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Todo lo que debes saber antes de solicitar un préstamo

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En el universo financiero existen diferentes herramientas para aquellos usuarios que requieren una asistencia económica, ya sea para grandes gastos inesperados o para un proyecto planeado con anticipación.

Los préstamos online o tradicionales son una operación mediante la cual se entrega una suma de dinero única a un beneficiario.

En la actualidad, es habitual escuchar sobre préstamos online, pues son una herramienta en donde el prestamista otorga una determinada suma de dinero al prestatario, asumiendo este último un compromiso de devolución de dicha suma inicial sumados los intereses en el plazo convenido, lo que se traduce, generalmente, en cuotas periódicas.

Lo bueno de los préstamos online es que los mismos pueden solicitarse fácilmente creando una cuenta, sin restricción de horario y desde la comodidad del hogar permitiendo ahorrar dinero de transporte y optimizar el tiempo del trámite.

¿Cómo se compone un préstamo?

Un préstamo está conformado por 4 partes esenciales:

  1. Capital: es el dinero que se presta en el inicio;
  2. Interés: refiere al costo extra que el beneficiario debe abonar a la entidad prestataria como consecuencia del uso de su dinero;
  3. Plazo: es el lapso de tiempo que se acuerda previamente a dar inicio al contrato en el que el prestatario debe devolver el dinero inicial junto con los intereses;
  4. Cuotas: hace referencia a los pagos periódicos que hace el prestatario para afrontar el préstamo y devolverlo poco a poco.

¿Qué tipos de préstamos existen?

Actualmente, existe una interesante variedad de préstamos online y, cada uno de ellos, cuenta con características propias que los hacen ideales para las necesidades y preferencias de cada usuario.

  1. Préstamo personal: es de los más elegidos. Se trata de aquel que se utiliza para realizar compras de alto valor o cubrir necesidades como, por ejemplo, un viaje, estudios o realizar la reforma de un inmueble;
  2. Préstamo hipotecario: es el que se utiliza para la compra o construcción de un inmueble;
  3. Préstamo prendario: la garantía es un bien mueble y el préstamo se usa para adquirirlo. El ejemplo más clásico es el del vehículo.

Los préstamos, además, pueden ser con garantía o sin garantía. En el primer caso, se ven respaldados con un bien y, en el segundo caso, la entidad bancaria o financiera lo otorga en función de un análisis de la solvencia y la historia crediticia del solicitante.

De acuerdo al plazo de duración, los préstamos pueden diferenciarse en:

  1. Préstamo a corto plazo: por lo general, el plazo es hasta un año;
  2. Préstamos a mediano plazo: la duración es de hasta 5 años;
  3. Préstamos a largo plazo: son aquellos cuya finalización ocurre pasados los 5 años desde su contratación.

Por otro lado, los préstamos pueden ser para personas físicas o para empresas.

Algunos motivos para solicitar un préstamo

La petición de un préstamo tiene, como contracara, el compromiso de devolver la suma inicial de dinero más aquellos intereses correspondientes en el tiempo estipulado y, por este motivo, es esencial preguntarse cuándo es conveniente utilizar esta herramienta que brinda seguridad y libertad económica.

  1. Gastos médicos: los imprevistos en el área de la salud pueden ocurrir y, para hacer frente a gastos de diferente índole, un préstamo es una opción, sobre todo considerando los altos valores que tienen los estudios médicos más simples hasta los más complejos;
  2. Compras en general: para aquellos objetos necesarios y que suelen ser costosos de reparar o reponer, el préstamo es una gran alternativa. Por ejemplo, para una notebook, un lavarropas o una heladera. También son varias las personas que lo utilizan para realizar una compra en el supermercado que rinda varios meses;
  3. Gastos escolares: la educación es primordial y un préstamo puede contribuir al pago de matrículas, útiles escolares y todo lo que se necesita para la rutina de los estudiantes;
  4. Mejoras en el hogar: las remodelaciones o las expansiones de un inmueble son muy costosas. Con un préstamo pueden resolverse todos estos gastos y, de esta manera, se evita recurrir a un crédito hipotecario que suele ser mayor;
  5. Historial financiero: solicitar un préstamo y cancelarlo en tiempo y forma ayuda a contar con un historial que permite acceder a más y mejores prestamos en un futuro. Es sinónimo de óptima reputación financieramente hablando.

Factores a considerar antes de solicitar un préstamo

Los expertos en el tema recomiendan a los usuarios, una y otra vez, tomar conciencia sobre el compromiso que implica solicitar un préstamo y la seriedad con la que debe afrontarse el mismo. Por este motivo, existen algunos puntos esenciales para determinar si la decisión que va a tomarse es la correcta.

  1. Objetivos: cuestionarse acerca de la finalidad del dinero es fundamental, es decir, si se solicita el dinero para refaccionar el hogar o para viajar, por ejemplo. Se recomienda realizar un análisis de cuál es la finalidad de obtener el préstamo;
  2. Entidad a elegir: es importante estudiar distintas opciones y, una vez comparadas las diferentes propuestas, elegir a conciencia la que mejor se adapte a las necesidades o preferencias del usuario.
  3. Requisitos: los bancos o entidades financieras piden distinta documentación para asegurarse de que el solicitante podrá cumplir con su parte del contrato;
  4. Suma de dinero: cuando el prestatario cumple con los requisitos establecidos, se estima que las entidades prestan más de la mitad del monto que se solicita o, en ocasiones, dicha suma;
  5. Plazo: antes de acordar un préstamo es elemental que el beneficiario haga un análisis de cuánto dinero tiene disponible mensualmente y cuánto tendrá pagando las cuotas pertenecientes al préstamo;
  6. Tipo de préstamo: de acuerdo a la meta o a la actividad que se realice, será el tipo de préstamo.

Algunas ventajas de pedir un préstamo

Un préstamo puede ofrecer algunos beneficios y, dentro de los más destacados, se encuentran los siguientes.

  1. Acceso al dinero: permite la obtención de una suma de dinero para distintos objetivos de manera inmediata;
  2. Historial financiero: un préstamo que se gestiona correctamente mejora el historial financiero, lo que sirve a futuro para hallar mejores condiciones de contratación para un próximo préstamo;
  3. Flexibilidad: el préstamo puede utilizarse para distintos fines como, por ejemplo, saldar deudas, pagar estudios médicos, viajar o estudiar, entre otros;
  4. Previene la falta de liquidez: gracias a esta herramienta, una persona puede contar con el dinero que necesita sin la necesidad de sacrificar la liquidez que brindan los ahorros que tiene o los fondos con los que cuenta en ese momento determinado;
  5. Tasas de interés competitivas: algunos préstamos cuentan con tasas de interés menores que otras alternativas;
  6. Pagos predecibles: una gran ventaja es que el plazo está determinado previamente y las cuotas son fijas, lo que simplifica la planificación financiera;
  7. Servicios adicionales: algunas entidades brindan servicios adicionales como, por ejemplo, asesoramiento financiero en determinadas salutaciones.

En un mundo financiero que evoluciona constantemente, es importante comprender las distintas opciones que se encuentran disponibles para que eso marque una diferencia en la economía de las personas. Un préstamo, en este caso, puede convertirse en una gran herramienta para afrontar situaciones imprevistas o, simplemente, para cumplir metas personales o familiares.