados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el único lugar donde se permite la entrega de ayuda y alimentos a la población civil. Según los datos de la ONU, más de 1.000 personas han muerto desde mayo al ir a buscar comida en los centros de entrega y otras caravanas humanitarias.

Sistema diezmado

El sistema sanitario de Gaza ha quedado diezmado tras 23 meses de conflicto. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca del 94% de todos los hospitales de la Franja estaban en mayo dañados o destruidos y sólo 19 de los 36 hospitales del territorio seguían entonces operativos.

“En los últimos días, el colectivo del personal sanitario de Gaza ha denunciado niveles inéditos de inseguridad alimentaria, con disminución de la inmunidad, contagios repetidos, fatigas graves y desmayos frecuentes durante cirugías y misiones de rescate”, dice Muath Alser, director de la organización médica palestina Healthcare Worker Watch. “No nos basta con condenas, necesitamos medidas urgentes”.

En un comunicado, el Ejército de Israel dijo estar trabajando para facilitar la distribución de ayuda humanitaria con el objetivo de hacer que los hospitales de Gaza sigan operativos. También aseguró que “tras los incidentes en los que se informó de daños a civiles en los centros de distribución, se han hecho exámenes exhaustivos en el Mando Sur y se han emitido instrucciones a las fuerzas en el territorio siguiendo las lecciones aprendidas”. “Los incidentes mencionados están siendo examinados por las autoridades competentes de las Fuerzas de Defensa de Israel”, aseguró.

Traducción de Francisco de Zárate.

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