Crisis climática y ganadería Informe especial

Un “hotel” en Uruguay ayuda a vacas a recuperarse de incendios y sequía

Texto: Javier Lyonnet/Fotos: Pablo Bielli

Uruguay —

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En la localidad de Cuchilla del Fuego hacía tres meses que no llovía. Ni una gota sobre el suelo en las nueve hectáreas resecas de campo que explotan Carmen Portela, su esposo y su hijo en el centro del departamento de Paysandú, uno de los más afectados de Uruguay por la sequía de la primavera de 2021.

El déficit hídrico provocado por el segundo año consecutivo de La Niña había encendido luces amarillas en casi todo el país. Pero fueron los incendios más grandes de la historia en Uruguay, 37.000 hectáreas de bosques se quemaron en Río Negro y Paysandú, lo que generó alarma pública y desencadenó formalmente una declaración de emergencia en los últimos días de diciembre.

 Las pasturas escasas comprometieron, sobre todo, a las vacas que amamantan a sus terneros nacidos entre septiembre y noviembre. En los montes forestales que se incendiaron pastaban miles de vacunos en sistemas integrados con la forestación. Algunos terneros murieron, otros sufrieron quemaduras, unos cuantos se dispersaron al quemarse los postes de los alambrados y fue necesario juntarlos.

En una reunión de emergencia tras los históricos incendios, los directivos de la Liga del Trabajo, la principal institución social del pueblo de Guichón, ofrecieron sus instalaciones para albergar terneros. En 1999/2000 y 2007/2008, ante otras situaciones de sequía extrema, el predio para ferias, remates y otros servicios ganaderos ya había sido usado con ese fin.

“Cuando surgió esta opción decidimos darle para adelante, viendo el futuro de la producción”, cuenta Carmen mientras busca identificar a algunos de sus 60 terneros Braford y Angus colorados entre los cientos de animales que pastan en el potrero mayor del hotel de terneros.

Un hotel para vacas

El predio de la Liga está acondicionado para alojar y manejar ganado. Tiene varios potreros, bretes, mangas para vacunación, cepos, baño de animales, galpones, un amplio ruedo central para jineteadas y otro más chico, para remates, que mantiene reminiscencias de la arquitectura rural de hace un siglo.

Para desarrollar el hotel para terneros fue necesario instalar tres tipos distintos de comederos que cargan hasta 400 kilos de ración, bebederos, garantizar la provisión de agua necesaria, colocar mallas sintéticas para proporcionar sombra y conseguir personal.

La asistencia financiera también era una necesidad. Nelson Moncalvo y Héctor Daniel Martini, presidente y secretario de la Liga, se acercaron a Fernando Mattos, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay sobre el proyecto, y se les solicitó un presupuesto para la rehabilitación de 1.000 terneros. El ministro, que ya conocía de primera mano las instalaciones de la Liga, se mostró inmediatamente partidario del proyecto.

El Fondo Agropecuario de Emergencia del MGAP asignó US$59 por cabeza para mantenerlos durante 100 días, al cabo de los cuales – el 30 de mayo - deben haber engordado unos 70 kilos. Los productores aportan otros US$25 por animal.

El 23 de febrero Carmen Portela embarcó sus 60 terneros para recorrer los 70 kilómetros hasta el hotel, previamente inoculados con vacunas donadas por laboratorios. Lo mismo hicieron otros 20 pequeños ganaderos familiares que explotan menos de 500 hectáreas, sin deudas con el MGAP y con los papeles al día. Algunos enviaron 100 animales. Otros solo cinco.

De los 1.065 anotados entraron al hotel 862 terneros de razas Hereford, Angus negros y colorados, Braford y cruza. Algunos animales no llegaron por haber dado positivo a brucelosis y otros porque en el proceso de cinco semanas previo al ingreso sus dueños vieron recuperarse las pasturas –llovieron 600 milímetros en dos meses tras la prolongada sequía- y pudieron mantenerlos en sus campos.

“Primero se les enseña a comer y a usar los bebederos”, repasa Nelson Moncalvo con voz calma, apoyado en una cerca de madera. Separados de la madre mientras solo toman leche, con menos de dos meses y 60 o 70 kilos de peso en casos de los más tardíos, deben acostumbrarse a comer ración de granos –una mezcla de maíz, sorgo, cebada, trigo y suplementos minerales- con 21% de proteína, además de alfalfa en fardos.

El destete precoz, es decir, anticipar la separación de los terneros de la madre, es una práctica que se utiliza ante situaciones de emergencia, como la sequía en Uruguay. Permite recuperar el estado corporal de las vacas y mantener los índices de preñez del rodeo. Sin embargo, no siempre es utilizada por los riesgos sanitarios y complicaciones logísticas que implica.

Alejandro Saravia, técnico del Plan Agropecuario de Uruguay, recordó en el diario El Telégrafo que en 1999 los técnicos –él incluido- fueron a Argentina “para ver cómo aplicaban la técnica y traer las pautas para encerrar terneros tan livianos; en ese momento no había mucha experiencia”. Ese año funcionaron en Uruguay seis hoteles para terneros, pero la experiencia sólo se repitió en Guichón siete años después.

El ministro Mattos tiene claro que en situación de crisis el sistema de destete proporciona alimentación de calidad al ternero asegurando su desarrollo y alivia a la madre que está amamantando. “Contribuye a que vuelva a concebir y aumenta la tasa de reproducción, que es la multiplicación del capital, lo más importante como objetivo que nos planteamos”, sostiene.

“Sacando los terneros acomodás corporalmente a las vacas y lográs de nuevo la preñez, que es lo que gracias a Dios estamos consiguiendo; de nada sirve mantener un ternero seis o siete meses al pie de la madre; la vaca pierde un año de productividad”, apunta Carmen Portela.

Otros animales no tuvieron la msima suerte en el hotel de La Liga. En los primeros días “murieron seis o siete que llegaron desnutridos y no se adaptaron a la ración”, agrega Moncalvo. Cuando ganan kilos, los terneros pasan a otro potrero donde reciben alimento con menos fibra (18% de proteína) y pasto natural.

El hotel necesita de unos 3.000 kilos de alimento por semana, es donada por barracas y veterinarias de todo el país. Dos veces por día –temprano en la mañana y a última hora de la tarde- cuatro estudiantes de la escuela agraria La Carolina se encargan de llenar los comederos. John Cáceres, Segundo Pereyra, Lorenzo Panizza y Joaquín Henderson, de 20 y 21 años, se anotaron para hacer una pasantía en el hotel y preparar su tesis sobre manejo de terneros y destete precoz.

Los estudiantes cargan el alimento en una camioneta enganchada a un tractor y recorren lentamente potrero por potrero. Usan los facones que llevan al cinto para cortar el nylon de las bolsas de 40 kilos antes de volcarlas en los recipientes donde una docena de terneros pueden comer, a la vez, hasta cuatro kilos diarios.

En encuestas realizadas después de las primeras experiencias de hoteles, hace más de 20 años, nueve de cada diez beneficiarios se declararon conformes con el tratamiento, 82% hubiera dejado los animales por más tiempo, pero solo 38% dijo que volvería a mandar terneros en régimen de hotel.

La ganadería en Uruguay

El 2021 fue un año “para encuadrar”, coinciden los actores de la ganadería uruguaya. Se registraron récords históricos de faena (2.638.252 vacunos, 630.000 más que en 2020), de exportación de carne y de precio por tonelada exportada (roza los US$ 5.000), con el mercado chino como el principal impulsor, ya que importa el 61% de la carne producida por Uruguay.

También está en niveles inéditos el precio del ganado. Los terneros nunca habían superado los US$3 dólares por kilo que se pagan desde fines de marzo y valen 50% más que hace un año.

Sin embargo, esta alta extracción compromete el stock de este año, que se reducirá en 400.000 a 500.000 cabezas si la cría no aumenta su ritmo. Para ello se necesita la mayor cantidad de vacas y vaquillonas listas para ser preñadas. Y además garantizar condiciones de desarrollo a los terneros nacidos en condiciones de riesgo, lo que resalta la importancia de iniciativas como las de la Liga en Guichón. 

Mientras tanto, los estudiantes de la escuela agraria discuten un poco en broma mientras se reparten las tareas finales del día. Calculan de qué lado viene el viento antes de volcar la última bolsa en el comedero, para que el polvo de la ración –seca, con aspecto de aserrín- no se les meta en los ojos.

Según los indicios que detecta en el comportamiento de las abejas y las colmenas ya al principio del otoño, Carmen dice que puede ocurrir otra primavera seca este año. Si bien sería inusual un tercer año seguido de La Niña, el meteorólogo Mario Bidegain publicó en su cuenta de Twitter que los modelos están señalando que eso podría ocurrir. 

“Si la Liga habilita hotel de terneros el año que viene, mucha gente que no se animó lo va a hacer porque está siendo muy bueno”, sostiene Carmen antes de volver a su campo, ante lo que Moncalvo se da por aludido con un gesto que parece decir “vamos a ver”.

Este artículo se publicó originalmente en Diálogo Chino (www.dialogochino.net

JL