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El 2023 ya llegó
Macri quiere copar la PASO de Juntos y habilita el choque entre Larreta y Bullrich

Mauricio Macri denunció este viernes que recibió amenazas de muerte.

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Mauricio Macri se declaró neutral en la interna que mantienen Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich al punto que les pidió a ambos que diriman sus diferencias en la PASO de Juntos por el Cambio que se celebrará el año próximo. El esquema que analiza el ex presidente apunta al armado de una boleta donde tanto Larreta como Bullrich cuelguen listas unificadas para los cargos ejecutivos a nivel provincial y municipal para evitar una carnicería dentro del PRO a la hora de definir a los referentes territoriales. Pero cada uno competiría con sus propias listas de legisladores nacionales. El objetivo es copar la integración de la Cámaras del Congreso en una primaria donde, según los cálculos de Macri, la UCR tendrá un rol accesorio.

La concepción política de Macri para el año próximo proyecta que la disputa Larreta-Bullrich dejará fuera de foco al candidato de la UCR, ya sea el jujeño Gerardo Morales o el bonaerense Facundo Manes que el año pasado no llegó al 10% de los votos en la provincia de Buenos Aires. Al menos eso es lo que deja trascender en su primer círculo íntimo de confianza que integran Fernando de Andreis, Darío Nieto y Hernán Lombardi, sus confesores políticos. Un moderado, Larreta, y un halcón, Bullrich. Con esa oferta electoral, Macri disipa el temor de que un candidato radical se pueda colar por el medio en la primaria y dejar al PRO sin candidato presidencial para 2023. Sin embargo, por ahora nadie sabe hasta donde podría escalar la interna en el macrismo. Ni el jefe de gobierno porteño ni la ex Ministra de Seguridad pisan aún sobre tierra firme en su carrera hacia la Casa Rosada.

La tensión interna se escenificó en el último almuerzo de la cúpula del PRO en Happpening de Costanera Norte. Allí Macri volvió a mostrarse neytral y dejó que Horacio y Patricia vaciaran sus clósets. El disparador había sido el operativo de seguridad en el domicilio de Cristina Fernández de Kirchner. El jefe de gobierno porteño, un equilibrista de la moderación, se mostró por primera vez iracundo en ese encuentro. La reclamó a Bullrich sus críticas públicas por el retiro de las vallas y le enrostró sus responsabilidades de gestión. “Las cosas se las tiene que decir en la cara”, fue una de las breves intervenciones de Macri casi disfrutando ese enfrentamiento interno. 

Larreta apuesta a la moderación y por ahora no planea moverse del centro. Pero nadie está cómodo en esta fase de la campaña. El jefe de gobierno porteño analiza en Uspallata encuestas que lo ubican debajo de Bullrich en una eventual interna del PRO para definir al candidato/a presidencial del 2023. Sus asesores le recuerdan que aún falta un año y que la crispación que generó el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner le dará mayor oxígeno y volumen electoral a los candidatos del moderación. Esta semana, una encuesta de la consultora Taquión reveló que la declaración de Mauricio Macri tras el intento de magnicidio generó un 51% de rechazo en la opinión pública. El fundador del PRO había difundido a través de redes sociales que el atentado había sido “utilizado por el kirchnerismo de forma partidaria para iniciar una cacería de enemigos simbólicos a los que les atribuye, sin ninguna racionalidad, la instigación a ese ataque”. Tuvo apenas 31% de aceptación entre el electorado.

Patricia Bullrich disfruta la miel de estar hoy arriba de Larreta en intención de voto dentro del electorado macrista. Pero su talón de aquiles es la falta de estructura propia y de “fierros” frenta a la caja que administra Larreta desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Sin referentes de peso en las provincias, en especial en el conurbano bonaerense, la ex Ministra de Seguridad confirmó esta semana en TN que será candidata presidencial “bajo cualquier circunstancia”. Cuenta, sin embargo, con un aliado invisible en el principal distrito electoral del país, la provincia de Buenos Aires. Se trata de Emilio Monzó, un experto en rosca política que de a poco aspira a posicionarse como candidato a gobernador de Buenos Aires. Por ahora, Monzó no se muestra y tiene al diputado nacional Sebastián García de Luca -ex viceministro del interior en la gestión de Rogelio Frigerio- y al senador provincial Marcelo Daletto como armadores en el interior de la provincia. 

Ante las falencias bonaerenses de Bullirch, el jefe de gobierno porteño cuenta con Diego Santilli, el candidato más taquillero del PRO en la provincia de Buenos Aires. Monzó apoyó a Facundo Manes en la interna contra Santilli el año pasado. Con una distancia táctica de Larreta, el ex intendente de Carlos Tejedor destrabó su relación con Macri hace aproximadamente dos meses. En el escenario menos pensado. El ex presidente y Monzó coincidieron en San Isidro en el cumpleaños de 60 de Alejandro Gravier, el esposo de Valeria Mazza. Y quedaron en volver a abrir un canal de diálogo.

Larreta padece, además de las encuestas, el ascenso de Sergio Massa. El jefe del Frente Renovador emergió en el gobierno con un discurso de centro y moderado que eclipsa la estrategia electoral del jefe de gobierno porteño. Además mantiene una relación de amistad con Larreta que irrita a Macri y potencia la desconfianza interna. Mientras Bullrich impulsa un armado más purista basado en los halcones del PRO, el alcalde de la Capital Federal apuesta a un armado más radial y abarcativo. En abril de este año, contó en una cumbre empresarial en Llao Llao que aspira a tener al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, como jefe de gabinete en caso de ganar las presidenciales. Lejos del discurso anti peronista que pregonan tanto Macri como Bullrich. 

En medio de la tensión Larreta-Bullrich, Macri hace su propio juego y en octubre, a un año de las elecciones presidenciales, sacará su segundo libro. “¿Para qué?”, el sugestivo título altera los ánimos de los pre candidatos del PRO. Allí el ex presidente recopila sus experiencias en Boca, en la jefatura de gobierno porteño y en la Casa Rosada. Casi una hoja de ruta para el próximo candidato más allá de las especulaciones que levantan la posibilidad de que busque una segunda experiencia en la presidencia de la Nación. En su entorno advierten que será determinante el lugar dónde se presentará la obra. Macri sugirió el Teatro Colón o la Bombonera.

ER

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