Escobar, Azul y Tandil: luminosidad, aventuras y sabores
El encantamiento que presentan los destinos turísticos de la provincia de Buenos Aires permite vivenciar nuevas sensaciones. La fascinante flora y fauna presente en la ribera paranaense, así como los valles mágicos que atraviesan las sierras más antiguas de Sudamérica nos aventurarán en un viaje de ensueño.
Escobar, Azul y Tandil invitan a conocer los misterios que encierran sus horizontes,la dulzura de productos naturales y la gastronomía típica que le da color y sabor al recorrido.
Una inmersión y avistaje por las reservas paranaenses
Escobar, con amplios espacios verdes y rurales, conmueve los sentidos. La Reserva Natural Educativa Ingeniero Maschwitz, área protegida con bosques, pastizales y humedales, está constituída por más de 60 especies vegetales autóctonas y 40 exóticas, y 80 tipos de aves nativas. Entre pastizales pampeanos, espinales y los misteriosos bosques ribereños se asoman comadrejas, lechuzas y mariposas.
Sobre el Río Luján, la Reserva Puerto del Lago, es otro corredor impresionante con flora y fauna autóctona para fotografiar y bellísimos caminos para realizar caminatas o recorrer en bici.
En estos grandes espacios naturales se alimentan las abejas que dan origen a una miel exquisita producida en el lugar. Allí, 28 productores se unieron y crearon la Cooperativa Amuyen con una propuesta imperdible: experimentar ser apicultor/a por un día.
“La cita es en los apiarios, donde facilitamos la vestimenta adecuada para vivenciar el trabajo que hacemos. Intercambiamos ideas, abrimos las colmenas y hacemos comidas y bebidas con el condimento de la miel”, detalló Ángel Luis Dovico, integrante del emprendimiento.
En el municipio también se puede visitar el Paraná de Las Palmas, un exuberante camino agreste rodeado de humedales e islas.
Un pago con acervo cervantino
El partido de Azul es conocido por su belleza natural y patrimonio cultural, rodeado de sierras, entre sus atractivos destacados se encuentra la Casa Ronco, de estilo colonial. Debido a su estrecha relación con la obra del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, la ciudad fue declarada como “cervantina”.
Un imperdible del destino es la visita a Miel del Parque, un circuito guiado para aprender sobre la extracción: degustaciones y charlas técnicas.
“Además de la tradicional, hacemos vinagres de miel, miel con frutos secos y cremosa”, aseguró el emprendedor José María Muñiz.
Aventura por las antiquísimas sierras bonaerenses
El imponente paisaje serrano de Tandilia ofrece una geología y biodiversidad inigualables. Sus senderos de color azafranado, sus rocas primitivas y los pastizales naturales nos ubican en un escenario único para el turismo aventura y el descanso.
Las sierras atravesadas por valles extensos color esmeralda tienen paseos icónicos como el de la Piedra Movediza, que luego de permanecer en equilibrio durante milenios, cayó de la cima en 1912. Desde el año 2007, se construyó en el lugar una réplica.
Respirar el aire serrano mientras escuchamos el sonido de las aves y una suave brisa recorre la piel, parece el plan perfecto para acompañar con exquisitos productos regionales. “En la zona, la miel es multiflora. Contiene un color más amarillo y traslucido que le otorga un sabor particular”, aseguró Mora Pérez Diez, emprendedora de Sierras Pampas.
Este delicioso manjar complementa la producción cervecera y gastronómica de la ciudad como en la cerveza Honey, con su esencia a base de miel, y en los exóticos platos gourmet de Tandilia Taproom.
“Hacer cerveza es como cocinar cualquier comida. Las que más eligen los turistas son la IPA y la American Ipa, nuestra especialidad, con todo lúpulo americano”, afirmó Sergio Ramos, representante de cerveza artesanal Tandilia.
Los escenarios de ríos, valles y sierras nos cargan de buenas energías y más aún si vienen acompañadas de manjares bonaerenses con sabores naturales y recetas únicas.
LC
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