El podcast Epistolar celebra una nueva presentación en vivo con lecturas y música en La Casa de Lolita

Una carta es un secreto a voces, un susurro escrito que cruzó décadas, geografías o pasiones hasta llegar a ser leído por alguien que no fue su destinatario original. Y eso mismo ocurre con Epistolar, el podcast ideado por el periodista cultural Diego Jemio y el productor de audio Tomás Sprei, que desde diciembre de 2018 transforma cartas reales de personas que existieron en piezas sonoras interpretadas por actores y actrices de reconocida trayectoria.
Este domingo 13 de julio a las 19, en La Casa de Lolita (Humboldt 1784, CABA), el ciclo tendrá una nueva edición en vivo, con lectura a cargo de Paula Fernández Mbarak, música de José Ferrufino y la presentación del propio Jemio. Las entradas están disponibles a través de Alpogo.
Desde su nacimiento, Epistolar no dejó de crecer. Ya cuenta con casi 190 cartas grabadas y disponibles en Spotify y YouTube. Las voces que dieron vida a los textos epistolares incluyen nombres como Julieta Ortega, Norman Briski, Jorge Marrale, Ana María Picchio, Mauricio Kartun, Gerardo Romano y Luciano Cáceres, entre otros. Pero más allá del formato podcast, el proyecto se transformó: profesores de literatura, historia y teatro comenzaron a usarlo como herramienta pedagógica, y el equipo lo llevó también al escenario, con presentaciones en museos, centros culturales y teatros de todo el país y de Uruguay.
Para Jemio, la propuesta surgió de una conjunción personal y amorosa de mundos: la literatura epistolar, la radio y el teatro. “Quise ver qué pasaba con estos textos que fueron escritos en un registro de intimidad cuando eran atravesados por la voz, el cuerpo y los sentimientos de actores y actrices”, explicó. La lectura actoral es acompañada por una introducción con guion propio y música original, y cada carta funciona como una historia autónoma, breve, emocional, capaz de interpelar a quien la escucha aun sin conocer a los protagonistas.
Las cartas elegidas abarcan una gran variedad de géneros y emociones: de amor, políticas, abiertas, de padres a hijos, manifiestos. Y según Jemio, uno de los desafíos para los actores es interpretar únicamente con la voz: sin cuerpo, sin escena, solo con inflexiones y matices. La respuesta suele ser entusiasta y muchas veces los intérpretes comparten con él sus propias experiencias con el carteo, como si la propuesta activara una memoria sentimental transversal a generaciones.
Lejos de un gesto nostálgico, Epistolar propone un rescate: “Una forma de pensamiento perdido, un pequeño ritual íntimo”. En tiempos de mensajes breves, vertiginosos y fragmentados, el proyecto invita a detenerse, a volver a la palabra bien dicha, al texto que emociona y conmueve. “En el medio de tanto escombro, salir y ofrecer una flor me parece que no es poca cosa”, resume Jemio.
JJD
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