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El ultimátum de Israel para la evacuación masiva de Gaza dispara las alarmas: “Se está convirtiendo en un agujero infernal”

Palestinos con sus pertenencias huyen de sus hogares tras los ataques aéreos israelíes en la ciudad de Gaza este viernes.

Icíar Gutiérrez

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Muchos de los testimonios que llegan desde Gaza en las últimas horas convergen en una idea: allí no hay lugar seguro ni escapatoria. Hay quienes dicen que no saben qué hacer tras el ultimátum de Israel para una evacuación masiva de la ciudad de Gaza y sus alrededores que ha hecho saltar las alarmas de Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias. Otros, asustados, empacan sus pertenencias y dejan atrás sus casas. Otros hablan de personas con maletas en la mano como si quisieran huir, pero ¿adónde?

La gente no tiene adónde ir en medio de la destrucción de infraestructuras y con las fronteras cerradas, ha remarcado con tono desesperado Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja Palestina, a los micrófonos de la BBC. “Olvídate de la comida, olvídate de la electricidad, olvídate del combustible. La única preocupación ahora es si vas a sobrevivir, si vas a vivir”, dijo también a la agencia Associated Press.

Israel advirtió a los civiles de Gaza que se aparten del camino después de seis días de constantes bombardeos que han matado a cerca de 1.800 personas y mientras sigue flotando en el aire la posibilidad de una ofensiva terrestre tras el brutal ataque de Hamas del pasado sábado.

“Nuestros enemigos acaban de empezar a pagar el precio. No voy a detallar lo que vendrá después. Pero les digo que es sólo el principio”, ha dicho este viernes el primer ministro Benjamin Netanyahu.

Un portavoz de la ONU explicó en una entrevista que, antes de la medianoche del jueves, sus equipos habían sido informados de “que toda la población de Gaza al norte de Wadi Gaza debía trasladarse al sur de Gaza en las próximas 24 horas”. Esto equivale a aproximadamente 1,1 millones de personas, la mitad de la población de todo el territorio palestino. La orden también afecta al personal de Naciones Unidas y a aquellas personas que se refugian en sus instalaciones.

La ONU ha sido clara: una evacuación en tal magnitud es imposible sin consecuencias humanitarias “devastadoras”. Ha suplicado que la orden sea rescindida para evitar “lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa”. “El cordón que rodea a la población civil de Gaza se está tensando. ¿Cómo se supone que 1,1 millones de personas van a desplazarse por una zona de guerra densamente poblada en menos de 24 horas?”, ha escrito en X (antes Twitter) el jefe de ayuda humanitaria de Naciones Unidas, Martin Griffiths.

Cerca de las 7:00 a.m. de este viernes, el Ejército ha emitido el ultimátum directamente a cientos de miles de habitantes de Gaza, diciéndoles que huyeran al sur de la zona de humedales de Wadi Gaza. La mitad norte de la Franja incluye el asentamiento más grande del enclave costero, la ciudad de Gaza.

“Civiles de la ciudad de Gaza, id al sur por vuestra propia seguridad y la seguridad de vuestras familias, y alejaos de los terroristas de Hamas que os están usando como escudos humanos”, ha dicho un portavoz de las fuerzas armadas israelíes, que ha acusado a la milicia de esconderse dentro y debajo de edificios civiles. “Podrá regresar a la ciudad de Gaza solo cuando se haga otro anuncio que lo permita”. El Ejército ha dicho a medios como AP que no ha dado un plazo formal.

Hamas, que controla el enclave, pidió a los residentes que no se muevan, que permanezcan en sus casas y se mantengan firmes contra lo que llama “esta repugnante guerra psicológica emprendida” por Israel.

Este viernes, las crónicas de distintos medios internacionales han informado de que muchas personas están metiendo sus pertenencias en maletas y bolsas de plástico, recogiendo a sus hijos y comenzando a trasladarse hacia el sur. Varios vídeos han mostrado a familias en coches, camiones y carros tirados por burros llenos de mantas y pertenencias se han agolpado por una carretera principal que sale de la ciudad de Gaza.

Pero muchas se muestran reacias a irse o tienen dudas de poder encontrar seguridad en el sur. “La muerte es mejor que marcharse”, ha dicho Mohammad, de 20 años, a la agencia Reuters en el centro de Gaza. Muchas tampoco tienen vehículos y no pueden moverse mientras continúan los bombardeos.

Rama Abu Amra, una estudiante que ya había huido varias veces con su familia por la ciudad de Gaza desde que comenzaron los bombardeos, ha contado este viernes a The Guardian que ha abandonado el lugar más seguro en el que creía que podía estar y esta vez no sabía adónde ir. “No sabemos qué hacer. Esperamos seguir con vida, porque realmente no sé si lo haré o no. Recen por nosotros. No tenemos internet, ni agua, ni comida. No hay conexión, todo es tan duro. Nunca habíamos vivido algo así”.

“Trasladar a más de un millón de personas a través de una zona de guerra densamente poblada a un lugar sin alimentos, agua ni alojamiento, cuando todo el territorio está sitiado, es extremadamente peligroso y, en algunos casos, simplemente imposible”, ha dicho este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha alertado de que la situación en Gaza ha alcanzado “un nuevo y peligroso mínimo”.  

Numerosas voces han advertido de que un desplazamiento masivo en medio de las hostilidades como este pone en peligro inmediato las vidas de los enfermos y heridos. El sistema de salud de Gaza ya está al borde del colapso y los hospitales del sur de la Franja están al límite de su capacidad. Los dos hospitales del Ministerio de Sanidad en el norte de Gaza que siguen funcionando han superado con creces su capacidad combinada de 760 camas, con un grave hacinamiento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha pedido que se revoque inmediatamente la orden, entre los pacientes vulnerables se encuentran los que están gravemente heridos o dependen de respiración asistida. La premura del plazo, la compleja logística del transporte, las carreteras dañadas y, sobre todo, la falta de atención de apoyo durante el transporte, se suman a la dificultad de trasladar a los enfermos, dice la OMS. La Media Luna Roja Palestina ha explicado que no tiene los medios para evacuar a los enfermos y heridos de sus hospitales, ni a las personas ancianas y con discapacidad. “No hay zonas seguras en toda la Franja de Gaza”, asegura.

Este viernes, en torno a las 19:30 hora española, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha dicho que Israel ha dado dos horas para evacuar el hospital Al Awda, en la ciudad de Gaza, donde su personal todavía estaba tratando a pacientes. “Condenamos esta acción, el continuo derramamiento de sangre y los ataques a la atención sanitaria. Intentamos proteger a nuestro personal y a los pacientes”.

Las instrucciones emitidas por las autoridades israelíes para que los habitantes de la ciudad de Gaza abandonen de inmediato sus hogares se suman al cerco completo que los deja sin alimentos, agua y electricidad en un territorio en el que la situación humanitaria ya era muy difícil tras 16 años de bloqueo. Más de 423.000 personas ya han tenido que abandonar sus hogares por la fuerza a causa de la violencia en la última semana. El paso fronterizo de Ráfah –al sur– con Egipto ha permanecido cerrado a la circulación de personas y mercancías. 

“Indignante e irresponsable”

Las organizaciones sociales y humanitarias han salido a lo largo del día en cascada a alertar sobre las consecuencias la orden israelí y han remarcado que no se está ofreciendo a la población ninguna garantía para su seguridad o su regreso. Coinciden en que evacuar a un millón de personas en un plazo tan corto no es razonable, ni realista, además de peligroso. Médicos del Mundo ha dicho que solo un alto el fuego permitirá a la población desplazarse con seguridad.

Médicos Sin Fronteras ha denunciado que la orden de evacuación es un “ultimátum indignante e irresponsable” que no hará sino agravar la crisis humanitaria que ya existía y se muestra preocupada por la suerte de los civiles que no pueden abandonar el norte de la Franja. La organización reclama que se identifiquen zonas seguras no afectadas por el conflicto para las poblaciones que no puedan huir, incluidos hospitales a los que puedan dirigirse. “Gaza está siendo arrasada y miles de personas están muriendo. Esto debe terminar ya. Condenamos de la forma más rotunda esta exigencia de Israel”, ha dicho Raquel González, responsable de Relaciones Institucionales de Médicos Sin Fronteras.

MSF ha confirmado que sus equipos internacionales, formados por una veintena de personas con base en el norte de Gaza, se han trasladado al sur de la Franja, mientras explica que es difícil verificar la situación de su personal palestino. “Algunos de ellos están intentando marcharse al sur con sus familias”, dice la ONG. “Otros, en particular el personal médico, permanecerán en el norte para tratar a los enfermos y heridos”. 

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) asegura que la orden israelí no es compatible con el derecho internacional humanitario. “Cuando las potencias militares ordenan a los habitantes que abandonen sus hogares, deben adoptar todas las medidas posibles para que la población tenga acceso a los bienes básicos, como la comida y el agua, y para que los miembros de una misma familia no sean separados”, subraya en un comunicado. “Gaza es una zona cerrada, de tamaño y recursos limitados. Para los habitantes de Gaza, hoy es imposible saber qué zonas serán atacadas”.

El Comité Internacional de la Cruz Roja explica que con un cerco militar como el que está en vigor, las organizaciones humanitarias, entre ellos su propia organización, “no podrán prestar asistencia en medio de un desplazamiento masivo” de la población de Gaza. Su oficina en la ciudad de Gaza recibió las mismas instrucciones de abandonar el lugar, al igual que otras organizaciones internacionales. “Estamos sumamente preocupados por nuestros colegas de Gaza y sus familiares. Mantenemos nuestra determinación de hacer todo lo que está a nuestro alcance para prestar protección y asistencia humanitarias a la población de Gaza”.

“La escala y la velocidad de la crisis humanitaria que se está desarrollando son escalofriantes. Gaza se está convirtiendo rápidamente en un agujero infernal y está al borde del colapso”, ha dicho Philippe Lazzarini, comisario general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), quien ha advertido de que que la orden de reubicación “solo conducirá a niveles de miseria sin precedentes y empujará aún más a la población de Gaza al abismo”. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos ha dicho que no evacuaría sus escuelas, donde se han refugiado cientos de miles de personas. Pero ha trasladado su sede al sur de Gaza, según informa la agencia AP citando a la portavoz Juliette Touma.

“Ordenar a un millón de personas en Gaza evacuar cuando no hay un sitio seguro al que ir no es una advertencia efectiva. Las carreteras son escombros, el combustible escasea y el principal hospital está en la zona de evacuación”, ha dicho también Clive Baldwin, asesor legal de Human Rights Watch (HRW), que ha enfatizado que esta orden no altera las obligaciones de Israel en las operaciones militares a la hora de no atacar objetivos civiles y tomar todas las medias en su mano para minimizar el daño.

“Crimen contra la humanidad”

Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, dijo que el “pánico, el caos y el trauma causados por el ultimátum israelí a un millón de civiles no tiene límites en Gaza”, según los trabajadores que también tienen que huir. Según han confirmado sus compañeros en Gaza, hay innumerables personas en las partes septentrionales que no tienen medios para reubicarse con seguridad bajo el constante bombardeo.  

Egeland ha añadido que la exigencia militar israelí de que millones de civiles se trasladen al sur “sin garantías de seguridad ni de retorno” equivaldría “al crimen de guerra de traslado forzoso”. “El castigo colectivo de innumerables civiles, entre ellos niños, mujeres y ancianos, en represalia por actos de horrible terror cometidos por hombres armados es ilegal según el derecho internacional”, denuncia. 

Según indica, la organización que Israel “pueda alegar que los palestinos que no pudieron huir del norte de Gaza pueden ser considerados erróneamente participantes directos en las hostilidades, y convertidos en objetivo”.

En esta misma línea, Paula Gaviria Betancur, relatora especial de la ONU sobre los derechos humanos de los desplazados internos, ha exigido a Israel que revoque inmediatamente su orden y la ha calificado como como un crimen contra la humanidad y una “flagrante” violación del derecho internacional humanitario. “Los traslados forzosos de población constituyen un crimen contra la humanidad, y el derecho internacional humanitario prohíbe los castigos colectivos”, ha dicho. “Triplicar la población desplazada de la noche a la mañana diezmará y alterará permanentemente a la población civil de Gaza”. La relatora ha recordado a Israel “que el respeto del derecho internacional es obligatorio, no opcional, durante cualquier conflicto”.

El presidente palestino, Mahmud Abás, advirtió al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que el desplazamiento de la población de la Franja de Gaza supondría “una segunda nakba”, en alusión al éxodo de cientos de miles de palestinos que huyeron o fueron expulsados durante el conflicto desencadenado tras la creación del Estado de Israel en 1948. Blinken también se ha reunido en la capital de Jordania con el rey Abdalá II, que ha advertido de “cualquier intento de desplazar a los palestinos”, además de la “necesidad de abrir corredores humanitarios urgentes” para llevar ayuda al enclave palestino. También ha denunciado “la adopción de una política de castigo colectivo” contra los gazatíes.

En una rueda de prensa posterior, Blinken ha ido más allá y ha apuntado a la posibilidad de establecer “zonas seguras” dentro de Gaza, con la ayuda de las organizaciones humanitarias como el Comité Internacional de la Cruz Roja, en coordinación con Israel y otros países. El jefe de la diplomacia estadounidense ha dicho que esas áreas son “la mejor forma” de proteger a los civiles de la franja en medio de las hostilidades, según han recogido los medios estadounidenses.

Mientras crecía la alarma por la orden de evacuación, este viernes, en torno a las 18:30 hora española, el Ejército israelí informaba de que ha efectuado “incursiones localizadas” dentro de Gaza para intentar encontrar a rehenes cautivos en la Franja y atacar a milicianos palestinos en el área. “Los soldados de las FDI buscaron y recogieron pruebas que ayudaran a localizar a los rehenes. Además, los soldados de las FDI desbarataron células e infraestructuras terroristas localizadas en la zona, incluida una célula de Hamás que disparó misiles antitanque hacia territorio israelí”.

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha insistido en exigir la liberación de los rehenes capturados por las milicias palestinas tras los ataques del sábado que han conmocionado a la población israelí y se cobraron al menos 1.300 vidas. “Nada puede justificar los horrendos ataques que sufrió Israel el fin de semana pasado. Nos solidarizamos con las personas que sufrieron la pérdida de familiares o las que están sumamente preocupadas por sus seres queridos que están tomados como rehenes. Reiteramos nuestra petición para que los liberen inmediatamente y estamos listos para realizar visitas humanitarias”.

Sin embargo, añaden, “esos ataques no pueden justificar tampoco la destrucción sin límites de Gaza. Las partes no deben desatender sus obligaciones jurídicas sobre los métodos y medios de guerra”.

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