Llegó el día para José Luis Espert: se le acaban los fueros parlamentarios y desde hoy estará a merced de la justicia, que lo investiga por sus vínculos con Federico Machado, el empresario argentino extraditado a Estados Unidos por sospechas de narcotráfico, lavado de dinero y estafa. Este martes “el Profe”, que tuvo que tirar la toalla como candidato de Javier Milei, deja finalmente su banca, que no abandonó pese al escándalo: se tomó licencia cuando estalló el escándalo por una revelación de elDiarioAR en plena campaña legislativa y se aferró a su dieta de $5,5 millones en bruto.
El fiscal Fernando Domínguez de San Isidro estaba esperando esta jornada para avanzar aún más en la investigación sobre Espert. Busca comprobar hasta dónde lleva la conexión entre Espert y Machado, que quedó plasmada en un contrato por un 1 millón de dólares para asesorar a una supuesta empresa en Guatemala, de los cuales el economista cobró al menos US$200.000. Los investigadores judiciales aún están tratando de abrir los dispositivos electrónicos que secuestraron en distintos allanamientos semanas atrás para establecer las comunicaciones entre las puntas de la supuesta trama delictiva.
Espert quedará entonces librado a su propia suerte. Aunque el Gobierno no puede soltarle la mano del todo porque el ya ex diputado podría comenzar a hablar. Hay otros puntos que conectan a Espert-Machado con la Casa Rosada. El empresario de la aviación Sergio Mastropietro fue el celestino de esa sociedad y ahora tiene su propia nubarrón encima: está sospechado de lavar el dinero de las supuestas coimas en la Agencia de Discapacidad, que comandaba Diego Spagnuolo en los papeles y Miguel Calvete en las sombras, entre un puñado mucho más amplio de personajes que alcanzan hasta un amigo íntimo de Santiago Caputo: el ex funcionario en el ministerio de Economía mileísta Javier Cardini.
Ya sin Espert, el oficialismo de La Libertad Avanza sacará pecho este miércoles de convertirse por fin en primera minoría en la Cámara baja: logró robarle diputados al PRO, al radicalismo y hasta convenció a gobernadores peronistas de alejarse del kirchnerismo. Martín Menem liderará entonces un bloque de 95 flamantes libertarios para buscar durante el verano el Presupuesto 2026, la reforma laboral y cambiar la ley de Glaciares que quieren los Milei y ya negocian dentro del Congreso Diego Santilli –como ministro del Interior– y Patricia Bullrich –como jefa en el Senado–.
Con 95 “héroes” estará más cerca del quórum de los 129 aunque todavía lejos. Necesitará negociar aún más con el dolido Cristian Ritondo del PRO y los gobernadores centristas, que buscan avales para tomar deuda en sus provincias (por estas horas se supo que el ministro de Economía del santafesino Maximiliano Pullaro, Pablo Olivares, está en Nueva York tratando de colocar bonos por mil millones de dólares).
La primera minoría sí le permitiría a Menem reelegirse este miércoles como presidente de la Cámara y manejar la lapicera para las comisiones: además de las sensibles –como Presupuesto o Asuntos Constitucionales–, podrá blindar finalmente la comisión de Juicio Político, que nunca se concretó desde aquel escándalo de las sillas entre Lilia Lemoine, Marcela Pagano y Oscar Zago. Los dos últimos ya fueron expulsados de las fuerzas del cielo. También, más presidencias de comisiones permitirá ostentar más contratos de asesores.
Pero una piedra en el zapato que aún tendrá el Gobierno será la de Lorena Villaverde. Hoy ostenta un triple cargo: es diputada, es senadora electa y está señalada de narco. Sin decidirse a si buscará pelear en comisiones en el Senado para conseguir su banca, al menos ya dio un paso atrás: retiró su renuncia a la Cámara de Diputados.
Si finalmente se queda entre la bancada de Menem, el “fantasma narco” de Machado-Espert continuará sobrevolando a LLA. Villaverde fue detenida el 15 de julio de 2002 en Sarasota, Florida, acusada de traficar más de 400 gramos de cocaína junto al colombiano Fabio Restrepo y el cubano Jesús Ferrer. Villaverde fue arrestada, se declaró “no culpable”, sus socios se arrepintieron, ella fue enjuiciada y logró la excarcelación –detalles que reveló La Nación–.
En una fecha incierta volvió a la Argentina donde por esas vueltas de la vida aparece ligada a Fred Machado: tras un paso por Tigre se instaló nuevamente en Río Negro, donde forjó vínculos con Claudio Ciccarelli, primo y presunto testaferro del empresario. “No tengo vínculos con el narcotráfico ni con Fred Machado”, dio su versión de los hechos ayer en Infobae.
La causa por narcotráfico en EE.UU. se cerró en 2017, tras catorce años y medio de parálisis procesal. Pero en la Argentina su impacto político recién comienza. Y si el viernes pasado apareció en el Senado pero se fue antes de la jura, este miércoles podría mostrarse en Diputados para acompañar la jura de los nuevos legisladores libertarios.
MC