ENTREVISTA

Sultan Barakat: “La comunidad internacional tiene la responsabilidad de hablar ahora con los talibanes”

Sultan Barakat es director y fundador del Centro sobre conflictos y estudios humanitarios en Doha y da clase de Políticas en la Universidad de York. Lleva años participando en las negociaciones entre el Gobierno afgano, los talibanes y Estados Unidos, y aún tiene esperanza de que haya un acuerdo político para estabilizar el país. Habla con elDiario.es desde Doha, sede de las charlas desde 2020.

¿Le sorprendió la caída tan rápida de Kabul?

Sí, me sorprendió la fragilidad del Gobierno. Dicho lo cual, unos días antes de la caída hubo algunas conversaciones entre las partes en Doha para garantizar una transición pacífica y ordenada. Había un claro sentimiento de que no podía haber una solución militar para Afganistán y de que había que trabajar para un acuerdo. Era el pacto mientras los talibanes se acercaban a Kabul. Se acordó que los talibanes estarían fuera de la ciudad, que los americanos evacuarían a los extranjeros y las dos partes acordarían un gobierno y se asegurarían que se hacía de manera pacífica. 

La sorpresa fue que el presidente Ghani dejara el palacio presidencial. Fue una sorpresa la rapidez con la que dejó el poder, puede que no estuviera informado del acuerdo político que se estaba cerrando. Eso aceleró todo. Fue una sorpresa incluso para los asesores más cercanos al presidente, que no tenían ni idea de sus planes de evacuación. Eso alteró el equilibrio de poder y los talibanes mandaron a su gente para asegurar la ciudad. 

¿Si el presidente se hubiera quedado podríamos estar en un lugar diferente ahora?

Creo que habríamos estado en un lugar mejor para negociar un entendimiento común que no parezca una rendición. Hubiera sido mucho mejor si se hubiera quedado.

Algunas voces del Gobierno afgano dicen también que si Estados Unidos hubiera retrasado unas semanas la retirada de las tropas se hubiera alcanzado un pacto político. ¿Está de acuerdo?

No. No creo que hubiera supuesto ninguna diferencia porque la principal dificultad es que esa parte ha confiado demasiado en Estados Unidos y lo ha utilizado como excusa para no comprometerse políticamente de manera suficiente con los talibanes. Y eso ha estado pasando continuamente en casi dos años de negociaciones. Se forzó la mano de Estados Unidos. 

¿Y cuáles son las posibilidades de un gobierno de transición ahora?

Hasta ahora, los talibanes nos han sorprendido por lo disciplinados que están siendo. Generalmente, en este tipo de circunstancias hay caos total y no parece que haya pasado. No está habiendo un baño de sangre en Kabul. Al mismo tiempo, los talibanes parecen estar extendiendo la mano a los demás. Lo hemos visto en los últimos dos días en el intento de formar un Gobierno hablando con líderes políticos. Lo más importante es que no han declarado oficialmente el emirato y no han exigido el reconocimiento internacional de un sistema político en particular, lo que significa que mantienen la puerta abierta a distintas opciones. Y eso es esperanzador.

Pero sus representantes dicen que en cualquier caso no será una democracia, ¿verdad?

Ellos no tienen fe en la democracia como tú y yo la entendemos. Y tienen razones para ello. En los últimos 20 años de supuesta democracia, cada vez que se celebraban elecciones había caos y se imponían resultados con presión desde fuera. No tienen un buen concepto de la democracia. La ven asociada con la corrupción. Miran a todas estas personas que han huido del país ahora que estaban trabajando bajo el paraguas de la democracia. Ciertamente, no ha habido una buena experiencia. 

Creo que debemos centrar nuestra atención en este momento de transición en el que pueden estabilizar la situación, incluida la situación económica, y asegurarse de que las fronteras estén abiertas. Eso no pueden hacerlo sin la comunidad internacional. Para que haya una estabilización tienen que involucrar al resto del mundo, al resto de actores.

¿Y cómo pueden lograr eso si estamos viendo información de cómo los talibanes van de puerta en puerta para encontrar a personas que trabajaron para Estados Unidos y la OTAN? ¿Existe una brecha entre lo que dicen los líderes y lo que está sucediendo en el terreno?

No sé si las informaciones son correctas, la información desde Kabul ha sido desigual. Y no creo que eso represente la imagen completa. La posición oficial es que no van a hacer eso. El área del aeropuerto es especialmente preocupante, hay elementos rebeldes o bandidos. El compromiso es que no saquen a la gente de su casa. Pero no sé, estoy en Doha. 

Esto se basa en un documento de inteligencia para la ONU. 

Bueno, no lo sé, quizás haya casos aislados, pero creo que en general han conseguido que no sea así. Pero ha habido casos contra líderes políticos. 

La comunidad internacional está preocupada por los derechos de las mujeres en particular, y hay escenas y testimonios de mujeres que han sufrido abusos o no pueden ir a trabajar. ¿Cree que eso va a jugar un papel importante en un posible acuerdo? ¿Ve alguna señal de esperanza?

Vemos un gran cambio desde la posición sobre las mujeres de 1996. Ahora los talibanes entienden el papel crítico de la mujer para la economía y la sociedad. Hasta ahora el compromiso ha sido que aquellas mujeres que están trabajando seguirán trabajando. La única condición es que sea “dentro de los límites del Islam”. Éste es un concepto muy amplio y no es fácil de interpretar. Lo único que han dicho hasta ahora es sobre el hijab, que es algo que ya llevan el 99,9% de las mujeres afganas. Afganistán es un país islámico muy conservador. Hay áreas más controvertidas como las mujeres en películas o presentando programas en la tele. Aunque al principio parecía que los talibanes no tenían problemas en ser entrevistados por una mujer. 

¿Cree que habrá mujeres en el Gobierno?

Tal vez, pero ellos tienen una dificultad especial con el concepto de inclusión. No ven al gobierno como una forma de equilibrar distintas partes sólo por lo que son, sino para servir a la administración del país lo mejor posible... Veremos. Espero que haya mujeres, pero no estoy seguro de si sucederá. 

¿Y habrá políticos de gobiernos anteriores? Hemos visto a Hamid Karzai en la negociación. ¿Puede estar él o miembros de su Gobierno?

No sé sobre Karzai en concreto, pero sí habrá figuras de fuera de los talibanes. Por eso creo que es esperanzador que estén dispuestos a debatir la composición. 

¿Espera algún anuncio pronto?

Espero anuncios. Lo que falta ahora es que la comunidad internacional se aclare. Creo que no podemos esperar hasta que los talibanes nos demuestren con hechos lo que dicen. Si seguimos esperando, será demasiado tarde. Es más constructivo que la comunidad internacional hable ahora con ellos, con la esperanza de que así los puedan guiar hacia un resultado mejor como todos queremos. 

¿Están involucrados los estadounidenses de alguna manera en las charlas ahora?

Los estadounidenses están involucrados a diferentes niveles, en seguridad, para no agredirse los unos a los otros. Políticamente, no.

¿En qué medida cree que los talibanes necesitan el apoyo financiero exterior? 

Creo que lo necesitan y deben darse cuenta de eso. Obviamente, necesitarán ayuda económica aunque no tengan que mantener un ejército con tantos medios como hasta ahora. 

¿Y lo puede utilizar la comunidad internacional para presionar sobre el respeto de los derechos de las mujeres o las minorías?

Sí, si lo hace de manera inteligente y no de manera estúpida. No si lo impone como condición directa. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de involucrarse y entender la perspectiva del otro lado. 

¿Y cómo se imagina la posición de Afganistán en unos meses? ¿Parecida a la de Arabia Saudí, un régimen muy conservador con el que Occidente tiene muchos lazos económicos?

Puede que sea su propia cosa. No es una monarquía así que tiene sus propios matices. Es un Islam que tiene una base socialista. 

¿Podría estar más cerca de Rusia?

No creo, aunque es lo que querrían Rusia y China.