Brasil ya no figura en el Mapa del Hambre de la ONU: salió por segunda vez con Lula, había vuelto con Bolsonaro

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el director general de la FAO, Qu Dongyu, celebraron la exclusión de Brasil del Mapa del Hambre de la ONU. El mandatario sudamericano llamó al titular de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Food and Agriculture Organization, por sus siglas en inglés) para ponerse a disposición en la lucha global contra el hambre y la pobreza, según informó la Presidencia brasileña.
“Para acabar con el hambre y la pobreza, necesitamos incluir a los pobres en el presupuesto del país, en los presupuestos de los estados y de los municipios”, declaró Lula.
El presidente se declaró el “hombre más feliz del mundo”, pero también asumió el papel de “soldado de Brasil, soldado de la FAO, soldado global” en la causa de erradicar el hambre y la pobreza, con o sin mandato presidencial.
Por su parte, el ejecutivo de la ONU aseguró que, en 2026, la FAO visitará Brasil para conocer las experiencias del país en la lucha contra el hambre durante el Foro de la CELAC.
El comunicado indica que “esta fue la segunda vez que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva retiró al país de esta categoría: la primera fue en 2014, tras 11 años de políticas consistentes”.
Sin embargo, a partir de 2018, el desmantelamiento de los programas sociales provocó que Brasil retrocediera y volviera al Mapa del Hambre.
Brasil salió nuevamente del Mapa del Hambre gracias a una reducción significativa de la inseguridad alimentaria, un avance que representó un hito histórico impulsado por políticas integradas y efectivas, anunció el Gobierno.
“Es con gran orgullo e inmensa alegría que informo que Brasil está una vez más fuera del mapa del hambre. Esto significó que reducimos la inseguridad alimentaria grave y la desnutrición a menos del 2,5% de la población”, resaltó Lula.
En sus redes sociales, también escribió: “Es una conquista histórica que demuestra que con políticas públicas serias y compromiso con el pueblo es posible combatir el hambre y construir un país más justo y solidario”.
El ministro Wellington Dias recordó que salir del Mapa del Hambre fue el primer objetivo del presidente Lula al iniciar su mandato en 2023.
“Demostramos que, con el Plan Brasil Sin Hambre, mucho trabajo y políticas robustas, era posible alcanzar esa meta en apenas dos años. No hay mandato sin justicia alimentaria. Y no hay justicia social sin democracia”, expresó.
El anuncio se realizó durante la Segunda Cumbre del Comité de Seguridad Alimentaria de la ONU, en Etiopía.
Según el Gobierno, para finales de 2023 unos 24 millones de personas salieron de la inseguridad alimentaria severa, mismo año en que la pobreza extrema se redujo al 4,4%, el nivel más bajo registrado en Brasil.
El Mapa del Hambre de la ONU identifica a los países donde más del 2,5% de la población sufre desnutrición severa.
Las políticas que impulsaron esta transformación incluyeron la creación del plan Brasil Sin Hambre, el relanzamiento del PAA y la restitución del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
También se revalorizaron instrumentos como el programa Bolsa Familia, clave en la salida de Brasil del Mapa en 2014, mediante transferencias condicionadas que garantizan educación, salud y alimentación.
Brasil está impulsando, además, la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, lanzada durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, con respaldo de más de 80 países.
El objetivo es compartir buenas prácticas y acelerar la erradicación del hambre en otras naciones antes de 2030.
JJD, con información de EFE.
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