Coletazos de la victoria bonaerense

El peronismo recupera vocación de poder y mira a 2027 mientras se prepara para voltearle los 3 vetos a Milei

“Hay un nuevo mapa político. El peronismo está fuerte y se está levantando”, se entusiasma un gobernador peronista del Norte mientras hace un parate, al mediodía, en una de sus recorridas de campaña. Los empresarios empezaron a llamarlo, a él y a otros de los mandamases del PJ: quieren saber qué plan tienen para 2027, preguntan cómo pueden colaborar, sondean alternativas. Está convencido de que Javier Milei tiene “los días contados” y que, por primera vez en dos años, el peronismo vuelve a convertirse en un factor de poder. 

Desde que Fuerza Patria le sacó 13 puntos en la Provincia de Buenos Aires a La Libertad Avanza que el peronismo vive un estado de frenesí, actividad y algarabía que no sentía desde que Sergio Massa perdió el ballotage en 2023. Axel Kicillof fue el más beneficiado, ya que fue reconocido como el mariscal de la victoria, y emerge ahora como uno de los conductores del peronismo de cara a 2027. Pero la victoria no se limitó a empoderar al gobernador bonaerense, sino que tuvo un efecto radial en el resto del panperonismo.

Algunos jefes territoriales interpretaron el resultado en PBA como el principio del fin del experimento libertario. “Este tipo se está suicidando. En cualquier momento una chispa enciende la pradera”, advierte otro peso pesado del peronismo más tradicional. Mantiene, como muchos, conversaciones con las distintas terminales de la oposición que vislumbran el fin de una era. Miguel Ángel Pichetto, los gobernadores radicales, el empresariado: el teléfono del peronismo está abierto para todos.

Hasta para Victoria Villarruel, que más de uno ironiza que se pasó a las fuerzas del peronismo. La vicepresidenta sostiene un vínculo con el PJ a través de los gobernadores, a quienes fue a visitar en varias ocasiones, y el presidente del bloque en el Senado, José Mayans, con quien mantiene una buena relación. “Ella está en la línea sucesoria, su basesita y vínculos. Pero habrá que ver si se anima a negarlo (a Milei)”, ironiza, jocoso, un dirigente del PJ. 

Ninguno se anima a hablar, sin embargo, ni de gobierno de transición ni de Asamblea Legislativa. Temen que los acusen de golpistas, pero más temen la reacción de Cristina Fernández de Kirchner, quien vio erosionada su centralidad política desde que comenzó la presión domiciliaria, pero continúa recibiendo y dialogando con actores de todo el espectro político desde San José.

La ex presidenta advierte que Milei tiene que terminar su mandato y que cualquier interrupción del ciclo constitucional afectaría, sobre todo, a la población. “Los gobiernos tienen que irse cuando corresponde. Sí, el Gobierno recibió una paliza histórica, pero Macri en 2019 pudo remontar 10 puntos. Hay que ser prudentes”, advierten cerca de CFK, desde donde miran con desconfianza el fervor de fin de ciclo de algunas terminales del peronismo. 

Quien coincide con esta mirada, curiosamente, es Kicillof. Distanciado de CFK, con quien no volvió a hablar desde el cierre de listas nacionales, y enfocado en relanzar el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el gobernador advierte que Milei tiene que terminar su mandato. “Hay que hacer las correcciones necesarias para cambiar esta situación, pero si hay un estallido, la que más va a sufrir es PBA. Los que tenemos responsabilidad de gobernar no podemos especular ni un segundo con eso”, advierten en La Plata.

Empoderado tras el resultado de la elección bonaerense, Kicillof quedó posicionado como un primus inter pares dentro del peronismo. La victoria le dio un piso de legitimidad del que carecía hasta hace una semana, lo que lo convirtió en un foco de atención para varias fuerzas políticas. Los gobernadores del PRO y la UCR lo felicitaron por su triunfo, y ahora Kicillof analiza cómo capitalizar su nuevo peso gravitacional. 

El MDF espera que, a partir de ahora, Kicillof pase a convertirse en uno de los principales interlocutores de la oposición. Una oposición que, tras la derrota de Milei en PBA, también huele sangre y busca maneras de diferenciarse de LLA en las elecciones nacionales. Un caldo de cultivo ideal para un peronismo que buscará dar una muestra de fuerza en el Congreso la semana próxima

El Congreso, esa pesadilla libertaria

Tras el fracaso electoral en PBA, Milei no solo no modificó el rumbo, sino que decidió profundizar la hoja de ruta. En Casa Rosada todavía estaban amagando con retomar el contacto de los gobernadores cuando Milei anunció el veto a la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan y al financiamiento de las universidades nacionales. Luego, 24 horas después, cuando los únicos tres gobernadores que aceptaron la convocatoria de Lisandro Catalán acababan de abandonar la Rosada, el presidente dio el zarpazo final y vetó la ley que coparticipa los ATN. 

El Congreso reaccionó rápido, y es muy probable que, esta semana, le voltee los tres vetos presidenciales

En la Cámara de Diputados, el titular de la bancada peronista, Germán Martínez, organizó junto al pichettismo y el radicalismo convocó una sesión para el miércoles 17. Encabezan el temario el veto a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario, dos leyes que contarán con el respaldo callejero de una marcha federal universitaria en todas las provincias del país. En el caso de la emergencia en el Garrahan, los dos tercios están casi asegurados: la ley ya logró sumar esa mayoría en agosto y, desde entonces, el Gobierno no ha hecho otra cosa que perder aliados. 

La ley de financiamiento universitario, mientras tanto, será más trabajosa, pero el peronismo aspira a que, con la ayuda del nuevo bloque anti Menem que lideran Marcela Pagano y Carlos D’Alessandro, lograrán voltear el veto presidencial. Los rectores ya están haciendo su trabajo y comenzaron a presionar a diputadas del PRO y la UCR que dan clases en universidades nacionales. 

En el peronismo miran con atención los movimientos de los gobernadores aglutinados bajo el sello de “Provincias Unidas”, que también tiene pretensiones de posicionarse como alternativa a Milei en 2027. Los gobernadores peronistas confían en que Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Gustavo Valdés (Corrientes) acompañarán la iniciativa. “Excepto los tres que cerraron acuerdos electorales, el resto va a ir por la insistencia”, adelanta un mandatario del PJ que dialoga con todos. 

Hay dudas, mientras tanto, sobre lo que hará Ignacio Torres (Chubut), quien también integra la flamante coalición de gobernadores, pero suele ser escurridizo. “Si vas a juntar plata con él, te asalta a la salida. No es confiable”, advierte, irónico, un referente peronista. En este caso intervienen los pichettistas, con Oscar Agost Carreño a la cabeza, que buscarán conseguir que, al menos, habilite a Ana Clara Romero (PRO) a que se ausente o vote a favor. Ella es docente universitaria, como muchas otras diputadas del PRO que se muestran incómodas ante la perspectiva de tener que ayudar a blindar al Gobierno con esta iniciativa.

La Cámara de Diputados, además, sancionará una reforma de la ley de DNU que le quitará a Milei la posibilidad de legislar vía decreto. A Milei y a todos los futuros Ejecutivos, ya que exigirá que los DNU se aprueben en ambas cámaras para ser aprobados. También buscará impulsar la interpelación de Karina Milei y la conformación de una comisión investigadora por el fentanilo adulterado. Toda la carne al asador

El peronismo observa que Milei está débil, y buscará aprovechar la situación. También en el Senado, en donde Mayans está trabajando en sesionar el jueves 18 para voltear el veto de coparticipación de los ATN. El jefe de la bancada peronista en el Senado sospecha que los gobernadores saldrán en defensa de la ley que ellos mismos impulsaron, y pretende cerrar la semana con una triple derrota al Gobierno.

“La gente no lo aguanta más. Pero nosotros no vamos a hacer nada, nuestro enemigo lo hará todo”, desliza, sonriente, un peso pesado del peronismo que, por primera vez en años, celebra que el peronismo recuperó su vocación de poder. 

MC/MG