En 2018, Islandia se convirtió en el primer país del mundo en eliminar por ley la desigualdad salarial entre hombres y mujeres. La norma aprobada obligaba por primera vez a las empresas islandesas a demostrar que pagaban el mismo salario, por un mismo puesto de trabajo, a cualquier persona sin importar su género.
Medidas como esta le han permitido convertirse el país con mayor igualdad de género, según la lista que elabora el Foro Económico Mundial. Desde hace 15 años, ocupa el primer puesto en este ránking, que mide el nivel de igualdad del que disfrutan hombres y mujeres. En 2025, el país consiguió cerrar el 92,6% de su brecha de género.
Pero ¿cómo ha llegado esta región nórdica a convertirse en un referente en igualdad? Aunque son muchas las medidas que han llevado a los ciudadanos islandeses a este momento, un evento clave en su historia ocurrió el 24 de octubre de 1975, cuando se celebró lo que se conoce como Día libre de las mujeres.
La huelga de mujeres de 1975
Ese día de hace 50 años, el 90% de las mujeres islandesas dejaron de trabajar para demostrar de forma visible la importancia de la contribución femenina a la sociedad. Aquellas que tenían un trabajo fuera de casa no fueron a sus empresas, y ninguna realizó tareas domésticas ni cuidó a los miembros de su familia.
La huelga, la primera de mujeres en la historia de Islandia, paralizó al país casi por completo. Ese día no hubo profesoras, investigadoras, recepcionistas, administradoras ni dependientas. Tampoco mujeres llevando a sus hijos al colegio o a las actividades extraescolares, ni haciéndose cargo de las tareas del hogar.
Al parón se sumó la movilización. Alrededor de 25.000 personas (de una población total de 220.000 ciudadanos) se reunieron en el centro de Reikiavik, la capital. Entre las demandas de las islandesas, se encontraba la igualdad salarial y la eliminación de la discriminación en los puestos de trabajo. Simplemente pedían ser tratadas igual que sus compañeros masculinos.
Se dice que esta huelga cambió la percepción de la sociedad islandesa sobre el papel de la mujer en la vida tanto política como económica y social del país. De hecho, apenas cinco años después de aquello, en 1980, Islandia eligió a Vigdís Finnbogadóttir, la primera mujer presidenta del mundo elegida democráticamente.
En cierto modo, lo que ocurrió aquel día de 1975 fue la semilla que ha permitido a este país convertirse en el referente que es hoy en día en materia de género. Cada 18 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial, una jornada impulsada por la ONU en la que merece la pena recordar la historia de esta protesta que tuvo lugar en Islandia hace ya cinco décadas.