Apuntes

Milei y la torta de cumpleaños de Olivos

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-¡Ustedes mataron a 150 millones de personas! El ustedes refiere, en un sentido general, a las personas que hacemos elDiarioAR

Javier Milei, candidato a diputado del Frente La Libertad Avanza, había perdido levemente la compostura por teléfono. Sus exclamaciones sonaban casi agónicas entre los ruidos y bocinas de la avenida Santa Fé. 

Recordé, con cierta vaguedad, que en El libro negro del comunismo Stephane Courtois computó 100 millones para fortificar su hipótesis: que el comunismo mató más que el nazismo. 

Le pregunté a Milei cómo había sumado 50 millones. 

-¡Y me debo estar quedando corto! ¡150 millones de personas!

El número volvería circularmente a la conversación.

Este martes, después de un par de meses en que varios periodistas de este diario intentaran entrevistar a Milei, lo llamé para preguntarle si tenía algún reparo. Con toda cordialidad me contó, primero, del derrotero de seres queridos en un centro médico.

El tono empezó a cambiar cuando estacionó a elDiarioAR en el mundo de la izquierda. 

-Yo no hablo ni con el centro izquierda ni con la izquierda. Y, además, en otro diario, ya hicieron notas donde hablaron con mis enemigos. 

-Pero esta es una entrevista- le dije. 

-No me interesa hablarle a un público que consume cosas de izquierda. ¡Y ustedes mataron a 150 millones de personas!

Uno. Milei propone una clausura. No cree necesario explicar ninguna de sus ideas sobre la Argentina y el mundo a lo que llama el marxismo cultural. Combina incorrección política y eficaz esgrima pública, carisma y rock, algo de bilingüismo social por sus años de sobrio arquero de Chacarita Juniors y el mundo del partido de San Martín y una manera despojada de hablar de su sexualidad: desde la ajenidad con la monogamia hasta las destrezas para contener la eyaculación. Le suma rasgos menos singulares: el apego a su condición de economista ortodoxo y cruzado de la libertad y la propiedad privada. 

Supuestamente Milei tiene como principal base social a una franja etaria más bien joven, el sub 30, y clases medias y clases medias acomodadas. Como cuenta Alejandro Marinelli en la edición de hoy, las encuestas indican, sin embargo, que en la Zona Sur de la ciudad duplica la intención de voto de Zona Norte. Si la crisis social galopante y el discurso antipolítico crece aún más, a Milei le faltará ampliar sus lazos con los sectores medios-bajos para tener una gravitación mucho más relevante.

Dos. El Frente de Todos es la fuerza política más interesada en que crezcan electoralmente los llamados libertarios en general y Milei en particular. En un almuerzo reciente, uno de los funcionarios más importantes del gabinete nacional apuntaba que en las unidades básicas estaba instalada una idea de campaña: empujar el voto libertario para sacarle volumen a Juntos por el Cambio. Una aritmética de tranco corto.  

José Luis Manzano, uno de los empresarios afines al gobierno que consiguió quedarse con Edesur a un precio irrisorio, sponsorea la aventura electoral del liberal José Luis Espert, en la provincia de Buenos Aires. Según cuenta un amigo suyo, es una de las maneras de devolver al gobierno nacional los favores recibidos y también una nueva oportunidad para creer que con ese sponsoreo contribuye a fortalecer el peronismo. En el canal de Manzano y sus socios Milei tiene una presencia constante por su capacidad de atraer audiencias y de conseguir vibrantes contrapuntos.  

Como parte de la estrategia de empoderar a Milei, el 9 de agosto, durante el lanzamiento del plan “Argentina Programa” en Tecnópolis, Alberto Fernández les pidió a los jóvenes presentes que les “piquen el boleto” a los liberales. “¿Querés hacer un debate conmigo y ver quién termina con el boleto picado?”, contestó Milei en Twitter. 

Este jueves, involuntariamente, el propio Fernández le dio al Milei la ayuda más significativa. La foto del cumpleaños de su concubina abona a una de las tesis de Milei: a la Argentina la gobierna una casta privilegiada. Lo dice con vehemencia en actos públicos. 

-Casta política hija de puta.

Milei vendría a desmantelar ese orden de  los correctos de traje, de los que hicieron el cursus honorum de la política. Es temprano para adivinar las derivaciones de la secuencia de fotos de Olivos, pero son las voces antisistemas las que pueden pescar en las grandes crisis. El viernes a la tarde, cuando el gobierno nacional padecía el agobio inicial de la revelación, el entourage de Horacio Rodríguez Larreta no parecía nada exultante. Uno de los alfiles del jefe de gobierno, con un taza de té en la mano, mostraba más espíritu de cuerpo con el político profesional asediado y preocupación por cómo lo podría capitalizar Milei. 

Alejandro Marinelli empezó a trabajar en el texto que acá se publica después de la negativa de Milei a una entrevista. El pedido de entrevista para este diario sigue en pie. La acusación por los 150 millones de muertos ya prescribió.

MS