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Música

Spotify pierde a artistas críticos con la inversión en armas de su propietario: “No queremos que nuestra música mate”

Daniel Ek, creador de Spotify, en el evento de anuncio 'The Future of Audiobooks'

Francisco Gámiz

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Desde que el periódico británico Financial Times hiciera unas revelaciones sobre las actividades empresariales de Daniel Ek, fundador y director general de Spotify, algunos músicos decidieron abandonar la plataforma. Ese periódico reveló que Ek estaba llevando a cabo una inversión de 600 millones de euros en el fabricante alemán de drones Helsing por mediación de Prima Materia, una empresa fundada por él y por el principal inversor en Spotify, Shakil Khan, en 2020.

En ese movimiento financiero, la empresa de inversión del fundador de Spotify valoró al grupo tecnológico de defensa alemán en 12.000 millones de euros, convirtiéndola en una de las empresas emergentes más valiosas de Europa. Con sede en Múnich, Helsing lleva tiempo desarrollando software de inteligencia artificial para producir sus propios drones, aviones y submarinos de guerra, beneficiándose del creciente flujo de inversiones hacia las empresas de defensa. El tenso escenario geopolítico está impulsando a los países de todo el mundo a incrementar su gasto militar y replantear soluciones tecnológicas en el campo de batalla.

Prima Materia ya había realizado una primera inversión significativa en Helsing en 2021, meses antes de la invasión de Rusia a Ucrania. Ahora, Ek redobla la apuesta y valora a Financial Times que la aceleración de su inversión se debe al uso de tecnologías de guerra mejoradas con inteligencia artificial y de drones: “No podemos subestimar las implicaciones que esto tiene para este conflicto [en Ucrania] o, en realidad, para cualquier conflicto futuro”.

King Gizzard and The Lizard Wizard, en una foto de archivo

Entre los grupos que se han posicionado en contra, el trío musical Xiu Xiu, que construyó una sólida reputación por su honestidad lírica y su trabajo experimental en la escena posindustrial desde los 2000. La banda anunció hace unos días que estaba trabajando en eliminar toda su música de la plataforma debido a la “inversión en drones de guerra con inteligencia artificial”. Junto con el titular “Spotify usa el dinero de la música para invertir en drones de guerra”, Xiu Xiu publicó en Instagram un comunicado en el que afirmaba estar en proceso de sacar todo su catálogo del “agujero de basura violento y apocalíptico de Spotify”: “Por favor, cancela tu suscripción”.

Según el portal especializado Consequence, la banda recibió “apoyo total” de sus tres sellos principales, Polyvinyl, Kill Rock Stars y Graveface. Sus pasos los continuó recientemente el grupo australiano King Gizzard & the Lizard Wizard, influyente dentro del rock psicodélico, que difunde el siguiente lema: “A la mierda Spotify”. Una decisión que llegó poco tiempo después de que el grupo californiano Deerhoof, con más de 20 años de trayectoria y reconocido por sus discos rock, se retirara de la plataforma por la misma razón. “No queremos que nuestra música mate a la gente. No queremos que nuestro éxito esté ligado a la tecnología de combate de IA”, declaró en un comunicado.

“Con el tiempo, los artistas querrán abandonar esta estafa de minería de datos, ya ampliamente odiada, que se hace pasar por una 'compañía musical'. Es espeluznante para los usuarios y horrible para los artistas. La creación musical perdura para siempre, pero este o cualquier otro plan digital para hacerse rico rápidamente acabará quedando obsoleto”, agregó Deerhoof a través de Instagram.

Las consecuencias de abandonar Spotify

“Una de las afirmaciones que se suelen hacer sobre Spotify es que, en teoría, permite que cualquiera que se registre pueda descubrir tu música, por muy lejos que esté de los autoproclamados centros de la modernidad. Pero el hecho de que alguien esté lejos de los guardianes occidentales no significa que carezca de cultura o que necesite escuchar a nuestra banda”, escribió la banda en su comunicado. “No somos capitalistas y no queremos conquistar el mundo. Especialmente si el precio de 'ser descubierto' es permitir que los oligarcas llenen el mundo de armamento informatizado”, añadió, agradeciendo a su discográfica el apoyo. “Sabemos que les estamos pidiendo un sacrificio, y eso significa mucho para nosotros”, confesó la banda.

El mensaje de Deerhoof hace hincapié en un detalle importante: las graves consecuencias a las que se enfrentan los artistas si quitan su música de Spotify, una plataforma que ya de por sí les genera poco dinero. “Tenemos el privilegio de que fuera una decisión bastante fácil para nosotros, pues paga una miseria y ganamos mucho más con las giras. Pero entendemos que otros artistas y sellos dependen de Spotify para una mayor parte de sus ingresos, y no juzgamos a aquellos que no pueden hacer lo mismo a corto plazo”, declaró el grupo.

Joyful Noise Recordings, el sello discográfico de varios de los lanzamientos de Deerhoof, apoyó la decisión de la banda de abandonar Spotify. “Desde los inicios del streaming, los artistas y sellos independientes se han visto obligados a colaborar con diversas entidades digitales para sobrevivir. Entidades que a menudo se financian con fuentes que no se alinean con nuestros valores”, escribió Joyful Noise. Según el portal Music Business Worldwide, Daniel Ek habría ganado 800 millones de dólares solo con acciones en Spotify desde mediados de 2023. Ahora, los artistas reclaman que ese dinero, logrado principalmente por los suscriptores, se destine a causas inmorales para muchos de ellos.

Spotify es una vergüenza. No crea nada, falta al respeto a los artistas y no es más que un cártel aliado con las grandes discográficas, un puñado de megaestrellas y ahora también trata de aliarse con la IA y la maquinaria bélica.

James Kennedy Artista, músico y escritor

También Rubén Albarrán de la banda mexicana Café Tacuba llamó a boicotear Spotify por esta razón. A través de un video difundido en sus redes sociales, advirtió sobre el peligro de normalizar este tipo de inversiones, que podrían estar siendo utilizadas actualmente “en contra de los niños en Sudán, en el Congo, en Palestina, en Ucrania”. “Esto es guerra en contra de la humanidad”, declaró.

El músico Morris Mills declaró en Instagram haber alertado a su distribuidor de eliminar todo su perfil de la plataforma de streaming y pide a la industria actuar en consecuencia: “Los actores y guionistas se unieron: meses de huelga luchando contra la explotación de la IA y por salarios justos. Y lograron un cambio real. ¿Por qué los músicos no podemos hacer lo mismo?”. Mills enfatizó que “es hora de que los artistas, los productores, los sellos independientes y los fans se unan y digan: ‘Basta’”. “Esto no es solo una falta de respeto. Es una injusticia económica. Eliminé mi música de Spotify, no porque me haya rendido, sino porque estoy plantando cara”, publicó.

Asimismo, el músico y productor James Kennedy, que reside en Gales, Reino Unido, y que tiene décadas de experiencia en la industria musical, lleva tiempo exponiendo la cara oculta del sector a través de publicaciones y apariciones en artículos de portales de música especializados como NME y Guitar Magazine, donde abordó las preocupaciones de los artistas con la salud mental, la política y las discográficas. Esto también lo hizo en convenciones musicales y en su reciente obra Loud Medicine, convirtiéndose en una de las voces más reivindicativas del panorama internacional y abogando por los derechos de los músicos y los cantantes.

En conversación con elDiario.es, Kennedy valora que “Spotify es una vergüenza”: “Representa todo lo malo de la industria musical. No crea nada, no invierte nada en las artes, no respeta a los artistas y no es más que un cártel aliado con las grandes discográficas, un puñado de megaestrellas, y ahora también intenta aliarse con la inteligencia artificial y la maquinaria de guerra”.

Carátula de ‘Yanqui U.X.O.’

Artistas comprometidos como la banda de postrock canadiense Godspeed You Black Emperor! utilizaron sus propios discos para llamar la atención sobre las vinculaciones de la industria musical con la armamentística hace más de dos décadas. La portada del disco de 2002 Yanqui U.X.O. mostraba un análisis que vinculaba empresas como AOL Time Warner (ahora Warner Media, propietaria de sellos como Elektra o EMI) con la empresa de armamento Raytheon (ahora RTX Corporation).

La banda canadiense, un referente para grupos actuales como los citados Deerhoof, siempre se mostró muy concienciada sobre el contexto político y, aunque aún no se pronunció sobre el boicot de numerosos artistas a Spotify por las inversiones de su creador, trató de ser reivindicativa con su arte. En 2024, su octavo álbum de estudio tomó por nombre No Title as of 13 February 2024 28,340 Dead (Sin título a fecha de 13 de febrero de 2024 28.340 muertos). El título es el número de personas que habían sido asesinadas en Gaza a día 13 de febrero del año pasado, que fue cuando terminaron de grabar el disco.

Ahora, las inversiones de Daniel Ek en Helsing a través de su empresa Prima Materia no solo ponen en alerta a los artistas cuya música está en Spotify y consideran inmoral continuar en la plataforma, sino a muchos usuarios que no saben a qué causas y empresas se destina el dinero con el que pagan su suscripción. “Por favor, no escuches mi música ahí. No escuches ninguna música ahí”, reclama James Kennedy. “Boicoteá, evitá, condená y decile a los demás que hagan lo mismo, en voz alta”, concluye. Este periódico trató sin éxito de ponerse en contacto con Prima Materia para obtener información adicional.

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