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Una legisladora oficialista japonesa ganó el premio anual al comentario más sexista: dice que las mujeres mienten sobre el acoso y el abuso sexual

Según la política nacionalista Mio Sugita, que ocupa en el Congreso una banca del partido hegemónico en Japón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres "pueden mentir todo lo que quieran sobre la violencia de género" cuando saben que no las van a contradecir.

Justin McCurry

Desde Tokio, Japón —

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Entre todos los candidatos para el comentario más sexista de Japón del año, parecía haber un ganador cantado. Era Yoshiro Mori, ex titular del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El mes pasado fue forzado a renunciar después por haberse quejado de que las mujeres “hablaban mucho” durante las reuniones.

Sin embargo, Mori no pudo competir contra el historial de insultos a mujeres y a integrantes de la comunidad LGBT de Mio Sugita. Esta política conservadora de 51 años ocupa una banca oficialista en la cámara baja del Parlamento japonés.

Diputada por el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), Sugita fue proclamada ganadora esta semana después de una votación en línea organizada por Noaseps (No a todos los discursos públicos sexistas), un grupo integrado por académicos y activistas que luchan contra la discriminación de género en Japón.

Sugita alcanzó protagonismo en septiembre del año pasado cuando dijo a sus colegas legisladores del PLD en una reunión privada que “las mujeres pueden mentir todo lo que quieran” sobre la violencia sexual.

El grupo Noaseps dijo que las declaraciones de Sugita habían obtenido 1.995 votos (es decir, repudios) entre los 6.031 emitidos por votantes del público durante el período de una semana contada desde finales de febrero. Cada votante había tenido la opción de elegir hasta dos de entre los ocho comentarios más sexistas que se difundieron durante los 12 meses anteriores.

El grupo organizador calificó el comentario de Sugita como “misógino, ya que cuestiona a las mujeres cuando presentan denuncias de violencia sexual: las trata como si en principio fueran informes falsos, mentiras de pies a cabeza, para los que no aportan nada concreto como sustento”.

Con la victoria de la diputada oficialista sexista y misógina, el expresidente del Comité Organizador Tokio de los Juegos Olímpicos 2020 y ex primer ministro (2000-2001) del mismo partido monopólico que Sugita, quedó en segundo. Mori obtuvo 1.216 votos-repudio, según informes de los medios japoneses.

El tercer lugar fue para Masateru Shiraishi, un miembro de la asamblea de Adachi en un distrito de Tokio que se quejó de que el área sería “arrasada” por la despoblación si los derechos de las minorías sexuales estaban protegidos por la ley.

Si bien Mori renunció después de que sus comentarios provocaron un gran revuelo en Japón y en el extranjero, Sugita, aliada del ex primer ministro Shinzo Abe, ha sobrevivido a los pedidos por su renuncia.

Ya había sido muy votada en 2019, cuando ganó el segundo puesto después de decir que los miembros de la comunidad LGBT eran “improductivos” porque no pueden tener hijos.

Sugita publicó un artículo en una revista ilustrada donde explicaba que las parejas del mismo sexo “no producen hijos. En otras palabras, carecen de productividad y, por lo tanto, no contribuyen a la prosperidad de la nación”. Con este argumento que unía esterilidad e indigencia, cuestionó el uso del dinero de los contribuyentes para apoyar los matrimonios de personas de mismo sexo.

Docenas de gobiernos locales en Japón han reconocido las parejas del mismo sexo en los últimos años, pero los matrimonios entre personas del mismo sexo aún no han obtenido reconocimiento legal.

Sugita fue derrotada en la votación de 2019 cuando el ganador del galardón de sexismo fue Taro Aso, el todopoderoso ministro de Economía japonés. Después de que Junichi Kukuda, el funcionario de mayor rango de su Ministerio, fuera acusado de haber acosado sexualmente a una reportera televisiva, Aso intentó culpabilizar a la denunciante. 

Aso dijo que la supuesta víctima “podría haber abandonado la escena” si le hubiera disgustado tanto el comportamiento de Fukuda. Y agregó que los medios de comunicación podían evitar perfectamente la reiteración de hechos, o quejas, similares con el simple expediente de asignar sólo periodistas masculinos a la cobertura de la Economía.

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio

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