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La pobreza aumentó al 39,2% y alcanza a más de 18 millones de personas

Una familia tipo debe tener un ingreso superior a $177.063 -en marzo 2023- para no ser considerada pobre.

Ivo Cortazzo

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El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó este jueves que, en el segundo semestre de 2022, la pobreza alcanzó el 39,2%. Esto significa que, para fines del año pasado, 18,1 millones de personas se encontraban en esta situación. El organismo indicó que la indigencia fue del 8,1%, levemente inferior al 8,2% informado durante el segundo semestre de 2021. De esta manera, dentro del universo de pobres, hay 3,7 millones que también son indigentes.

Los niños y niñas de hasta 14 años siguen siendo el sector poblacional más golpeado por la pobreza. Los datos oficiales muestran que el 54,2% de esa población se encuentra por debajo de la línea de pobreza, de los cuales el 12%, también, es indigente. Estos valores son preocupantes ya que se encuentran significativamente por encima del promedio general. Por otro lado, entre los mayores de 65 años, la pobreza alcanza el 14,5%, de los cuales el 1,7% es indigente.

Si se analiza por aglomerados urbanos, se ve que el dato de pobreza más alto correspondió a Concordia, donde alcanzó el 55%. Le siguieron Gran Resistencia en Chaco con 54% y Corrientes con 45,2%. Los partidos del Gran Buenos Aires rondaron el 45% de pobreza.

En Argentina, la pobreza se mide por ingresos: una familia tipo debe tener un ingreso superior a $177.063 -en marzo 2023- para no ser considerada pobre. Este monto surge del valor de la canasta básica total (CBT) que incluye alimentos, vestimenta, transporte, educación y salud entre otros. Mientras que, la vara de la indigencia es la canasta básica alimentaria (CBA), la cual incluye un conjunto de alimentos y bebidas que satisfacen ciertos requerimientos nutricionales por persona.

A partir de los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), se ve que el descenso de la pobreza que se había iniciado en el primer semestre del 2021 se interrumpió. Si bien los últimos datos se encuentran por debajo del pico del 42% de pobreza alcanzado en el peor momento de la pandemia y del 10,7% de indigencia del primer semestre de 2021, la actual interrupción de la dinámica bajista abre preocupación sobre la realidad argentina.

Si se compara el último número publicado con el primer semestre del 2022, el incremento de la pobreza es aún más significativo. En ese período se pueden ver las consecuencias de la inestabilidad macroeconómica y política: la inflación pasó del 64% al 94% interanual -presionado fuertemente por el incremento en los alimentos-, se aceleró la devaluación del tipo de cambio oficial y se estancó la actividad económica.

Según Gonzalo Carrera, economista de Equilibra “ya a partir de la base de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares del 3er trimestre podíamos anticipar una suba muy fuerte de la pobreza en dicho período. Descontando el impacto del aguinaldo -para poder comparar entre trimestres-, la pobreza había subido 2,8 puntos porcentuales”

“El segundo semestre de 2022 combinó dos cosas: una aceleración inflacionaria -fundamentalmente en el 3er trimestre- con una caída de la actividad importante en el último cuarto del año. Si bien en el último trimestre del año, la inflación se desaceleró levemente y los salarios reales formales mostraron cierta recuperación, la canasta básica alimentaria y la total crecieron más de 21%, empeorando las condiciones de acceso de la población a los bienes y servicios básicos para subsistir, pese a cierta baja de la tasa de inflación”.

“En conjunto, el segundo semestre de 2022, mostró en promedio que las canastas subieron más que la inflación. Y, aunque los niveles de empleo se mantuvieron relativamente altos, en términos generales, difícilmente los ingresos de toda la economía logren acompañar un ritmo de incremento de precios del 43% en un semestre, luego de haber trepado a casi el 30% en los primeros seis meses de 2022”, concluye.

El nowcast de pobreza elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella estima que la tasa de pobreza del semestre septiembre 2022 – febrero 2023 va a estar en el 42,2%. Este mismo informe indica que “La canasta básica total (CBT) promedio de la región del Gran Buenos Aires (GBA) para el semestre de referencia se estimó en $48.784 por adulto equivalente. Esto es un aumento interanual de 98,6%. Para el promedio del ingreso total familiar (ITF) se proyectó para el semestre un incremento interanual de 68%”.

¿Cuáles son las principales causas del aumento de pobreza e indigencia?

El incremento de la inflación a partir de julio del año pasado, presionado fuertemente por la suba de alimentos es una variable que impacta de manera directa tanto en la pobreza como en la indigencia. Algo similar sucede en el caso de la reducción de subsidios al transporte, lo cual impacta fuertemente en el valor de la CBT.

Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el salario del empleo no registrado se redujo 3,5% respecto del primer semestre del año pasado, mientras que si se analiza la evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) se percibe un incremento de casi el 1% del poder adquisitivo.

También, durante este período, el valor real de la Asignación Universal por Hijo (AUH), tarjeta Alimentar y demás planes sociales disminuyó fuertemente con respecto al semestre anterior. Esta caída se explica, principalmente, por la cantidad de bonos otorgados durante la primera parte del año, los cuales no se repitieron durante el segundo semestre. Por último, la jubilación mínima tuvo una caída de más del 5% con respecto al semestre anterior.

“Si bien la semana pasada INDEC reportó que el mercado laboral de finales de 2022 aún no mostraba los efectos de la desaceleración económica de los últimos meses, los números de indigencia y pobreza dados a conocer hoy no son para nada sorpresivos”, asegura Leopoldo Tornarolli, investigador senior del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS). A su vez, agrega que “la elevada inflación, particularmente en la segunda mitad de 2022, hacía presagiar un aumento de la cantidad de población viviendo en situaciones de indigencia y pobreza. Esto era todavía más claro al observar la evolución de los precios de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica total, los cuáles crecieron durante 2022 por encima de la inflación general”.

IC

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