La asignación por hijo, la otra prestación pendiente de la votación por la movilidad jubilatoria
El mismo día en que el Congreso votará la legalización del aborto también aprobará, modificará o rechazará otra ley trascendental para los argentinos: la reforma de la fórmula de movilidad jubilatoria. El asunto no solo atañe a 7,5 millones de jubilaciones y pensiones. También abarca a 4,2 millones de asignaciones universales por hijo (AUH, que perciben los padres desocupados o trabajadores informales) y 4,4 millones de asignaciones familiares (que reciben los empleados formales).
En un intento por reducir el gasto previsional, que supone 6 de cada 10 pesos de las erogaciones públicas primarias (antes del pago de deuda) de la Nación, el gobierno de Alberto Fernández suspendió por ley hace un año la fórmula de movilidad que había creado la administración de Mauricio Macri. A la espera de la nueva fórmula de cálculo, Fernández dio aumentos por decreto. Subió las jubilaciones y pensiones mínimas (también la AUH y las asignaciones familiares) a niveles apenas por encima de la inflación, similares a lo que hubieran subido con el índice que se votará mañana, a su vez parecido al de la era kirchnerista.
La nueva fórmula se actualizará por sueldos y recaudación de la Seguridad Social. El ministro de Economía, Martín Guzmán, pretende desindexar las prestaciones en un intento por reducir el índice de precios al consumidor (IPC). El oficialismo también está haciendo su poroteo para confirmar que logrará aprobar el proyecto de ley jubilatoria. El Frente de Todos carece de mayoría absoluta en la Cámara de Diputados: cuenta con 119 legisladores, sobre los 129 necesarios, pero espera sumar los votos de Córdoba Federal (del gobernador Juan Schiaretti), del Frente de la Concordia, de Misiones (que gobierna esa provincia), del bloque que lidera el mendocino José Luis Ramón, los de Acción Federal (Santa Cruz y La Rioja) y del Movimiento Popular Neuquino (MPN).
A.R.
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