Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Elecciones en Ecuador 2023 - Análisis

Debate presidencial y campaña con chaleco antibalas para el balotaje ecuatoriano

En la ciudad capital de Quito, las tropas del Ejército ecuatoriano vigilaron alertas y con armas largas empuñadas el 5 de febrero de 2023 la celebración de elecciones locales y la votación simultánea de un referendo constitucional propuesto por el gobierno del actual presidente, el empresario millonario y centroderechista Guillermo Lasso que abandonará anticipadamente su cargo. Desde entonces, han crecido en Ecuador la violencia de narcos y bandas del crimen organizados y la tasa mensual de homicidios.

0

La violencia e inseguridad azotan al Ecuador. La tasa homicida récord de 2022 con 25,3 muertes por cada 100 mil habitantes se prevé ampliamente superada a fines de 2023. Para la izquierda y para la derecha, para la candidata correísta Luisa González y para su contrincante el emergente liberal Daniel Noboa, las políticas de combate al narco y al crimen organizado dan palabras a sus discursos políticos, contenido a los actos partidarios, y tema absorbente a entrevistas y a debates como el cara a cara televisado durante dos horas el primer domingo de octubre.

Una y otra campaña están persuadidas de que acertar con la más gustosa promesa sobre seguridad es la clave para ganarse a la mayoría de las 13 milones de personas que integran el padrón que el 15 de octubre dirimirá en balotaje qué rival completará el mandato de Guillermo Lasso. El actual presidente centroderechista disolvió el Congreso y convocó elecciones anticipadas, abrumado e impotente ante la protesta social e indígena, las cárceles desbordadas y amotinadas, y el auge indetenible del homicidio y el sicariato criminal.

Debate tedioso sobre una seguridad blindada y horror monótono del crimen desencadenado

A fines de septiembre había arrancado oficialmente, de acuerdo con el calendario del Consejo Nacional Electoral (CNE), el período de campaña electoral en Ecuador, de cara a la decisiva segunda vuelta de las elecciones presidenciales prevista para el próximo 15 de octubre. Este balotaje se juega entre la izquierdista Luisa González, candidata del Movimiento Revolución Ciudadana (RC), que lidera el expresidente Rafael Correa, y el conservador Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), integrada por los movimientos Pueblo, Igualdad y Democracia (PID), de Arturo Moreno, primo del exmandatario Lenin Moreno, y Mover, la ex Alianza PAIS. Ambos candidatos, que han adoptado el uso de chalecos antibalas y aun casco como medidas de seguridad, enfrentan el reto de revalidar los votos obtenidos el pasado 20 de agosto y atraer los sufragios que se repartieron entre los seis candidatos perdedores de la primera vuelta en la que González obtuvo 33,61% y Noboa 23, 47 por ciento.

Uno de ellos sucederá al actual presidente de la República, el ex banquero centro derechista Guillermo Lasso, quien en mayo pasado invocó el mecanismo constitucional denominado “muerte cruzada”, justo cuando la Asamblea se disponía a votar una moción de censura en su contra, en el marco de un juicio político, por presunta malversación de dinero público. Lasso disolvió la Asamblea unicameral; pero recortó su mandato a la mitad. Quien sea el ganador en el balotaje completará el periodo presidencial 2021-2025.  

Dos rivales quieren ganar en balotaje la presidencia del país más violento de los Andes

La campaña, que se extenderá hasta la veda del 12 de octubre, se lleva a cabo en una nación que enfrenta con poca o ninguna eficacia el crimen sea o no organizado, cuya permanente virulencia lo ha convertido en un tema central para los votantes y los dos candidatos que hacen uso de chalecos antibalas. Los homicidios en Ecuador se han disparado de 5,8 por cada 100 mil personas en 2018 a 18,89 por 100 mil este año.

La crítica situación, que ha llevado a las autoridades a decretar estados de emergencia intermitentes, es una de las razones que explica el aumento de la migración a EEUU. Con o sin deliberación, es difícil o acaso imposible no establecer comparaciones con  la llamada ‘década ganada’. Todo cotejo sobre este tema y problema favorece con amplitud a esos años que corresponden los del presidente Rafael Correa en el poder. No sólo se asimilan los diez años correístas (2007-2017) con superiores niveles de consumo y de confianza en la marcha de una economía que vive dolarizada desde el año 2000. También se la asocia con un período de gran seguridad pública. A lo largo de aquel decenio añorado por un firme tercio de la población ecuatoriana, Ecuador había llegado a ser el segundo país más seguro de América según la tasa de homicidios. Hoy es el más violento de los Andes, y el que más drogas trafica en el Pacífico. Precisamente, los expertos atribuyen la raíz del aumento del crimen a los carteles internacionales, que han hecho de las ciudades portuarias de Ecuador un centro importante para mover productos ilegales y a las pandillas locales afiliadas a esos carteles.

La abogada, economista y militante González, de 45 años, heredera política del ex presidente y también economista Correa, promete reestructurar el Ministerio del Interior. Busca mejorar los procesos de investigación policial y reducir la impunidad, y abordar la pobreza y la falta de oportunidades como causas subyacentes de afiliación a las pandillas. Hijo del magnate Álvaro Noboa cinco veces candidato presidencial sin éxito, el empresario Noboa, de 35 años, protagonista novedoso en el escenario político nacional, asegura que invertirá en equipos policiales, creará un importante programa de ciberseguridad y fortalecerá el sistema de Justicia para que las prisiones no sean invadidas.

No hay chaleco antibalas que baste cuando nos quieren matar a fondo

Sin condescender a la minucia ultrajante de buscar pruebas suficientemente aceptables cuando sienten que corren grave peligro cierto sus propias vidas, tanto González como su más joven contrincante Noboa han afirmado en estos días que durante este tramo de campaña de cara a la segunda vuelta presidencial del 15 de octubre una y otro han sido posibles objetivos de violencia y tentativas de asesinato selectivo.“Debido a eso, me he visto obligada a calzar este chaleco a prueba de balas” dijo González en un acto de campaña ya a principios septiembre. Lo hacía sin gusto pero con resignación: “Antes de eso nunca había estado dispuesta a usar el chaleco, porque siento que todos deberían tener acceso a la misma seguridad en el país”.

No resulta novedoso el cuidado de la candidata. En la primera vuelta, las imágenes de las elecciones extraordinarias de Ecuador probaron la crítica situación de inseguridad que asola al país. Ciudadanas y ciudadanas obligados a abrir sus carteras o mochilas al ingresar a los recintos de votación; los candidatos votaron protegidos con chaleco antibalas y casco, y un amplio despliegue militar y policial. El mayor nivel de resguardo se registró en torno a Christian Zurita, sucesor del candidato presidencial Fernando Villavicencioasesinado el pasado 9 de agosto cuando salía de un mitin proselitista en Quito.

El suceso había consternado al país que no se  terminado de reponerse de la pérdida de Agustín Intriago, alcalde de Manta, uno de los puertos más importantes del país. Anteriormente, Javier Pincay, candidato a alcalde de Portoviejo Luis Chonillo, alcalde Durán sobrevivieron a atentados 

Con todo, el 82% de los más de 13 millones de ecuatorianas y ecuatorianos con la chance de sufragar, votaron en las elecciones de primera ronda. Lo que demuestra que la intimidación no será la ganadora el día del balotaje. Al menos, esto sostiene  Máximo Zaldívar, director regional de América Latina y el Caribe en la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES).

AGB

Etiquetas
stats