La jactancia de los radicales: mensaje de unidad, frente a las internas del PRO

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Esta vez no habrá internas. Las distintas tribus de la UCR acordaron que, desde este viernes a la noche, el presidente de la Convención Nacional del partido será Gastón Manes. Se trata del hermano menor de Facundo. Gastón además es abogado especializado en derecho internacional y socio en el estudio “Savransky & Manes, Vibes”.

Para acceder a ese cargo, Gastón Manes cuenta con el apoyo del grueso de la estructura radical bonaerense, más el respaldo del presidente del partido, el gobernador jujeño Gerardo Morales. El grupo liderado por Martín Lousteau se resistió en silencio, pero finalmente accedió a la postulación unificada. 

Evolución, la rama radical de Lousteau, consideraba la posibilidad de promover a un funcionario porteño para la presidencia de la convención. El elegido era el jefe de Gabinete del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, Hernán Rossi, quien además es convencional de la UCR y dirige el Instituto Lebensohn. Pero la posible candidatura de Rossi perdió avales en el último tiempo. Uno de los apoyos en retirada fue el de la escudería del mítico Enrique “Coti” Nosiglia, quien enfrió su vínculo con el espacio de Lousteau. Rossi ocupará el segundo lugar detrás de Manes.  

Si bien la mesa de la conducción tiene siete bancas, los radicales analizan una alternativa para ampliar el loteo: sumar asientos a esa jefatura. La ceremonia arrancará este viernes a las 15, en el Teatro Municipal Coliseo Podestá de La Plata. Estarán los jefes de bloque Mario Negri y Luis Naidenoff, más los gobernadores Gustavo Valdés, Rodolfo Suárez y el senador Alfredo Cornejo.

Hasta el jueves, los boina blanca calculaban la presencia de 327 delegados nacionales. ¿Con cuántos representantes cuenta cada provincia? Con la misma cantidad que diputados nacionales, más los tres senadores que aporta cada distrito. La provincia de Buenos Aires, por ejemplo, es la más nutrida. Tiene 73 convencionales.

Este 27 de mayo no se definirá la estrategia radical rumbo al 2023. Sólo se votarán a los integrantes de la conducción, incluido el presidente. Pero la elección de Gastón Manes encierra un anticipo de la hoja de ruta radical. Los Manes, tanto Facundo como Gastón, rechazan el dominio amarillo dentro JxC y se resisten al ingreso de Javier Milei a la alianza. 

Morales y Lousteau coinciden en el operativo despegue del PRO. El gobernador jujeño y el senador porteño, sin embargo, tienen un matiz respecto a la postura de los hermanos Manes. Pretenden dar un mensaje de unidad amplia y apuesta a la fortaleza de Juntos por el Cambio. Los Manes prefieren hacer eje en la UCR, omitiendo la cercanía con los amarillos.

“Tenemos un acuerdo de unidad. Vamos a mostrarnos juntos. Queremos una inserción programática en la coalición, para evitar hablar de nombres y personas. Esto marca el inicio del trabajo rumbo a la convención del año que viene. Ahí se va a definir la estrategia electoral”, afirma Gastón Manes ante elDiarioAr

Los Manes se recibieron con dos meses de diferencia en 1992. Ambos cursaron en la UBA. El reparto de roles entre los hermanos es notorio. Facundo es el frontman ambicioso, encantador y poco apegado al corset de las estructuras. Gastón cumple el papel de un realizador logístico, institucionalista y de perfil bajo. El hermano menor, que fue asesor de Dante Caputo, canciller de Raúl Alfonsín, hoy es el constructor de los sueños presidenciales de Facundo.

La juntada que defina la hoja de ruta de la UCR, el equivalente al mitin de 2015 en Gualeguaychú, se realizará más adelante. Todavía no tiene fecha asignada. Podría convocarse para fin de año o para principios del 2023. La definición dependerá de los vaivenes electoralistas y el muy posible adelantamiento del cronograma electoral en las provincias. 

El ruido está puesto en el texto del documento. En el entorno de Manes no quieren mencionar a Juntos por el Cambio. El resto pensamos apostar por ampliar y fortalecer a Juntos. Igual nos vamos a poner de acuerdo”, admite un convencional.

A la hora de los discursos, Morales, Manes y Lousteau blanquearán esas diferencias que, vistas desde afuera del microclima radical, son meras sutilezas. La conducción de la UCR busca evidenciar que su fuerza se encuentra mucho más compacta que el PRO. Los tironeos apenas indirectos entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri les dan la razón a los radicales. 

Macri abandonó cualquier pretensión de decoro en sus marcadas de cancha al alcalde porteño. “Si yo el año que viene no estoy participando y veo que uno de los dos, u otros como María Eugenia, que no descarta (competir), si veo que unos que sí expresan un cambio y otros no, ahí voy a dar mi opinión”, le anticipó el expresidente a su amiga y conductora Viviana Canosa. Se refería a la posibilidad de tomar partido entre Larreta y Patricia Bullrich. 

La advertencia mauricista tiene un apuntado directo: el alcalde porteño. El egresado del Cardenal Newman desconfía y rechaza los coquetos centristas que ensaya Rodríguez Larreta. Por ejemplo, los guiños permanentes de Larreta hacia la UCR. Tras haberse mostrado con los tres gobernadores radicales en Corrientes, el miércoles apadrinó el lanzamiento de Lousteau para gobernar la Ciudad. 

El gesto interpartidario no cayó bien en una parte de la tropa amarilla. “No le voy a regalar la ciudad a la UCR. Soy del PRO, vicepresidente del partido acá y voy a trabajar para que sea cualquiera del PRO”, se queja el legislador bullrichista Juan Pablo Arenaza. 

AF