CRÓNICA

“Tuve que pagar 500 dólares al día por la electricidad”: una tormenta de nieve en Texas saca a la luz el costo oculto de privatizar servicios y desregular tarifas

Alexandra Villarreal

Desde Houston, Texas, EEUU —

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En medio de una tormenta de nieve tan severa y mortal como nunca antes había conocido Texas, Nathan Polk-Borgerding vivía aterrorizado con la idea de que Griddy, la empresa a la que había contratado su servicio de electricidad, iba a cortar el suministro de energía en Abilene (su ciudad, entre los condados de Taylor y Jones) si él y quienes vivían con él permitían que el saldo de su cuenta cayera por debajo de los US$ 10.

Así que transfirió US$ 50 de su cuenta bancaria -única reserva monetaria que le quedaba- para tratar de mantenerse al día con los pagos a la empresa de electricidad. Pero fue ahí cuando la red eléctrica de Texas colapsó. No les cortaron la luz ni a él ni a quienes vivían con él, pero el precio local al por mayor de la electricidad aumentó un 10.000%.

La compañía Griddy, que ofrece a sus usuarios electricidad a tarifas mayoristas, envió a Polk-Borgerding un mensaje de texto advirtiéndole que los clientes deberían cambiar de servicio cuando el clima invernal extremo comenzara a afectar a Texas. Sin embargo, cuando Polk-Borgerding recibió ese mensaje, ya había pasado el tiempo límite para cambiar de empresa durante el fin de semana.

Mientras tanto, su factura de energía seguía aumentando, porque aumentaba la tarifa del servicio.

“No podía salir de ahí, no podía hacer nada, y tuve que pagar los US$ 400 o 500 que me facturaban por día, para que funcione la electricidad”, dijo.

Mientras millones de tejanos se quedaron sin electricidad y agua, otros tantos, simultáneamente, vivían preocupados, indefensos, por los precios de las tarifas de electricidad, catastróficamente altos, que de golpe les empezaron a cobrar y que pronto empezaron a no poder pagar.  

Cuando la helada continuaba y dejaba desconectados a los tejanos que trataban de calentar como pudieran sus hogares, la demanda de energía superó con creces la oferta, lo que provocó que los precios mayoristas de la energía se dispararan.

Desde una mujer que enviudó hace poco que dejó que la temperatura de su casa bajara hasta - 6ºC, con el propósito de ahorrar lo más posible en facturas de luz, hasta un veterano del ejército que está gastando los ahorros de toda una vida para pagar las facturas, los residentes del estado están sufriendo ahora la peor parte de una crisis dentro de una crisis, desde que de un día para otro empezaron a tener una deuda de miles de dólares por la electricidad que usan.

El enorme impacto financiero con el que ahora cargan es un resultado del funcionamiento del mercado energético de Texas, en gran parte desregulado. Los clientes tienen la posibilidad de elegir muchos planes entre muchas empresas proveedoras, y esto incluye planes de alto riesgo que pueden cobrar mensualidades muy baratas, pero que pueden saltar a centenares o miles de dólares porque la tarifa está ligada a la volatilidad del precio local de la electricidad al por mayor.

Sea que estén lidiando ya con impacto desagradable del costo que parecía barato y resultó carísimo, sea que tengan planes de tarifa fija que hasta ahora los hayan protegido temporariamente de esos costos insostenibles, los consumidores de Texas finalmente tendrán que pagar por una infraestructura estadual e energía muy vulnerable desde que colapsó bajo la presión del desastre natural de este mes.

Después de una fallida gestión de emergencia de la tormenta invernal, el liderazgo republicano de Texas ahora promete mitigar el impacto de los precios de la electricidad exponencialmente más altos, en parte mediante la emisión de una moratoria de los cortes de servicio a los usuarios debido a la falta de pago.

El gobernador Greg Abbott dijo que atender la situación de los usuarios que no pueden pagar las facturas es una “ prioridad máxima”. También ha encomendado a los legisladores estaduales y a las empresas de electricidad “acondicionar para el invierno” la infraestructura de la red para prevenir calamidades futuras. Sin embargo, aunque algunos expertos advierten que será difícil adaptar las plantas que ya existen, en este estado sureño habitualmente tan cálido o templado, a las bajas temperaturas.

“Los tejanos que sufrieron días de mucho frío sin electricidad no deberían estar sujetos a tarifazos debido a un aumento en el mercado de la energía”, dijo Abbott el domingo.

El senador Ted Cruz -quien junto con el fiscal general del estado, Ken Paxton, y el representante estatal, Gary Gates, se largaron de la ciudad la semana pasada, aun cuando sus electores tiritaban y pasaban hambre, y muchos murieron por hipotermia y envenenamiento por monóxido de carbono (él se fue a Cancún)- , también ha condenado la crisis energética.

“Esto está mal. Ninguna compañía eléctrica debería obtener una ganancia inesperada debido a un desastre natural, y los tejanos no deberían ser golpeados por incrementos de tarifas ridículos durante la debacle energética de la semana pasada”, tuiteó Cruz. “Los reguladores estatales y locales deben actuar con rapidez para prevenir esta injusticia.”

Polk-Borgerding y sus compañeros trabajan en comercios minoristas donde sus jornadas laborales se han reducido debido a la pandemia del Covid-19. Los US$ 334 que ellos y sus padres lograron a duras penas reunir para no quedarse sin electricidad en este mes helado eran dólares que estaban destinados “a comida”, dice.

Para cuando cambiaron de proveedor y sistema en medio de la larga tormenta, le debían a la empresa Griddy unos insostenibles US$ 1.757,43, que Polk-Borgerding duda de poder pagar alguna vez en el futuro.  

“La vida todavía se mueve”, dijo. “Tengo una nueva factura de luz, de una nueva empresa, que tengo que empezar a pagar a partir de ahora. Y, por supuesto, todas las demás facturas, que no sólo la luz hay que pagar.”