Cruces, chicanas y grabaciones cruzadas entre libertarios en la sesión informativa de Francos: “son corruptos”

“La van a pudrir antes ellos que nosotros”, ironizó una dirigenta de izquierda antes de entrar al recinto para escuchar a Guillermo Francos, casi como una premonición. Dicho y hecho. En medio del escándalo por las coimas que involucran a Karina Milei y Lule Menem, resultado de una interna sanguinaria en el corazón del gobierno libertario, los golpes más duros no llegaron ni de Máximo Kirchner ni de Vilma Ripol. Vinieron de los propios, de los enemigos íntimos de los hermanos Menem que rompieron el bloque libertario para encabezar una cruzada contra el presidente de la Cámara de Diputados.
Comenzó con el puntano Carlos D’Alessandro, que abandonó LLA y hoy preside “Coherencia”, el flamante bloque que integran Lourdes Arrieta y Marcela Pagano y que empieza a convertirse en un verdadero dolor de cabeza para Martín Menem. D’Alessandro le recordó a Francos que, hace dos años, se había barajado la posibilidad de nombrar a Cristian Ritondo o Florencio Randazzo como presidente de la Cámara de Diputados. Y puso el dedo en la llaga.

“Después surgió el nombre de Menem, y Menem está vinculado a todos los hechos de corrupción y de desgaste de la imagen de este Gobierno. No solo por las coimas de Spagnuolo, sino también el problema de corrupción que se ve en otros lados como los contratos del Banco Nación de la familia Menem, la intervención de Osprera que vincula a Lule Menem”, deslizó, mientras sus ex compañeros de bancada lo miraban con odio. Y remató: “¿Usted piensa que si no hubiéramos puesto a Martin Menem nos hubiésemos evitado estos hechos de corrupción?”.
Hasta hace un mes, D’Alessandro era un fiel soldado de LLA. Tras el cierre de listas, sin embargo, terminó apareciendo alineado con el resto de la oposición para votar a favor de la emergencia en Discapacidad y la comisión investigadora $LIBRA. ¿Qué había pasado en el medio? Lule Menem lo había dejado afuera del armado provincial, y D’Alessandro, ahora buscó cobrarse la venganza.
Principal apuntado en los audios de Spagnuolo, “Lule” está en el ojo de la tormenta. Hasta los principales aliados del Gobierno lo miran de reojo, expectantes a ver si Karina le termina de soltar la mano o no. “Nosotros vamos a bancar, pero si hay que cortarle la cabeza a Lule, que se la corten”, deslizó un diputado del PRO.

Luego fue el turno de Pagano, quien aprovechó para dejar expuesta una guerra de espías al interior de la SIDE. La ex periodista apuntó los cañones contra José Luis Vila, un exalfonsinista que recorre los pasillos de la SIDE hace años y que es el actual secretario de Estrategia Nacional. Pagano le pidió a Francos que le confirmase si Vila había sido operador de Oscar Parrilli en la ex AFI, si había estado involucrado en la muerte del fiscal Alberto Nisman y si había tenido alguna relación con la filtración de los audios de Diego Spagnuolo.
Mientras hablaba, sin embargo, Lilia Lemoine se le fue pegando. Se le sentaba adelante y la filmaba. Menem intentó llamarla al orden pero Lemoine no se corría e, incluso, se le pararía al lado durante gran parte de la sesión. “Dale ridícula, andá a tu banca”, le decía Pagano, que llamaba a Seguridad. “Me voy a quedar acá hasta que termine la sesión”, le respondía Lemoine. “Dale, andá con tu jefe, andá con los corruptos”, la cruzó Pagano, que calificaba así, por segunda vez, de corruptos a todos los Menem.
La situación fue escalando y comenzaron los gritos. Las diputadas –Lemoine, Pagano, Arrieta– se filmaban con los celulares. Se los ponían delante de las caras y, como si fueran las protagonistas de un streaming legislativo, se repetían sistemáticamente que dale, que repitieran lo que acababan de decir. El ambiente comenzó a caldearse. De un lado los libertarios las llamaban “traidoras”. Del otro, los ex libertarios respondían llamándolos “corruptos”.

Oscar Zago, titular del MID, pidió convocar un cuarto intermedio, pero no tuvo suerte. Lorena Villaverde, a quien Martín Soria acusó de tener una causa por tenencia de cocaína en Estados Unidos, denunció a los gritos que el radical Fernando Carbajal la había amenazado. La libertaria Juliana Santillán chillaba. Francos no lograba colar una palabra: solo podía mirar, absorto, los cruces.
Minutos después, el canal C5N filtraría la imagen de un chat de Lemoine con Menem durante la sesión. “Yo me puedo parar donde quiera”, decía, y agregaba: “Yo lo miraba a Francos y se jijeaba”.
“Nosotros después de varias deliberaciones internas elegimos a Menem y estamos muy orgullosos”, atinó a responder Francos cuando cesaron los gritos, en un espaldarazo al presidente de la Cámara de Diputados.
“Karina come más que Conan”
Después del escándalo protagonizado por libertarios y ex libertarios, el clima amainó. Francos, incluso, llegó a reconocer que el Gobierno “seguramente había cometido muchos errores en los últimos dos años”. “Partimos de una situación parlamentaria muy débil con un bloque parlamentario muy chico. Pero bueno, en todos los casos uno tiene que analizar los errores por qué se producen. En caso de ANDIS tenemos que analizar cuáles fueron las equivocaciones”, deslizó, y se negó a brindar más precisiones sobre el escándalo de las coimas.
No mencionó a Karina Milei en ningún momento.

Luego, fue el turno del peronismo, que aprovechó para encadenar todas las denuncias por corrupción que viene acumulando LLA en los últimos años. El santafesino Eduardo Toniolli empezó a enumerar, mostrando papeles: “La estafa $LIBRA, las coimas de ANDIS, el contrato entre Banco Nación y Tech Security, los pedidos de retornos a cambio de cargos en el PAMI y ANSES, la venta de candidaturas, los pedidos de coimas”, disparó, entre los gritos de LLA, y remató: “Hay un nombre que se repite en muchos casos, es el nombre de Karina Milei, que al parecer muerde más que Conan”.
“Son todas falsas”, atinó a responder Francos, que se negó a dar muchos más detalles sobre el tendal de acusaciones que fueron acumulando los diputados de UxP. Hasta Máximo Kirchner tomó la palabra y aprovechó para preguntarle por la política económica de Milei frente a los vencimientos del acuerdo con el FMI. Francos no respondió.

Ante el silencio de Francos fue el PRO quien salió en defensa del Gobierno y LLA. “Le recomiendo que se cuide mucho”, le advirtió la bullrichista Silvana Giudici a Menem, deslizando que el peronismo podría ir por la presidencia de la Cámara de Diputados. Giudici tenía que hacer buena letra con el oficialismo: su intento por crear una comisión investigadora por el tema del fentanilo contaminado le había salido por la culata, ya que había creído que serviría como insumo de campaña contra el kirchnerismo y terminó presentándose como una amenaza para el propio Gobierno. El oficialismo tuvo que pedirle que desactivara la maniobra.
Al final, el ataque con piedras a la caravana de Milei en Lomas de Zamora terminó copando el debate. Los libertarios denunciaron el ataque y responsabilizaron al kirchnerismo. Pero ningún discurso fue tan vehemente como el de Cristian Ritondo, ni el del jefe de bloque libertario, Gabriel Bornoroni. “No aguantan que a los argentinos les vaya bien, los quieren sumidos en la pobreza. Así gobiernan, así llevaron al desastre. Encima hablan, encima tiran piedras. Eso es el kirchnerismo”, exclamó, a los gritos, y en un clímax de cierre de campaña, agregó: “Nunca más kirchnerismo”.
MC/MG
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