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Blanco y negro en PBA: se duplicaron casos en menores de 18 años pero se “ralentiza” la velocidad de contagios

Carlos BIanco y Daniel Gollán durante la conferencia de prensa.

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Primero el dato “bueno”: la velocidad de la curva de contagios se ralentizó, el número de casos siguió en aumento pero ya no de manera exponencial. En la primera semana de abril, la cantidad de contagios registrados aumentó un 67% respecto a la última semana de marzo pero en la segunda semana de abril la suba fue de 17% respecto a la primera.

En paralelo, las consultas telefónicas al 148 por síntomas o pedidos de testeos, registró un leve retroceso respecto a la semana anterior y la positividad -la cantidad de confirmados respecto a los test realizados- creció menos que la semana previa aunque sigue “alta”, en el orden del 46%. Es decir: casi la mitad de los que se hisopan, tienen Covid-19.

Las tres señales, mencionadas por el jefe de Gabinete Carlos Bianco y el ministro de Salud Daniel Gollán y que figuran en el informe semanal del ministerio de Salud bonaerense, contrastan con otros datos malos. Aumentó un 53% la cantidad de contagios en menores de 18 años en la provincia, se detectó un mayor número de personas jóvenes que requieren de cuidados intensivos y se comprobó que, en algunos puntos de la provincia, las variantes más contagiosas como la Manaos circulan de manera “alarmante”.

El registro, que compara los contagios entre febrero y las dos primeras semanas de abril, muestra diferencias notables en el aumento de contagios según los grupos etarios. Así como se duplicó el contagios en menores de 18 años, creció casi el 60% en los que tiene entre 18 y 39, el segmento donde la suba fue más pronunciada.

Esas subas son más del doble del aumento de casos en mayores de 70 años. Según puntualizó Gollán, esta semana se terminará de vacunar a ese grupo en la provincia de Buenos Aires. Sobre un universo de 1,3 millones de mayores de 70 años inscriptos para vacunarse, al domingo habían recibido al menos una dosis, casi 1,1 millones. “Es el efecto de la vacunación”, indicó el ministro de Salud y remitió a que ese efecto se observa, además, en el personal de Salud. “No se está enfermando el personal de Salud: porque está vacunado”, dijo.

Contagios

Bianco especificó que el aumento de casos no fue, la última semana, exponencial como había sido la anterior y lo entendió como una buena señal. “Las medidas están dando resultados”, dijo el jefe de Gabinete.“ Se notó una desaceleración en la velocidad de crecimiento. Nos alegramos que estamos viendo que la gente que concurre a controlarse porque tiene síntomas, viene bajando la demanda, menos gente”, agregó Gollán en referencia a los llamados al 148. Dos semana atrás, las consultas telefónicas se multiplicaron y fueron el indicio de la escalada que se venía.

A su vez, entre los datos preocupantes, en la provincia explican que las variantes Manaos y Británica tiene un alto nivel de circulación. El caso testigo es La Plata donde se detectó que el 74% de los casos están ligados a la variante Manaos y que eso explica el crecimiento de contagios que puso a la capital bonaerense por un momento por encima de La Matanza.

El otro dato sobre el que hizo eje el ministro de Salud se refirió a las camas de terapia intensiva. Por un lado, que se interna a más gente joven. “No veíamos esto el año pasado: gente joven, 28, 27, 32, 45 años, intubados o con mascarilla de reservorio que es el paso previo. Llenos todos los pisos aunque ampliamos la capacidad”, afirmó y dejó una frase brutal: “Gran parte de la gente que entre ahí va a fallecer”.

El otro punto sobre las UTI es que aun con una ralentización de casos, el impacto de los contagios tarda 15 días en llegar al sistema de Salud respecto a casos críticos y el ministro advierte que el sistema sanitario está al borde: dijo que está entre 95% y 100% de ocupación, lo que obliga a traslados. “A esta velocidad de contagios en tres semanas no tenemos camas”, proyectó.

Puso el eje en otro renglón, referido a la prestación UTI en el AMBA y que la advertencia “no es generar miedo, es generar conciencia”. “La gente (que paga una prepaga) piensa que va a estar bien atendida pero va a tener que estar peleando por una cama. Y muy probablemente, si es de la ciudad de Buenos Aires no termine siendo atendido por un efector de la ciudad. Como estamos viendo, no hay más camas allí y vienen a una clínica o un sanatorio privado de la provincia”, precisó Gollán.

PI

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