El escándalo de Bondarenko y una foto de Kicillof con Mayra Mendoza marcan la campaña bonaerense

“Holaa”, el saludo de Cristina Kirchner se escuchó del otro lado del teléfono que Mayra Mendoza acercó a un micrófono. La reacción de un grupo de militantes reunidos en un plenario en Quilmes fue un aplauso cerrado. “Hay que salir a militar las calles por el peronismo, organizándose, con mucha potencia, para que estos tipos que están hambreando a la gente tengan su merecido en las urnas”, los arengó la expresidenta desde su prisión domiciliaria en Constitución.
La nueva aparición virtual de CFK ocurrió anoche, jueves, poco después de que Patricia Bullrich recibiera en la sede del Ministerio de Seguridad al excomisario bonaerense Maximiliano Bondarenko, flamante candidato de La Libertad Avanza en la Tercera Sección electoral, que corresponde al sur de la provincia de Buenos Aires. Si no estuviera presa, Cristina podría haber competido contra el expolicía, que ayer quedó involucrado en un escándalo que destapó el gobierno de Axel Kicillof: un grupo de 24 efectivos se habría estado organizando bajo la tutela de Bondarenko para preparar un “golpe institucional”.
El caso Bondarenko marca la primera semana de campaña en la provincia, luego del cierre de listas del fin de semana pasado. El episodio anticipa lo que será el resto de la carrera hacia el 7 de septiembre: carpetazos, denuncias cruzadas, barro político. “Kicillof, además de inútil, odia a los policías y está del lado de los delincuentes”, lanzó Bullrich para defender al postulante libertario. En medio de esa tensión creciente, este viernes el gobernador se mostrará con Mayra Mendoza, a quien CFK logró ubicar como tercera candidata en la boleta de Fuerza Patria. La foto será todo un gesto para la forzada unidad.

El escándalo Bondarenko
Bondarenko aparece en un supuesto grupo de chat de policías denominado “Rocket”. Allí, sin que se conozca la fecha de la conversación, les relata a sus compañeros que estaba a punto de reunirse con Bullrich para presentar una serie de proyectos destinados a reformar las fuerzas policiales. La cumbre habría ocurrido meses atrás, cuando él era concejal de Florencio Varela y coordinador de LLA en ese distrito. Ahora se convirtió en el primer candidato libertario de la mano de su jefe político, Sebastián Pareja, armador de Karina Milei en la provincia y recientemente cuestionado por no darle lugar en las listas a Las Fuerzas del Cielo, de Santiago Caputo.
“Yo ya lo conocía. Es un policía que está en retiro, pero que tiene su alma en la policía”, dijo ayer Bullrich. “Hace tiempo que, a partir de un pedido de Sebastián Pareja, hemos estado trabajando en conjunto con Maxi”, reconoció la ministra. El ahora candidato había solicitado la baja de la fuerza provincial en abril de este año y, por lo visto, ya tenía vínculo con laderos de la ministra: Ignacio Cichello, subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico, y Fernando Soto, enlace del Ministerio de Seguridad con el Poder Judicial y el Ministerio Público.
“No es como dicen”, se defendió anoche Bondarenko, y aseguró que de “casualidad” compartió un asado con los policías ahora denunciados. “Los echaron por compartir un asado de camaradería”, lo respaldó Bullrich.
El impacto en la campaña peronista
En el kirchnerismo entienden que el caso Bondarenko confirmó una máxima que Cristina había anticipado cuando se negaba a desdoblar las elecciones bonaerenses: el Gobierno nacional iba a nacionalizar la campaña provincial y buscaría atacar a Kicillof por el lado de la inseguridad. “La provincia es un baño de sangre”, tuiteó en su momento Javier Milei.
“Filtraban información, es muy grave lo que hacían los policías. Ahora, si fuera al revés, estaría en todos lados. Es obvio que a Bondarenko ahora lo van a pasear por todos lados para levantarlo”, analizaron cerca de una de las principales candidaturas de Fuerza Patria. “La gente no entiende que echaste a 20 policías porque hacían política, que no se puede hacer, y los libertarios, ante cada hecho de inseguridad, van a decir que pasó porque Kicillof sacó a policías de sus puestos.”
En ese marco de tensión, Kicillof se mostrará por primera vez desde que arrancó la campaña con Mayra Mendoza. Compartirán un acto en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). La participación de ambos cobra relevancia ante el gélido vínculo que el gobernador mantiene con la referente de La Cámpora. La jefa municipal, íntima de Cristina, dijo en las últimas horas, en el canal de streaming Laca, que su relación con el gobernador es estrictamente “institucional”.
“Es viernes, ojalá dure poco el acto”, dijo con sorna uno de los organizadores del evento a este medio. El encuentro en el sur del conurbano buscará dar una señal de unidad y volumen territorial en la antesala de las elecciones legislativas.
MC
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