El Congreso vs Milei: a 48 horas del veto a las jubilaciones, la oposición sesiona para aprobar la emergencia en el Garrahan

El Congreso volverá a ser este miércoles el epicentro del malestar social frente a la motosierra libertaria. Puertas adentro, en el Palacio, la oposición buscará asestarle una nueva derrota legislativa a Javier Milei y sesionará para aprobar la emergencia en el Hospital Garrahan y una actualización presupuestaria para las universidades nacionales. No serán los únicos temas: el peronismo y sus aliados prepararon un temario que incluye casi todo el arsenal opositor con el objetivo de preparar el terreno para buscar, en dos semanas, los votos para revertir los vetos del Presidente a los jubilados y la emergencia en discapacidad.
Mientras tanto, afuera, en las calles, los jubilados volverán a movilizarse como todos los miércoles. Pero no lo harán solos. Se le sumarán los médicos del Garrahan y los trabajadores estatales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Dirección Nacional de Vialidad —dos organismos que fueron reestructurados por decreto por Mieli—, así como docentes de universidades nacionales.
La lucha por el control del Congreso
Dos días después de que Milei firmase el veto al aumento a los jubilados y la emergencia en discapacidad, la oposición buscará dar una demostración de fuerza en la Cámara de Diputados. Con el ariete social de los proyectos de emergencia pediátrica —que establece una recomposición de los salarios de los residentes y trabajadores del Garrahan— y de actualización de los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales, los bloques de la oposición retomarán la ofensiva y buscarán marcarle la cancha al Gobierno en el Congreso: una arena hostil que, cada vez que abre sus puertas, pone en entredicho la fuerza política del Presidente.
La oposición juega con los tiempos electorales. La sesión, que comenzará al mediodía, fue convocada 24 horas antes de que venza el plazo para presentar las alianzas nacionales con un solo objetivo: aprovechar políticamente el tendal de heridos que, saben, dejarán los cierres electorales de Karina Milei. A los bloques opositores no les queda mucho tiempo hasta diciembre, cuando el oficialismo logre engrosar sus filas en el Congreso, y están decididos a aprovechar la campaña para avanzar con su agenda legislativa.
Hasta el martes a la noche, los pasillos del Congreso eran un polvorín. Germán Martinez, de Unión por la Patria, Carla Carrizo, de Democracia para Siempre, Oscar Agost Carreño, de Encuentro Federal, entraban y salían de reuniones con los números del poroteo en la cabeza. Junto a los socios de la Coalición Cívica y la izquierda, los diputados de la oposición contabilizaban que tendrían el número para el quórum —se contabilizaba unas 131 presencias—, pero ninguno se terminaba de relajar: del otro lado, el Gobierno había empezado a llamar a gobernadores y radicales para intentar boicotear la sesión.

Era la danza previa de todas las sesiones: la oposición buscaba sumar porotos sueltos en los bloques aliados del Gobierno —como Julio Cobos o Natalia Sarapura en la UCR deloredista o Álvaro González en el PRO— mientras vigilaba los movimientos de los gobernadores más proclives a hacer desaparecer a sus diputados a último momento.
El cordobés Martín Llaryora había comprometido la presencia de los suyos, pero era el único: el resto de los gobernadores del “Grito federal”, que vienen de lanzar un espacio electoral de centro, preferían mantener, esta vez, un silencio elocuente. La santafesina Melina Giorgi, que responde a Maximiliano Pullaro, anticipó a sus compañeros de DPS que daría quórum, pero en las bancadas opositoras predominaba la desconfianza: el líder del espacio, el chubutense Ignacio Torres, había anticipado, en una reunión del PRO días antes, que ayudaría a blindar los vetos de Milei.
Lo mismo sucedía con el tucumano Osvaldo Jaldo y el salteño Gustavo Sáenz. Muchos gobernadores habían recibido el llamado de Casa Rosada en las últimas horas con el objetivo de convencerlos de boicotear la sesión. La oposición había incluido en el temario el emplazamiento de la comisión de Presupuesto para tratar los proyectos de los gobernadores como una zanahoria para atraer su presencia y lograr, así, aprobar los proyectos sociales.
Los gobernadores, sin embargo, aprovechaban, por esas horas, el apuro del Gobierno para negociar lo que le habían negado hasta entonces: fondos para sus provincias.
Temario XXL
Pese a las presiones, en la oposición se mantenían optimistas de que conseguirían el número. Había una segunda preocupación, sin embargo, y se refería al desafío de ordenar una sesión que tenía más de 10 iniciativas en el temario. Entre ellos un proyecto para reactivar la comisión investigadora por el caso $LIBRA: una iniciativa que, la última vez que intentó tratarse, se encontró con la resistencia de Martín Menem y, finalmente, una batalla campal entre el kirchnerismo y José Luis Espert que derivó en que la sesión se cayera por falta de quórum.

La estrategia de Menem, de fallar el boicot al quórum, será apostar a que la sesión vuelva a desmadrarse. El riojano no quiere que la oposición logre avanzar con los proyectos sociales, pero, fundamentalmente, quiere evitar que se le de empuje a las iniciativas de los gobernadores y otro tema: la emergencia en Bahía Blanca, declarada por el Congreso luego del temporal que arrasó con la ciudad. La ley fue vetada por Milei pero el Senado, hace un mes, consiguió los dos tercios para insistir en su sanción. Si la Cámara de Diputados consigue también los dos tercios será la primera vez que el Congreso le voltee un veto a Milei: todo un mensaje político a dos días del veto a los jubilados y la emergencia en discapacidad.
En el temario, además, se incluye la derogación de varios decretos delegados de Milei que reestructuraron y disolvieron diferentes áreas del Estado. Entre ellos: el Banco Nacional de Datos Genéticos, el Instituto Nacional del Teatro, el INTA y la Dirección Nacional de Vialidad. Con presencia de los trabajadores en las calles, el peronismo buscará conseguir una mayoría simple para rechazar los decretos.
MC/JJD
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