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Con estética de Fox news y polarización, LN+ de Feinmann, Viale y Leuco alcanza picos de rating

El pase, de Feinmann y Viale

Natalí Schejtman

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Vamos a arañar las dos décadas que hace que escuchamos la palabra convergencia hasta en la sopa: hibridez de formatos entre la gráfica, el video, las redes sociales, etcétera. Fue, de hecho, la convergencia la idea rectora de lo que hoy podemos identificar claramente como la primera época de la aventura audiovisual de La Nación. Qué mejor metáfora de eso que un noticiero implantado en la redacción del diario impreso y digital como esa puesta del año 2016, combinada con entrevistas en el living que también tenían el mismo fondo y una pantalla nutrida en buena medida por los periodistas del diario. 

Pero La Nación Más o LN+ de a poco se fue deshibridizando: llegaron los estudios separados y las caras nuevas. Aunque nada, ni siquiera el arribo de Luis Majul con La Cornisa en 2020, fue tan tajante a la hora de cortar el cordón umbilical con el diario de los Mitre como la nueva programación estrenada el día lunes y comandada por Juan Cruz Ávila como director de programación.

El experimento divergente vino con otra característica: mudar una franja central de un canal de cable de noticias, A24 -que estaba bajo la dirección del mismo Ávila hasta noviembre de 2020- a otro. Así, Eduardo Feinmann conduce El noticiero -junto con Gabriel Iezzi, Diego Laje y Guillermo Laborda- y a continuación empieza Jonatan Viale con +Realidad -que en A24 se llamaba Realidad Aumentada-. Entre un programa y otro, intermedia El pase entre ambos conductores, un momento de diálogo a pantalla partida prácticamente idéntico al que hacían en el otro canal, que terminó siendo un éxito de audiencia antes y que esta semana tuvo momentos más de 3 puntos de rating, ilustrando de algún modo el incipiente éxito del trasplante. Viale tuiteó contento que había tenido picos de casi 4 puntos.

 

Entre los nuevos, también hizo su aparición El diario de Leuco, en el que Alfredo Leuco, junto a Candela Ini y Florencia Donovan, plantean un programa diario de noticias, entrevistas y el editorial en el mismo tono que el que el conductor hacía en Palabra de Leuco. La primera columna se tituló “El peor gobierno, en el peor momento”.

Hacia el cierre de la programación está Luis Majul con el programa +Voces, que reúne en una mesa a Laura Di Marco -quien también continuará con su programa La trama del poder-, Eduardo Feinmann, Federico Andahazi y otros columnistas. 

Majul, que fue un pionero en esto de pasarse desde el Grupo América a La Nación y marcó el camino de una pantalla más polarizada y de alto impacto que hoy florece, también compartió pantalla con Leuco, imprimiéndole a la propuesta de la noche una dinámica de diálogos masculinos que, a falta de mujeres -es notoria la desproporción en la propuesta nocturna-, tiene una presencia constante: Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidenta funciona como una antagonista clara en una buena cantidad de minutos y a sus expresiones se le agregan inscripciones sin ambiguedad: “Alberto y Cristina multiplican a los pobres”, “Furiosa” -en alusión a la vicepresidenta-, “escandalo moral: la oligarquía K se colocó la vacuna”.

El lenguaje directo no está sólo en los textos que anclan las principales ideas de los conductores en el pie de página.

Usted es una vergüenza humana–, le dijo Eduardo Feinmann mirando a cámara a Lisandro Bonelli, el sobrino de Ginés González García que se había vacunado. 

Leuco, por su parte, emitió videos caseros de ciudadanos llamando a una marcha y pidiendo que renuncien los “miserables”, antes de entrevistar a Patricia Bullrich.

Es evidente que el lanzamiento de los programas que llegaron con Ávila, de corte opositor nítido y sin fisuras, no podría haber tenido mejor sentido de la oportunidad: la semana del vacunatorio VIP y la sentencia de Lázaro Báez, sazonado por las declaraciones de Alberto Fernández sobre el periodismo (“que vive un momento histórico”, según Leuco), alimentó la turbina de los cuatro programas principales que tiene base en los estudios de La Corte, la misma productora que estuvo a cargo de la producción de Fútbol para Todos y de la cobertura de los actos de gobierno durante el kirchnerismo. 

Los rojos y los azules

La propuesta artística del nuevo canal es imponente, con la combinación de pantallas y mucho espacio, reforzado por movimientos de cámara que dan profundidad e idea de amplitud y cierta majestuosidad. Además de los programas mencionados, también hay programas diarios de noticias a cargo de Paulino Rodrigues, Pablo Rossi, Fernando Carnota , Francisco Olivera y Guadalupe Vázquez, entre otros. 

Pero Ávila no solo se llevó de A24 al prime time, sino también otra novedad para el canal de La Nación: el color rojo, que en una versión más apagada, acompaña videographs, moscas (la identidad de la marca que va en la esquina superior) y algunos otros detalles. Podría ser un dato menor, de no ser que combinado con el azul opaco y el blanco, remite a la paleta de colores de Fox News, la señal de noticias masiva vinculada al conservadurismo estadounidense y relacionada con el partido republicano. Una cadena de noticias, por cierto, fuertemente identificada con Donald Trump durante los años de su gobierno.

Es visible que el canal apuesta a una identidad autónoma del diario, aunque subsisten algunos programas vinculados a la marca original. Entre otros, Mesa Chica con José del Río, Hablemos de otra cosa, con Pablo Sirvén y Odisea Argentina, el programa de Carlos Pagni que ya desde su nombre de reminiscencias griegas contrasta con una propuesta más directa y explícita corporizada en los programas estrenados. En comparación con sus compañeros de pantalla, Pagni es tal vez quien hoy mejor represente una versión acaso agonizante de aquella “política mirada desde arriba” de la que hablaba Ricardo Sidicaro, cuando ubicaba al diario como por encima de las rencillas partidarias. El programa de Pagni se estrena el día lunes, una semana después del lanzamiento de los programas de firma Ávila, y se emitirá desde el estudio de la redacción del diario, con la escenografía que le es característica. Entre los programas de años anteriores que ya no formarán parte de la grilla, figura La Repregunta, conducido por Luciana Vázquez, que tuvo su última emisión el pasado 20 de febrero.

La convivencia bajo una misma marca entre la tradición del diario y la propuesta del canal se postula como uno de los temas jugosos no solamente dentro de la industria de los medios sino también en un año electoral. En ese encastre colisionan estilos, trayectorias, perfiles y linajes: un diario tradicionalmente vinculado con las elites socioeconómicas y la iglesia, ahora ve en su propia pantalla una miríada de periodistas que le son ajenos por varios motivos, y que son, a la vez, la apuesta por la relevancia y la masividad.

NS

* Esta nota fue actualizada el 27 de febrero pa las 13 hs. para agregar que el programa La Repregunta no formará parte de la nueva grilla

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