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Once formas útiles de ahorrar agua en casa

Una persona se sirve agua de una canilla

Marta Chavarrías

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El agua no es un recurso infinito. La falta de lluvia de los últimos meses y un clima cada vez más extremo significan que el suministro de agua se vuelve cada vez más impredecible a medida que los periodos de sequía son cada vez más frecuentes.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas necesitarían al menos 20 litros de agua al día para la higiene básica, y entre 50 y 100 litros deberían cubrir las necesidades básicas. 

Conocer dónde se produce el mayor gasto de agua es clave para poder tomar las medidas necesarias y corregir aquellas que nos llevan a un consumo excesivo. “Dos tercios del agua que se consume en el hogar se usan en el baño, concretamente en la descarga de un inodoro, que consume entre 7,5 y 26,5 litros de agua”, advierte la Fundación Aquae. En las cocinas, el consumo medio de agua se sitúa en un 19%.

Cómo podemos ahorrar agua en casa en unos sencillos pasos

Los expertos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) elaboraron una guía con una serie de consejos útiles para ayudarnos a ahorrar agua en casa:

· Cerrar las canillas si no usamos el agua: ahorraremos muchos litros de agua si cerramos la canilla mientras lavamos los platos o nos limpiamos los dientes. Una canilla abierta pierde unos 10 litros por minuto.

· Arreglar pequeños goteos: una canilla que gotea puede llegar a perder más de 75 litros de agua al día.

· Colocar reductores de caudal en la canilla: estos dispositivos reductores son sencillos de colocar y baratos; solo es necesario enroscarlos en la misma canilla, lo que permitirá reducir el consumo hasta en un 50%. 

· Reaprovechar el agua cuando cocinamos: en la cocina, buena parte del agua que usamos es para lavar los alimentos o para hervirlos. Podemos aprovechar esta agua en un recipiente y usarla para regar.

· Instalar cisternas de doble carga: se trata de cisternas que permiten vaciar solo la mitad del agua en caso necesario. Algunos modelos incorporan un mecanismo que permite parar la descarga de forma voluntaria. Si no disponemos de este sistema, podemos usar el método casero de introducir una o dos botellas de plástico llenas de agua en el interior de la cisterna, que nos permitirá ahorrar unos tres litros de agua en cada descarga.

· No usar el inodoro como si fuera una papelera ya que, como comentamos, en cada descarga se pierden entre siete y diez litros de agua, aproximadamente, según el tipo de inodoro que tengamos. Además, evitaremos posibles problemas para el sistema de saneamiento.

· Evitar los baños y apostar por la ducha: llenar una bañera puede suponer entre 200 y 300 litros, mientras que una ducha significa un consumo de 30 a 80 litros. También podemos aprovechar el agua que sale de la ducha cuando aún está fría y almacenarla en un balde para otros usos, como regar las plantas, por ejemplo.

· Llenar por completo lavavajillas y lavarropas: el primero suele consumir entre 18 y 30 litros de agua, mientras que el segundo supone un consumo de entre 60 y 90 litros. Si tenemos que cambiarlos es mejor optar por uno de bajo consumo, no solo desde el punto de vista de la electricidad sino también del consumo de agua, de un modelo de clase A o superior, ya que incorporan programas de ahorro con la carga llena y un gasto de 18 litros de agua en el caso de un lavaplatos. Debe seleccionarse el programa adecuado al tipo de lavado. El lavado a mano de la misma cantidad de platos requeriría más del doble de agua.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lavar la vajilla a mano dos veces al día gastaría de 60 litros (con la bacha llena de agua) a 120 litros (con la canilla abierta), mientras que poner el lavavajillas consumiría unos 25 litros de agua.

· Instalar depósitos de aguas grises: estas aguas son las que se obtienen de la cocina, el lavarropas, el lavaplatos o la ducha. Se pueden conducir a un pequeño depósito que, después, alimente la cisterna del inodoro. Aunque en este caso se trata de una medida que no cualquier persona puede implementar.

· Evitar el uso de mangueras para lavar el coche o regar, ya que supone un gasto de hasta 350 litros de agua. Lo mejor es llevar el coche a un lugar de lavado, donde tienen instalaciones que reciclan el agua. Si no es posible, podemos lavar los espejos y las ventanillas con una esponja y un balde de agua.

· Si tenemos un balcón o terraza con plantas o un jardín, es recomendable adquirir aquellas propias del clima donde estemos, las nativas, y que necesiten poca agua para vivir: arbustos, palmeras, coníferas o cactus. Es recomendable además instalar sistemas de riego por goteo y usar elementos como corteza de pino, que ayuda a mantener la humedad de la tierra y optimizar el uso de agua. En días muy calurosos es mejor regar por la noche para evitar que el agua se evapore. Si ponemos un plato debajo, el agua quedará allí estancada y mantendrá la planta más húmeda.

MCH

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