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Coloquio IDEA

“No dijo nada”, el comentario generalizado de los empresarios de IDEA tras el discurso de Alberto Fernández

El auditorio del coloquio de IDEA en Costa Salguero.

Alejandro Rebossio

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Al menos este año no lo criticaron públicamente. En 2020, Alberto Fernández rompió con la tradición de los presidentes kirchneristas y asistió al coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), una de las principales citas anuales del establishment argentino, pero mientras hablaba en aquella edición virtual había hombres de negocios que lo descalificaban en un chat público, entre otros motivos, por su presunta obediencia a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En el coloquio 2021, que finalizó este viernes en Costa Salguero, el jefe de Estado compareció y fue recibido y despedido con tibios aplausos protocolares. Nada que ver con la ovación que minutos antes los empresarios les dedicaron a los candidatos que están más a la derecha en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert y Cynthia Hotton.

“Lo vi mal, no dijo nada”, comentó un banquero tras el discurso presidencial. “Él ánimo empresarial no es el mejor. Temo que haya turbulencia poselectoral. El desenlace de cómo queda compuesto el Gobierno tras otra derrota el 14 de noviembre puede ser complejo. Me gustaría saber qué va a pasar el 15 de noviembre, pero ni Alberto lo sabe. Una radicalización sin plata no es fácil. Yo creo que irán por un acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional), aunque no sea ambicioso, pero el Fondo se los dará porque es un préstamo muy grande y no le conviene el default”, continuó el banquero, que era uno de los primeros que se habían conseguido un plato de comida en el almuerzo de cierre que organizó el banco HSBC. En 2015, este financista era de los entusiasmados con Mauricio Macri.

“Alberto no trajo ningún mensaje”, coincidió el presidente de una cámara empresarial, mientras conversaba con otro banquero y con un consultor que está acercando ideas al ex ministro de Hacienda macrista Hernán Lacunza, que ahora asesora al presidenciable Horacio Rodríguez Larreta. “Este el país que no avanza”, agregó y también apuntó contra todos los candidatos que debatieron en IDEA, desde Espert y Hotton hasta la oficialista Victoria Tolosa Paz, el cambiemita Diego Santilli y el peronista disidente Florencio Randazzo: “Discuten lo mismo desde hace 30 o 60 años”. Este dirigente empresario es de los que cree que la Argentina no adopta las medidas pertinentes. En su momento apoyó a Macri. El punto radica en que ahora se le cayeron los modelos que el establishment local citaba en Latinoamérica, ahora que Chile, Perú y Colombia atraviesan crisis.

En una mesa donde se ofrecían tablas de sushi, el dueño de una poderosa empresa opinaba distinto: “Alberto dijo que lo queríamos oír”. Aludió a los mensajes a favor del diálogo y del empleo privado y omitió los reproches por los aumentos de precios. “Acá no lo votamos, su gobierno es un desastre, pero hay que respetar al Presidente”, continuó el empresario, que despotricaba porque “los sindicatos dominan la educación”, bregaba por mejor salud pública y seguridad y criticaba que los planes sociales fueran por tiempo indeterminado.

El CEO de una multinacional apuraba una cazuela mientras analizaba el discurso de Fernández: “Habló bordeando la cornisa, no te dejó claro si tras las elecciones girará a la izquierda o a la derecha, como se especula. Tiró cosas para los dos lados. Dijo que no iba a tolerar los aumentos, pero anunció medidas para el empleo y habló de los incentivos fiscales que está dando a varios sectores. Dijo que quiere arreglar con el Fondo, pero aclaró que no a cualquier precio”. El mismo CEO mencionó el detalle de que esta vez el Presidente no improvisó el discurso sino que lo leyó: “Alguien le dijo qué tenía que decir. No es que lo leyó para no decir gansadas como la de los argentinos que bajaron de los barcos sino que (el jefe de Gabinete, Juan) Manzur y Cristina quieren que diga esto”. También lamentaba que a la mayoría de sus colegas se les cayera “la baba” por Espert y Hotton: “Ni quiero el mensaje de achicar el Estado de Espert o el de bajar las retenciones sin explicar qué gastos cortará de Hotton, ni tampoco el de los controles de precios y más planes sociales. Hay que bajar el déficit, pero explicar qué gastos se cortarán, no al tipo que se cayó en la pobreza sino que se deje de subsidiar la energía de gente como nosotros”. Su opinión matizada era minoritaria en el coloquio.

AR

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