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ELECCIÓN 2023

Sin Macri en carrera, Bullrich y Larreta buscan protagonizar la interna de Juntos por el Cambio

Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich, en otros tiempos. El ex presidente se bajó y ahora serán el alcalde y la ex ministra quién se disputarán su lugar.

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“Chocolate por la noticia”, fue la expresión que eligió Elisa Carrió apenas se enteró del renunciamiento de Mauricio Macri a una nueva candidatura presidencial. La decisión del ex mandatario confirmó la intuición que ya tenían la mayoría de los dirigentes de su partido, pero que también se extendía en sus socios de Juntos por el Cambio (JxC). “Todos los indicios eran de que él no iba a jugar; yo no sé qué veían los que pensaban lo contrario”, acotó un importante funcionario porteño que –contradicciones de la política– milita entre los halcones.

Corrido Macri de la ecuación electoral en la principal fuerza opositora, ahora la X cambió de sentido y se volvió determinante: cómo se ordenará la coalición que está convencida en que llegará a la Casa Rosada, lo que –en definitiva– se traduce en cómo se ordenará el PRO. Aunque son tres los precandidatos amarillos, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich buscarán protagonizar la disputa por el lugar vacante. María Eugenia Vidal sigue en carrera, pero su construcción piensa más en 2027 que en diciembre próximo: ayer comenzaba a disfrutar unos días de luna de miel tras su casamiento.

Aún fresco el video de YouTube que alteró el domingo, Larreta y Bullrich intentaron encajar el mensaje de Macri a su conveniencia. Buscaron llevar agua para su molino, anticipando que la interna está lejos de pacificarse. Si el fundador del PRO era un jarrón chino difícil de acomodar en un mismo espacio disputado por el alcalde y la ex ministra, ahora los dos quieren ser su custodio. Al menos hasta las PASO, cuando los votos darán su veredicto de quién será el candidato cambiemita definitivo.

El primer reflejo de cómo se moverán Larreta y Bullrich quedó visibilizado en las redes sociales. La ex ministra fue la primera en soltar un tuit y calificó el movimiento de Macri como “histórico”. El jefe de gobierno habló de “generosidad” y “valentía”, pero casi una hora después. En la tribu de la titular del PRO le pasaron factura: “Patricia salió inmediatamente y fue desde el corazón. No especuló. Él se demoró un montón, seguro estaba haciendo focus group y consultando entre sus asesores qué decir”, metió cizaña un colaborador muy cercano a la precandidata.

En el bunker de Bullrich le ponían números al corrimiento de Macri. Calculan que ocho de cada diez votos que tiene –o tenía, eventualmente– el ex presidente irán para ella. Si antes de su video admitían que ella sería la más perjudicada si se presentaba, ahora están convencidos de que la fórmula cambió por completo. “El problema de Patricia es Mauricio”, admitían hasta en su círculo íntimo.

Bullrich fue la única de los tres precandidatos que no se reunió con Macri desde que él volvió de Europa la semana pasada: estuvo con Vidal el miércoles, y entre el viernes y sábado se vio tres veces con Larreta. La ex ministra tampoco estuvo invitada al casamiento de la ex gobernadora, que fue una ceremonia muy íntima y solo para “los amigos”. 

Pero lejos de sentirse desairada, Bullrich tiene un as bajo la manga: prepara una foto con Vidal para los próximos días, que ya está conversada desde el verano. A su lado confían que ocurrirá una vez que la diputada vuelva al ruedo tras sus días de licencia por el flamante casamiento con Quique Sacco. El destinatario de la postal será Larreta, que actualmente no solo parece haber quedado relegado en la opinión de los votantes, sino que tiene un incómodo segundo puesto.

Una encuesta reciente de ARESCO ubica a Bullrich punteando la interna de JxC: ostenta 14 puntos sobre 10,3 de Larreta y, apenas tres puntos abajo, Vidal (7%). Más atrás está el radical Gerardo Morales, con 5,6% de intención de votos. Curiosamente, la estadística no tiene en el radar a Macri. En el global, la oposición ganaría las PASO acumulando 36,9%, frente a 33 del Frente de Todos. Javier Milei es el mejor candidato solitario: 20,6%. 

Esos números le mostró la ex gobernadora al ex presidente cuando lo visitó en sus oficinas de avenida Libertador. Macri ya sabía de informes que lo corrían de la pelea y ponderaban la figura de su ex ministra de Seguridad, a quien él apuntaló con colaboradores suyos como parte de su equipo de campaña. La narrativa bullrichista apenas es una reversión de la macrista.

La lectura de Larreta

En la vereda de enfrente, Larreta también intentará sacar provecho del renunciamiento del cofundador del PRO. “El saco que se quitó Mauricio le calza justo a Horacio”, comentó ayer un importante miembro de su equipo de gobierno, recordando que el ex mandatario habló contra los “líderes mesiánicos”. 

“Vimos un mensaje componedor. Se refirió a la unidad y de ampliar el espacio, que es lo que sostenemos siempre”, abundó la fuente consultada, en línea con la estrategia de campaña que asumió el jefe de gobierno desde que comenzó su campaña electoral: plantea su ecuación del 70/30 para gobernar la Argentina, confiando en que el próximo gobierno deberá contar con un amplio apoyo político y social. La negociación abierta entre el PRO y José Luis Espert va en esa línea, sobre todo por la amenaza latente de Javier Milei.

En su camino ideal hacia Balcarce 50, el alcalde está convencido de que primero tiene que demostrar que puede tomar las riendas de su partido y –acto seguido– de JxC. Que Macri se haya bajado le quita un contrincante de peso. En caso de ganar las PASO, su desafío será –eventualmente– cobijar a Bullrich y al resto de los halcones. 

Como contraparte, los próximos movimientos de Larreta deberán estar destinados a allanar su sucesión porteña. Teniendo un acuerdo con el radical Martín Lousteau para que compita “sin palos en la rueda” dentro de JxC, el jefe de gobierno tiene que ungir al postulante amarillo, que todas las fuentes coindicen, será Jorge Macri. Será cuestión de horas para que Fernán Quirós y Soledad Acuña declinen sus candidaturas, así como para conocer si los comicios van pegados –o no– con los nacionales. De eso habló con Macri en los últimos días. El bullrichismo siempre lo acusó de querer “entregarle” la Ciudad a la UCR.

La gestión de una campaña interminable

Si Macri se bajó públicamente, Larreta fue el único -hasta ahora- que se subió públicamente, con el video que hizo en el km. 0 de la Ruta 40. Entonces acusó el viento en contra de las encuestas y ahora siente que debe volver a ganar iniciativa, más cuando Bullrich –sintiéndose favorita– comenzó a “administrar” sus apariciones mediáticas. “Corre mucho riesgo de irse de boca”, comentó un operador de su confianza. El jefe de gobierno, en cambio, mantiene un alto nivel de exposición planificada al detalle: por semana da unas 15 entrevistas a medios en las distintas provincias y de la Ciudad Autónoma, además de mantener un esquema de viajar todos los fines de semana.

En la larga campaña que resta por delante –faltan 140 días para las primarias– ,Larreta y Bullrich tendrán también que saber gestionar los apoyos de los socios en JxC, que no quieren volver a ser “un furgón de cola” del PRO, como dijo Morales. Si el alcalde tiene un apoyo subterráneo del titular de la UCR y de Carrió, la ex ministra cuenta con el puñado de radicales disidentes, el “grupo Malbec”. 

Pero son apoyos condicionados, porque ellos tampoco quieren que su electorado se perturbe por la interna eterna entre halcones y palomas, y que termine migrando al libertario Milei. Una versión indica que “hay mucha preocupación” interna y que la pelea puertas adentro fue el tema que conectó todas las últimas reuniones sectoriales. Si el corrillo cambiemita era que Macri se iba a bajar, ahora esperan que ayude desde afuera a bajar los decibeles.

“Las encuestas dicen que Larreta no transfiere votos a Patricia, y Patricia tampoco a Larreta. Si siguen mostrándose como antagonistas, JxC se desinfla luego de las PASO”, aseguró un operador que conoce los rincones del radicalismo. “Va a haber momentos de mucha tensión”, aventuró un lilito incondicional y, por las dudas, ya le mandó un aviso al PRO: “JxC no es de un solo partido”.

MC

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