Luego de voltearle 5 decretos a Federico Sturzenegger, el Senado sancionó la ley de financiamiento universitario. Con 58 votos a favor, 10 en contra y 3 abstenciones, los senadores de la oposición volvieron a insistir con la ley que, el año pasado, Javier Milei había vetado. Con la amenaza de un nuevo veto ya sobrevolando encima de las cabezas, el desafío de la oposición será sostener los dos tercios. La próxima partida se jugará en la Cámara de Diputados, que viene de rechazar el veto a la emergencia en discapacidad, pero fracasó al intentar sostener el aumento a los jubilados.
Una vez más, el Congreso vuelve a insistir en una ley que pretende actualizar el presupuesto de las desfinanciadas universidades nacionales. Con una mayoría abrumadora, que alcanzó los dos tercios del recinto, los senadores le asestaron una nueva derrota al Gobierno, que ya se prepara para vetar -una vez más- la ley educativa. Con 58 votos a favor, la oposición volvió a demostrar que controla la Cámara alta y que el oficialismo, hasta diciembre, jugará casi en soledad.
El Gobierno pudo anotarse solo 13 aliados que estuvieron dispuestos a votar en contra de la ley. Los seis senadores de La Libertad Avanza, junto a Francisco Paoltroni, votaron en contra, así como el macrista Enrique Goerling Lara. La verdadera sorpresa, sin embargo, fue el voto en contra de Carolina Losada: la única radical que votó en contra de la ley de financiamiento universitario. El año pasado, sin embargo, había votado a favor de la ley.
Mientras tanto, el resto de la UCR, incluso aquellos que cerraron acuerdos electorales con La Libertad Avanza, votaron a favor con el peronismo y las fuerzas provinciales.
“No sé cuál es la épica del presidente de atacar, ajustar y desprestigiar a la universidad argentina. Un presidente que piensa que el país puede desarrollarse desfinanciado instituciones, ciencia y tecnología, destruyendo la industria”, cuestionó, al comienzo del debate, “Wado” de Pedro, que se encargó de defender una iniciativa que actualiza los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales, actualiza las becas y obliga al Ejecutivo a reabrir la paritaria docente y fija que se establezca una recomposición salarial que tenga, como piso, la inflación.
De Pedro recordó que, ya hace un año, el Congreso había intentado actualizar el presupuesto universitario y el presidente Javier Milei había logrado blindar, con éxito, el veto a la ley. “Los argentinos perdimos más de un año sin que se haya construido un aula y los docentes perdieron el 30% del poder adquisitivo y, lamentablemente, por el aumento de los servicios y que los salarios no alcanzan, muchos estudiantes tuvieron que dejar la universidad”, explicó.
“Este es un gobierno que atacó sistemáticamente las universidades, dijo que la educación pública era adoctrinamiento, dijo que había estudiantes fantasmas, y empezaron con las auditorías. Todo se audita menos $LIBRA parece. ¿Y qué pasa ahora? Los docentes dejan la docencia para hacer otras actividades para poder vivir o se van a universidades privadas”, sumó el radical Martín Lousteau, que viene sosteniendo una firme alianza con el peronismo, junto a Pablo Blanco (UCR) y Guadalupe Tagliaferri (PRO), para avanzar con varias iniciativas opositoras.
A unos metros, el peronista Fernando Salino puso el dedo en la llaga del argumento del costo fiscal: el proyecto representaba solo un costo del 0,16% del PBI. “”Son valores exiguos cuando estamos hablando de educación, de investigación, de la mejora en la calidad de vida de los argentinos“, señaló.
La defensa del veto quedó en manos del jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche, quien apuntó con dureza contra las universidades creadas por el kirchnerismo. “No aceptamos ni vamos a aceptar ningún presupuesto deficitario. Ese país de gasto interminable con egresados que ganan 500 millones de pesos en universidades inventadas es el que no queremos más”, denunció el jujeño, que fue el único senador que pronunció un discurso en favor del oficialismo.
“La real intención del kirchnerismo es romper el déficit, romper este gobierno, y romper el camino de crecimiento”, masculló Atauche, en línea con el discurso de Casa Rosada.
Milei tiene, ahora, 10 días hábiles para vetar la ley. La oposición casi no tendrá tiempo para festejar: ya se está preparando para volver a la carga en la Cámara de Diputados, que es donde deberá tratarse primero el futuro veto. El año pasado, la oposición no logró conseguir los dos tercios, pero esperan que la insistencia de la emergencia en discapacidad sirva como espaldarazo.
“Nosotros vamos a seguir defendiendo la ley. Porque la justicia social es tener la oportunidad de progresar. Si hay veto lo vamos a defender. Y si no se puede lo intentaremos el año que viene”, prometió la mendocina de La Cámpora, Anabel Fernández Sagasti, al cierre del debate.
La emergencia del Garrahan es ley
Sobre la madrugada, el Senado le asestó el golpe final al Gobierno: la sanción de la emergencia pediátrica del Hospital Garrahan. Con 62 votos a favor y 8 en contra, el Congreso convirtió en ley el proyecto que obliga al Ejecutivo a garantizar el funcionamiento y priorizar la ejecución presupuestaria del hospital pediátrico para niños y niñas, así como fija una recomposición salarial para todos los trabajadores de la salud.
Esta vez, el Gobierno se quedó sin aliados. Los únicos que votaron en contra fueron los 7 senadores libertarios y la bullrichista Carmen Álvarez Rivero, quien tuvo que hacer un mea culpa por haber dicho, hace un par de días, que no creía “que los niños argentinos tengan derecho a venir al Garrahan a ser curados”. “Reconozco que la frase fue muy desafortunada”, admitió en el recinto y, minutos despuès, votó en contra de la ley.
Uno de los discursos más emotivos fue el del cordobés Luis Juez (PRO), quien se emocionó, tal como había sucedido durante el debate por la emergencia en discapacidad, sobre la importancia del Hospital Garrahan. “Cuando uno se desespera, el primer mensaje que les llega a los padres desesperados es 'Vayan al Garrahan'. Uno se nubla en ese momento, piensa lo peor, dice qué hago con esto.Hasta que va al Garrahan, y lo atienden las personas más idóneas, ángeles, que agarran a nuestros hijos como si fueran suyos”, destacó, entre lágrimas, y agregó: “Nos devuelven la esperanza”.
MC