Ley Bases

Sin margen para frustraciones, el Gobierno se entusiasma con un primer triunfo legislativo

La posibilidad concreta de un primer triunfo legislativo del gobierno de Javier Milei entusiasmaba a los funcionarios que transitaban este lunes por la Casa Rosada. Con todas las miradas puestas en el Congreso, en el oficialismo apuestan a que, si se confirman los pronósticos y el proyecto de ley Bases finalmente es votado afirmativamente por la Cámara de Diputados, esa victoria pírrica impulse al Presidente hacia su mentado Pacto de Mayo, aunque todavía reste el paso por el Senado para su aprobación definitiva. Nadie descartaba, sin embargo, una reacción imprevisible por parte del Presidente, que siguió los acontecimientos desde la quinta de Olivos. “Si Milei detecta que alguien dejó los dedos marcados, no se va a quedar de brazos cruzados”, advertían.

Pero lejos de la pretendida altisonancia de un Milei supuestamente desinteresado por la suerte de su ley Bases, en el oficialismo reconocen que la aprobación de la ley le daría a La Libertad Avanza la “viabilidad política” necesaria para demostrarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) que su programa de ajuste es sustentable, al menos en el mediano plazo, y contrarrestar así la imagen dada en febrero pasado. Hace dos meses, Milei decidió retirar intempestivamente el proyecto original en medio de su debate en el recinto debido a las diferencias con la oposición. “La aprobación de la ley es importante de cara al 2025”, admitían en el oficialismo.

De diciembre a esta parte, poco quedó del proyecto original que fuera ideado por Federico Sturzenegger. “Lo ideal es enemigo de lo posible”, graficaban hoy en Balcarce 50, en un tono de realismo político inexistente en el discurso cotidiano del propio Presidente. Es que el Gobierno sabe que no tiene margen para más frustraciones y que su mentado “principio de revelación” ─artilugio discursivo para identificar a los supuestos “argentinos de bien” y a quienes están “a favor de la casta”─ sufrió un cimbronazo importante con la marcha educativa del pasado 23 de abril. La calle parece haberle puesto un límite a un modus operandi muchas veces lindante con el precipicio y que caracterizó a la gestión libertaria desde su inicio.

El replanteo estratégico a partir del discurso de apertura de sesiones del Congreso el 1° de marzo empoderó al ala política de La Libertad Avanza. Con el ministro del Interior, Guillermo Francos, a la cabeza, se buscó “amortiguar” —así lo definen en su entorno— todas y cada una de las posibles susceptibilidades heridas por los dardos de Milei. A casi dos meses del llamado al Pacto de Mayo, en Casa Rosada se muestran confiados de que los acuerdos con los gobernadores ya están lo suficientemente trabajados, más allá de lo que suceda con la letra fina del conjunto de reformas que pretende aprobar en el recinto de la Cámara de Diputados.

En las entrevistas que realizó en las últimas horas, el Presidente evitó referirse directamente al debate que, desde las 12 de este lunes, tiene lugar en el recinto de la Cámara Baja. Quien sí habló al respecto fue el vocero Manuel Adorni. En su conferencia matutina, una hora antes del comienzo de la sesión, el portavoz se limitó a ponderar el apoyo de la Asociación de Emprendedores de Argentina a la iniciativa y desmintió, ante la consulta de elDiarioAR, que exista una dinámica de “látigo y chequera” hacia las provincias, pese al acuerdo alcanzado con el gobierno de Misiones a instancias del ministro Francos para reactivar obra pública a cambio de que los representantes misioneros en el Congreso acompañen la iniciativa. “De ninguna manera los desembolsos están relaciones con el toma y daca de votos ni nada tienen que ver con el apoyo o no a la ley Bases”, intentó aclarar el portavoz.

En simultáneo a las palabras de Adorni, el ministro Francos se mostraba junto al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y al Intendente de Rosario, Pablo Javkin, en el Encuentro Federal de Ciudades Capitales y Alternas que se llevó a cabo en esa ciudad santafesina. En ese contexto, el titular de la cartera de Interior habló abiertamente del paquete de leyes debatido por estas horas en la Cámara de Diputados —que incluye, además de la ley Bases, a las reformas fiscales— y aseguró que ante el auditorio que su eventual aprobación “va a tener implicancia en el desarrollo productivo de la Argentina y en la posibilidad de que se incorporen capitales que ayuden a resolver nuestras dificultades”.

“Ojalá el espíritu que encontramos en esta reunión con intendentes se replique también en el Congreso de la Nación, en el que distintos espacios políticos trabajen para buscar soluciones. Las leyes que tratará el Parlamento esta semana generarán crecimiento, actividad económica y bienestar para todos los argentinos”, se entusiasmó Francos, quien a lo largo de estos dos meses no estuvo solo en la tarea ciclópea de tejer consensos. Otro funcionario que se involucró en el desafío fue José Rolandi, un hombre clave en el organigrama de la jefatura de Gabinete que comanda el sigiloso Nicolás Posse, ni más ni menos que el encargado de la negociación a contrarreloj con los bloques de la oposición dialoguista para afinar los artículos de la reforma laboral incluidos finalmente en el proyecto. Escenas de “rosca” explícita de las que Milei, pese a su genuino desprecio por la política, no puede prescindir.

PL/JJD