Venezuela desvía a Bolivia otro avión con tripulación iraní
Bolivia se vio repentinamente envuelta en el caso del avión venezolano retenido en Ezeiza por las autoridades argentinas. Otro avión con tripulación iraní y de parecidas características al que se encuentra inmovilizado en Argentina aterrizó a las 14:00 del miércoles 15 de junio en el aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, llamando la atención de la prensa.
La decisión afecta a unas 400 personas: 200 que quedaron varadas en Bolivia y otras 250 en Buenos Aires.
El avión desviado a Santa Cruz de la Sierra es un Airbus A340-642 con matrícula YV3535, ahora propiedad del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), pero que originalmente navegaba con bandera iraní.
Estaba previsto que la nave, que había partido de Caracas, llegara a Buenos Aires para recoger a los 19 miembros de la tripulación del Boing de Conviasa retenido en esta ciudad. Debía hacer una escala en Santa Cruz y luego continuar vuelo hacia la Argentina. Sin embargo, por alguna razón, que la prensa local supone fue miedo a sufrir un problema similar al que ya tiene esta línea aérea en este país, el avión se quedó en Viru Viru y la tripulación, que también estaba compuesta por personas de origen iraní, viajó a Buenos Aires en un vuelo comercial de una nave de Boliviana de Aviación, programada para volver a Bolivia la noche del 15 con los 19 tripulantes liberados.
La flota de Conviasa se halla sancionada por Estados Unidos, lo que dificulta sus operaciones en múltiples sentidos. Desde Argentina se reportó, por ejemplo, que las petroleras que operan en el aeropuerto se rehusaron a recargar de combustible al avión retenido. En Bolivia, estos problemas están allanados por el control estatal de todas las operaciones aéreas. El gobierno boliviano reconoce al gobierno de Nicolás Maduro y rechaza las sanciones estadounidenses en su contra. En el pasado, el oficialista Movimiento al Socialismo ha mantenido buenas relaciones con Irán, a pesar de las sanciones que pesaban sobre este país.
El escándalo comenzó este lunes cuando el primer avión despertó las alertas internacionales al llegar a Ezeiza. El avión y los 19 tripulantes quedaron bajo la lupa de la justicia argentina que ordenó retenerlos en el país.
El juez que investiga la causa, Federico Villena, y la fiscal federal Cecilia Incardona ordenaron una serie de medidas para intentar establecer si hubo irregularidades en la aeronave que arribó el 5 de junio a Ezeiza.
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