Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Los gobernadores vaciaron el quórum

El Gobierno logró boicotear la sesión por jubilaciones y el escándalo $LIBRA

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, logró desactivar la sesión

María Cafferata

21 de mayo de 2025 12:47 h

0

La sesión opositora que venía a romper con el triunfalismo libertario tras la victoria en CABA se derrumbó por falta de quórum. El Gobierno logró bajar a los aliados indecisos, como los cordobeses de Martín Llaryora y los peronistas que responden a Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), y desactivó, así, la conformación de la comisión que iba a investigar a los hermanos Milei por el escándalo $LIBRA. Los jubilados, que más tarde se reunirán en las afueras del Congreso, se quedaron, a su vez, sin el refuerzo de los haberes que la Cámara de Diputados iba aprobar por la tarde.

El clima había comenzado a enrarecerse la noche anterior. La inclusión a último momento del tratamiento del nombramiento de los integrantes de la Auditoría General de la Nación (AGN) había dinamitado la concordia de la multipartidaria opositora que venía impulsando la sesión. El acuerdo entre el peronismo y Emilio Monzó para designar a dos los integrantes de la AGN había generado malhumor entre los lilitos de la Coalición Cívica y una parte del radicalismo, que había comprometido su apoyo a Mario Negri. 

La advertencia llegó tarde a la noche desde las entrañas de la Coalición Cívica: “La AGN está embarrando la sesión y está poniendo en riesgo las prioridades, que son $LIBRA y las jubilaciones”. Los lilitos estaban dando un ultimátum, no querían tratar la AGN y, al día siguiente, amenazaron con vaciar la sesión -que ellos mismos habían impulsado- hasta 15 minutos antes de que venciera el plazo para conseguir el quórum. Cuando vieron que el número no estaba, sin embargo, bajaron.

El ruido generado por la AGN, sin embargo, se había convertido en la excusa perfecta. El Gobierno había dedicado las últimas 48 horas a llamar y presionar gobernadores para evitar que la Cámara de Diputados destrabara la comisión $LIBRA: empoderado tras la victoria en CABA, Martín Menem y los emisarios de Casa Rosada habían conversado con Nacho Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Llaryora, y les habían pedido que colaboraran para boicotear la sesión

Algunos, como Frigerio o Torres, no tenían problema en plegarse, ya que suelen trabajar en tándem con el Gobierno. Pero los diputados de Llaryora tenían proyectos presentados sobre jubilaciones y se encontraban en una situación más incómoda. Y fue ahí que el tema de la AGN cayó como anillo al dedo. 

La primera en despertar las alarmas fue Alejandra Torres, la esposa del despedido director de la ANSES, Osvaldo Giordano. “Lo que vamos a presenciar hoy en el Congreso es una muestra más de cómo algunos usan el tema previsional para posicionarse políticamente, no porque les importen los jubilados”, justificó, en la previa de lo que sería el gran faltazo cordobés. Ni ella ni Ignacio García Aresca, que responde a Llaryora, ni Carlos Gutierrez, que responde a Juan Schiaretti, dieron quórum. Solo Natalia de la Sota y Juan Brugge, que dieron el presente solo luego de varios ruegos de sus aliados en el pichettismo.

El quórum dependía de los cordobeses, pero no solo de ellos: la ausencia de los tres santiagueños de Zamora, los dos catamarqueños de Jalil y la chubutense Eugenia Alianello -un favor de Torres al Gobierno- terminaron de pavimentar la derrota opositora. Frente a las ausencias peronistas, sin embargo, había una presencia que llamaba la atención: era Leopoldo Moreau, que había tenido un pequeño infarto el día anterior, había sido operado de urgencia (ya que tiene 4 bypass) y, menos de 12 horas después, se había ido de la clínica y había dado al quórum para la sesión.

En UxP, sin embargo, se agarraban la cabeza: el Gobierno había operado con fuerza, la oposición se había desordenado y hasta los propios habían fallado. La sesión que pretendía romper el triunfalismo oficialista había fracasado y no había hecho otra cosa que empoderar, aún más, a LLA. 

El temor libertario a la comisión $LIBRA

En la oposición estaban convencidos de una cosa: los esfuerzos de Menem para boicotear la sesión estaban directamente relacionados a la comisión $LIBRA. “Las jubilaciones las podían tratar, pero la investigación sobre $LIBRA no”, explicaba, irritada, una importante dirigenta peronista.  

No era la primera vez que Menem movía mar y tierra para evitar que la comisión se constituyese. El riojano ya había logrado, con éxito, empantanar la comisión investigadora de modo de que no pudiera ponerse en funcionamiento. Había modificado el ecosistema de la Cámara de Diputados, había creado interbloques y quebrado bancadas aliadas, y todo para dejar la composición de la comisión en un empate inmovilizador: 14 del oficialismo, 14 de la oposición.

El objetivo de la oposición era forzar el desempate a través de la designación de las autoridades de la comisión en el recinto. Si la multipartidaria opositora se quedaba con la presidencia podría tener el número para votar los pedidos de informes al Ejecutivo y a la Justicia y, más fundamentalmente, autorizar las citaciones a los funcionarios nacionales. De haber tenido éxito, la oposición habría tenido vía libre para citar a Luis Caputo, Mariano Cúneo Libarona e, incluso, la misma Karina Milei. Y los funcionarios habrían estado obligados a comparecer, ya que la comisión tiene la facultad de forzar su presencia a través de la fuerza pública. 

Con el derrumbe de la sesión, sin embargo, la comisión vuelve a ingresar a un limbo. El Gobierno había logrado, una vez más, evitar que el Congreso investigara a los Milei. Y, en el proceso, había volteado los proyectos opositores para aumentar el bono a los jubilados y reformar el sistema previsional, de modo de incluir una prestación proporcional de la vejez que resolviera el vacío que dejó el vencimiento de la moratoria previsional.

MC

Etiquetas
stats