ACV: crecen los casos en personas jóvenes por falta de control de la presión y el colesterol

“El Accidente Cerebro Vascular (ACV) es un conjunto de signos y síntomas que genera un déficit neurológico. El aumento de los casos de ACV en el país y su presentación en edades más tempranas, es debido a la falta de control en los factores de riesgo. Los principales factores de riesgo son la edad, la presión arterial, el colesterol, la glucemia, la actividad física, la alimentación y el tabaquismo”, sostuvo el Dr. José Stringa, médico de planta de la V Cátedra del Departamento Medicina Interna del Hospital de Clínicas.
El especialista destacó que la prevención debe ser un objetivo fundamental del sistema de salud para evitar este tipo de patologías y muchas otras relacionadas. Además, advirtió que “el ACV que no es tratado en tiempo y forma tiene una altísima mortalidad y un gran impacto en la persona y en el grupo familiar debido a las secuelas que puede dejar tanto motoras como de deterioro cognitivo”.
De acuerdo con un informe emitido por la Cámara de Diputados de la Nación en 2023, el ACV es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial, una tendencia que se replica en Argentina. El reporte indica que “a escala nacional, según estudios estadísticos en poblaciones puntuales, ocurren aproximadamente 120.000 casos anuales, los cuales representan 40.000 muertes y 40.000 nuevas personas con discapacidad cada año”.
Los síntomas que deben alertar
Entre los principales signos de un ACV se encuentran:
- Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo lado.
- Problemas para hablar o entender lo que otra persona dice.
- Problemas para caminar.
- Mareos.
- Pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo.
- Dolor de cabeza muy fuerte y repentino.
Desde el Hospital de Clínicas remarcan la importancia de actuar rápidamente ante cualquiera de estos síntomas. “Cualquier signo o síntoma que sugiera un ACV tiene que rápidamente generar alarma en la persona y en el grupo familiar para ser derivado. Un diagnóstico precoz mejora muchísimo los índices de mortalidad y secuelas de esta enfermedad. Entonces es muy importante que el paciente, el acompañante o el grupo familiar, cuando advierta estas señales, activen el canal de emergencias para acceder a una guardia”, indicó Stringa.
Idealmente, explican, una vez que ingresa el paciente a una guardia con sospecha de ACV, dentro de la hora debe haber sido evaluado correctamente y contar con una neuroimagen –tomografía o resonancia– para definir con rapidez si puede recibir un tratamiento trombolítico y ser estabilizado.
“El Hospital de Clínicas ha realizado un trabajo exhaustivo en esta patología. El Dr. Saguier Padilla identificó a los pacientes que ingresaron a nuestra institución en los últimos años y a través de esa investigación, el Servicio de Neurología propuso un protocolo de evaluación para los pacientes con sospechas de ACV en Urgencias. Esto quiere decir que hay todo un sistema organizado en donde, para aquel paciente que ingrese con sospecha de ACV, un equipo va a estar destinado a su atención para tener un rápido diagnóstico y ofrecerle un tratamiento oportuno”, concluyó Stringa.
MM con información del Hospital de Clínicas.
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