Las mujeres tienen razón y van a frenar a Milei

El ajuste brutal que lleva adelante el gobierno de Javier Milei está siendo pagado, sobre todo, por las mujeres argentinas.
En términos macroeconómicos, la nueva ronda de endeudamiento con el Fondo Monetario y las costosísimas tasas de interés que van a significar una caída de la actividad económica, cristaliza un modelo de pocos ganadores y muchos perdedores. Y perdedoras.
Recorro todos los días la provincia de Buenos Aires y son las mujeres las que lo manifiestan en cada diálogo, en cada encuentro cotidiano. Sólo basta con escuchar su voz sobre lo que está pasando en la vida real de miles y miles de hogares. Escuchar de manera activa. Ellas lo saben. Son voceras y son protagonistas de una calidad de vida que se deteriora rápido. Con este gobierno se está viviendo peor. Tienen razón y no podemos hacernos los distraídos cuando hay una elección el 7 de septiembre donde cada ciudadano y cada ciudadana tienen la posibilidad de manifestarse.
Algunos datos. Desde que el INDEC tiene registro, la disparidad de salarios entre varones y mujeres nunca fue tan alta como en el primer trimestre de este año –los varones ganan casi 40% más–.
En un contexto de destrucción de puestos de trabajo, el desempleo es dos puntos mayor en mujeres que en varones. Y el grupo más afectado son las mujeres jóvenes –de hasta 29 años– que hoy alcanza el 19%.
En la calle se habla con bronca de lo que está pasando con “los jubilados”. Pero principalmente son jubiladas, ya que representan al 64% de esta población. Hoy, la caída de las jubilaciones mínimas por el congelamiento del bono impacta, sobre todo, en las mujeres.
Además, según un estudio del Instituto Argentina Grande (IAG) en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, durante la gestión de Milei uno de cada cuatro hogares con jefatura femenina tuvo que endeudarse para llegar a fin de mes.
En una economía caracterizada por tener los alimentos más caros del mundo y donde todos buscan, por necesidad, trabajar más horas, el cuidado de los chicos y las personas mayores siguen recayendo sobre las mujeres, por lo que tener un empleo, estudiar y capacitarse se vuelven, para ellas, tareas más pesadas.
Y no todo se define por los números. Un Presidente que habilita un lenguaje de insultos y crueldad contra las mujeres y los chicos es un generador de mayor violencia contra los grupos que ya, de por sí, la sufren.
Las mujeres que trabajan, las mujeres que cuidan, las mujeres que son madres de chicos con discapacidad, las que recurren a la Salud Pública lo saben todas. Hoy están sintiendo un peso mucho mayor sobre ellas. Hoy les imponen un nuevo sacrificio que no va a ningún lado.
Las mujeres argentinas tienen razón y son más. Estoy convencido de que se puede cambiar esta realidad y estamos comprometidos con esa tarea. Pero primero es necesario poner un freno a un rumbo equivocado. Ellas y muchos de nosotros vamos a hacer valer esta verdad, esta razón, en el cuarto oscuro, un lugar donde no hay gritos ni agresiones.
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