Condiciones de vida

El costo de criar a un niño en la Argentina superó los $500.000 en agosto

elDiarioAR

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Una caja de pañales, un colectivo hasta la salita, la merienda para la mochila, una consulta médica, una tarde entera para acompañar los deberes. Criar a un hijo en Argentina es una tarea constante —y cada vez más cara. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos [Indec], en agosto de 2025 una familia necesitó $542.183 al mes para cubrir el costo total de un niño o niña de entre 6 y 12 años. La cifra corresponde a la canasta de crianza, un indicador que combina el costo de los consumos esenciales con el valor económico del tiempo de cuidado.

El dato es impactante, pero no sorprende a quienes hacen las cuentas cada mes. La canasta —que contempla tanto bienes como cuidados— sube con la edad. Para un niño o niña menor de un año, el valor total fue de $432.161; para el tramo de 1 a 3 años, subió a $513.406; entre 4 y 5 años, bajó levemente a $430.996. El grupo de edad escolar, en cambio, lideró el ranking con $542.183 mensuales. La diferencia se explica, sobre todo, por el aumento sostenido en el costo de los bienes y servicios.

La cuenta tiene dos partes. Por un lado, lo tangible: comida, ropa, transporte, educación, salud. Es decir, el valor de la canasta básica total del Gran Buenos Aires, ajustado por edad, que el Indec usa como referencia para medir pobreza. En agosto, ese monto fue de $131.480 para bebés, $169.771 para niños de 1 a 3 años, $216.224 para los de 4 a 5 y $268.227 para quienes tienen entre 6 y 12.

Por otro lado, lo intangible: el tiempo. En la Argentina, el cuidado también tiene precio. Y no es simbólico. El Indec lo valoriza según lo que cobraría una trabajadora del hogar por esas mismas horas de asistencia. El cálculo parte de una jornada laboral de ocho horas diarias, menos el tiempo que cubre el sistema educativo. Así, el cuidado de un bebé demandó en agosto 147 horas mensuales, que costaron $300.681; el de un niño de 1 a 3 años, $343.635; el de un niño de jardín, $214.772; y el de un escolar, $273.956.

Entre marzo y agosto, el costo de criar a un bebé subió $22.747. No fue un salto brusco, sino un goteo constante: un poco más cada mes. El valor del cuidado —ese tiempo que alguien tiene que estar presente— pasó de $284.788 a $300.681, mientras que la parte de bienes y servicios también aumentó. La rutina no cambió, pero sí el esfuerzo que implica sostenerla: la leche, los pañales, los controles médicos, y el tiempo, siempre el tiempo.

Uno de los aspectos menos visibles, pero más importantes, es cómo se calcula lo que necesita un niño o una niña según su edad. No consume lo mismo un bebé que un escolar, y eso el informe lo contempla. Un nene de entre 6 y 12 años, por ejemplo, demanda casi tres cuartas partes del consumo de un adulto, y eso se refleja en el aumento del costo a medida que crecen. Porque ya no alcanza con que coman: ahora necesitan útiles, zapatillas, colectivo, celular, alguna salida.

También se tuvo en cuenta cuánto tiempo hace falta para cuidar, aunque no siempre se pueda. La cuenta arranca desde una jornada de ocho horas diarias, pero se descuenta lo que cubre la escuela. Hasta los 4 años, el cuidado recae casi por completo en el hogar. Desde los 6, la primaria ayuda a aliviar, aunque solo por un rato. El informe no mira lo que se hace, sino lo que se debería hacer: lo que toda niña o niño merece recibir.

Y hay una aclaración que toca una fibra real: si hay más de un hijo en casa, el cálculo no suma las horas de cuidado de cada uno, sino que toma la mayor. Es decir, se parte de que quien cuida no puede duplicarse. Puede parecer una cuestión técnica, pero en la vida real se traduce en algo concreto: organizarse para que lo urgente no tape lo importante. Porque el cuidado no se multiplica, se reparte. Y a veces, se estira.

El informe, elaborado con metodología del Ministerio de Economía y Unicef, traza una radiografía económica de la infancia. Los datos reflejan lo que ya saben madres, padres y cuidadores: que cada edad trae nuevas necesidades, y que cada necesidad tiene su precio. Y que detrás de esos números hay tiempo, esfuerzo y muchísima logística doméstica.

En el último año, el valor de la canasta aumentó un promedio del 18% en todos los tramos de edad. En agosto de 2024, criar a un niño escolar costaba $454.568; un año después, $542.183. Para una niña de jardín, pasó de $361.197 a $430.996. Y para un bebé, de $367.027 a $432.161. Son incrementos que, aunque esperables en el contexto inflacionario, ponen en evidencia la carga que enfrentan las familias con hijas e hijos a cargo.

La canasta de crianza sirve para pensar políticas públicas, discutir licencias, asignaciones, horas de jornada extendida, acceso al trabajo para las mujeres. Sirve para dimensionar el trabajo de cuidar.

JJD