El avance del Covid en Brasil

“La única alternativa que nos queda es un aislamiento nacional”

Eleonora Gosman

San Pablo, especial para elDiarioAR —

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“La variante de Manaos ya está en circulación comunitaria en 28 países del mundo, entre ellos, México, Japón y Bélgica” enfatizó el doctor Miguel Nicolelis, un médico y científico brasileño, director del departamento de Neurociencias de la Universidad de Duke (Carolina del Norte). No vaciló en calificar a Brasil como “el mayor granero del mundo de nuevos linajes del Covid-19”. La entrevista con Nicolelis, quien presidió el comité científico para el combate al Covid del nordeste brasileño, fue premonitoria para la Argentina; desde este lunes, pasó a integrar el grupo de naciones donde se expande la presencia de la fatídica variación brasileña.

 

Usted ha defendido desde diciembre pasado la necesidad de establecer un lockdown a nivel nacional en Brasil. ¿Cómo lo imagina?

La pandemia está fuera de control. Es la comprobación de muchos equipos de científicos que investigan el caso de Brasil. Vemos que en el Sur del país hay un colapso hospitalario. El índice de transmisión llega a 1,70, que es extraordinariamente elevado para esta fase de la pandemia. Miles de personas están esperando un lugar en las Unidades de Terapia Intensiva, y muchas mueren sin conseguirlo.

¿No hay alguna medida paliativa que pueda reducir la dramática difusión del virus?

Estamos vacunando 10 veces menos del ritmo ideal; por eso la única alternativa que nos queda es un lockdown nacional, con control de rutas, medios de transporte y aeropuertos. Es fundamental aumentar el testeo para un aislamiento de los casos positivos. Esto es lo que ayudaría a una caída más pronunciada de la transmisión. Es lo que evitará que sigan muriendo brasileños sin atención médica, por causa del colapso hospitalario.

¿Cuánto tiempo debería mantenerse ese aislamiento social severo?

Estamos prontos a alcanzar las 4.000 muertes diarias y llegar a 100.000 contagios por día. El gobierno federal no logró hasta ahora otorgar una ayuda financiera que facilite la permanencia de las personas en sus casas. El aislamiento, para ser efectivo, deberá durar por lo menos 30 días.

En el gobierno federal se afirma que la situación económica brasileña no admite un lockdown tan prolongado.

Si Brasil no hace eso, entonces no tiene salida. Hay quienes todavía mantienen esa visión de que hay que salvar la economía. Pero si no hay gente con vida para consumir, no existe tal salvación. Por eso la clave pasa por reducir el contagio en forma drástica, lo que permitirá lograr una tasa de reducción dramática. Y al mismo tiempo intensificar la vacunación.

El factor principal que impulsó la nueva ola del virus fue el fin de las cuarentenas desde septiembre del año pasado.

Según información oficial, la variante de Manaos representa 64% de los contagiados en el estado de San Pablo. ¿Es esa la causa principal de una segunda ola tan virulenta?

No. En realidad, esa es la parte más reciente de la segunda ola. El factor principal que impulsó la nueva ola del virus fue el fin de las cuarentenas desde septiembre del año pasado. No sólo se flexibilizó el aislamiento. También tuvieron lugar las elecciones nacionales (para intendentes de todo Brasil) con la primera vuelta en octubre y la segunda en noviembre. Luego vinieron las fiestas de fin de año y por último el Carnaval. Fue entonces cuando entró en acción la variante de Manaos.

¿Puede ocurrir que surjan más variantes capaces de generar una tercera y cuarta ola?

Nosotros ya tenemos otras variantes que circulan en Brasil además de la P1 (Manaos); fueron detectadas por el instituto Fiocruz. Lo que no sabemos es con qué gravedad podrán impactar. No hay duda de que tendremos más variantes. Especialmente, porque Brasil se transformó en el centro más importante de creación de variantes en el mundo. Es el que tiene más probabilidad de general mutaciones. Y eso ocurre porque Brasil por los 100 mil nuevos casos de contagio por día. En verdad nuestra estimación es que el número está subestimado y los casos diarios de contaminación se ubican en el orden de los 150 mil.  Es obvio que esto genera más posibilidades de mutaciones; en un número que, le diría, terminará siendo explosivo.

Brasil se transformó en el centro más importante de creación de variantes en el mundo. Es el que tiene más probabilidad de general mutaciones.

¿Qué significa esto para Brasil y para la región?

Ya está pasando a los países vecinos. Son más de 28 países en el mundo que tienen la variante de Manaos confirmada; entre ellos, Japón, México y Bélgica, por mencionar algunos.

¿Esa variante es también más peligrosa que el virus original?

Exactamente. En Brasil todavía no alcanzamos el pico de esta ola. Estamos en una fase extremadamente crítica.

¿Cuál es su balance de la utilidad que tuvo el comité científico del Nordeste para controlar la pandemia?

Fue extremamente útil, principalmente durante la primera ola. Los gobernadores de los 9 estados nordestinos estaban dispuestos a escucharnos. El Nordeste, por cuenta de eso, tuvo en los primeros 11 meses de la pandemia, un número bastante menor de casos y de muertes, a pesar de que el número de médicos en nuestra región está por debajo de la media nacional; y el índice de desarrollo humano es uno de los peores de Brasil. Solo que después de las elecciones municipales de noviembre de 2020 (las únicas de medio término en el país), los gobernadores perdieron interés en escuchar a la ciencia.

¿Ellos priorizaron la economía, como hizo el presidente Jair Bolsonaro?

Efectivamente, ellos comenzaron a abrir todo para priorizar la economía. Por otro lado, ya no tenían apetito político, como antes de las elecciones. En cuanto al presidente Bolsonaro, la historia es otra; el es lo peor de lo peor del mundo. Entonces, no podemos comparar los gobernadores con él. El presidente de Brasil es el amigo número uno de la pandemia. Jamás aceptó ninguna medida relacionada con el combate efectivo al Covid. El presidente es sin ninguna duda, el mayor responsable; igual que su gobierno y su ministro de Salud que era un general y acabó de salir (el general Eduardo Pazuello). Es el gran causante de la crisis sanitaria que Brasil atraviesa en este momento. Todo comenzó en febrero del año pasado, cuando no se reconoció la gravedad de la pandemia que se avecinaba. Por lo tanto, no se anticipó la compra de insumos esenciales; y no preparó el sistema único de salud de Brasil, que era de referencia mundial, para enfrentar esta emergencia.

¿Es posible que continúe la escasez de tubos de oxígeno y suministros para intubar pacientes?

Para llegar a eso fue suficiente tener un gobierno absolutamente incompetente. Concretamente, no tenemos gobierno, lo que explica la situación. Las industrias que proveen al sector de salud se vieron totalmente desorganizadas al faltar un plan de logística para la pandemia. Y el general Pazuello demostró no ser tan experto en logística, como se decía. El no tenía ninguna experiencia en salud. Por lo que se puede ver, no fue resuelto todavía el problema de la falta de insumos y eso va a continuar tal como ahora.