La amiga de la jueza Makintach presentó un escrito que deja más dudas que certezas: “Era un proyecto amateur”
María Lía Vidal Alemán salió a defenderse sin que sea acusada, todavía, de ningún delito. La Fiscalía 1, que investiga si durante el juicio por la muerte de Diego Maradona hubo irregularidades de parte del Tribunal, incorporó a la causa su declaración. La amiga íntima aparece en los videos que registraron las cámaras de seguridad del juzgado de San Isidro, con un equipo filmaba a la jueza.
La jueza Makintach y su amiga, María Lía Vidal. Captura de pantalla.
“La verdad que tanto yo como mis amigas del colegio estamos todas orgullosas de lo que logró Julieta, y así fue que a mí se me ocurrió esto de entrevistarla, con la idea futura de hacer algún podcast, libro o publicación en redes sobre su perfil profesional. Si bien esta idea la tengo hace tiempo, el hecho de que hubiera sido asignada como jueza para uno de los juicios orales más trascendentes de nuestro país, potenció mucho más mi idea e interés en hacer algo al respecto”: es parte del escrito que presentó María Lía Vidal Alemán en la Fiscalía 1, que investiga presuntas irregularidades en el debate en el que se intentan establecer las responsabilidades médicas entorno a la muerte de Diego Maradona.
La amiga de la jueza Julieta Makintach se defiende cuando aún no está acusada de ningún delito. Es la mujer que aparece en los videos registrados por las cámaras de seguridad del Juzgado de San Isidro acompañando a la magistrada. Suben juntas al ascensor. La jueza viste de blanco y Vidal Alemán lleva un saco negro y el cabello trenzado. Los registros son del domingo 9 de marzo por la tarde, a dos días del arranque del juicio de Maradona. Al ascensor de al lado lo ocupan José Arnal, dueño de la productora de contenidos audiovisuales La Doble SA, junto a un camarógrafo.
Sigue el escrito de Vidal Alemán, al que elDiarioAR tuvo acceso: “En ese contexto de amiga íntima, y antes de que este debate iniciara se me ocurrió proponerle hacer una entrevista a Julieta en su rol de jueza y mujer”. Dirá, además, que “la entrevista no tendría ningun tipo de referencia al juicio propiamente dicho, ya que el mismo ni siquiera había empezado, pero por supuesto mi idea era preguntarle como veía ella como juez esa tarea que tendría que encarar”. Aclara la amiga que no es periodista, sino que admira a su amiga. “Por eso me divertía tener esta posibilidad de entrevistarla”, agregó en el escrito.
José Arnal, dueño de La Doble SA; el camarógrafo Jorge Huarte, y María Lía Vidal Alemán. Captura de pantalla.
Juan Manuel D'Emilio es el otro involucrado en esta causa. Sospechan que junto a Vidal Alemán están haciendo un documental sobre el juicio sin autorización de las partes pero con la venia de Makintach. Sobre D'Emilio, Vidal Alemán dice: “Se me ocurrió preguntarle al marido de una de mis amigas -Juan Manuel D´Emilio- que había estado en el mundo de la publicidad si le interesaba ayudarme con esta idea, y a él lo entusiasmó también”. En las filmaciones que trascendieron ayer aparece José Arnal, dueño de La Doble SA. Sobre esa conexión, la amiga de Makintach explica: “Ni yo ni Juan Manuel teníamos elementos materiales para hacerlo; éste último (N. de la R.: por D'Emilio)se contactó con José Arnal que trabajaba en el mundo de las producciones audiovisuales a quien conocía desde su época como publicista y le pidió si nos podía ayudar”.
En el escrito, la amiga de Makintach afirma que “todo fue de manera gratuita, amateur y desinteresada, y no firmamos ningún tipo contrato y/o compromiso futuro respecto de lo que pensábamos hacer”. Al parecer, la entrevista que le hizo en el Juzgado duró quince minutos en la que “una amiga íntima entrevista a otra”. La casa de Vidal Alemán fue allanada el jueves. La DDI de San Isidro secuestró un teléfono, una netbook, una computadora, una cámara de mano, una cámara NikonD90 y una cámara de fotos y de video Panasonic.
Las preguntas que deja abiertas el escrito de la amiga de la jueza
María Lía Vidal Alemán dice ser ama de casa y decoradora de interiores, pero en la audiencia en la que piden que los identifiquen aduce ser “escritora”, igual que D'Emilio. Sentados siempre juntos en los fondos de la sala de audiencias, lugar reservado a periodistas y público, jamás tomaron notas. Por otro lado, en el escrito la amiga de Makintach manifiesta no tener los elementos materiales para hacer la entrevista, pero del allanamiento se llevaron cámaras profesionales. Y sobre el motivo de la entrevista: ¿es necesario filmar para hacer un podcast o un libro? ¿Y un equipo profesional para generar contenido que luego compartirían en Internet? ¿Por qué una cámara sigue a una jueza por los pasillos del juzgado un domingo a la tarde?
Julieta Makintach, la jueza cuestionada. Captura de pantalla.
Algo más. En su escrito, Vidal Alemán cuenta, sobre ese domingo: “Hicimos alguna producción de fotos y escenas planificadas, en su despacho, caminando por Tribunales y entrando a la sala de audiencias. Como lo que queríamos mostrar era el rol de la jueza, y no el juicio en el que participaba, estas imágenes fueron así planificadas”. Si la idea del proyecto de la amiga, D'Emilio y Arnal era mostrar su rol de jueza mujer, ¿por qué eligieron justo el juicio de Maradona y no cualquiera de las causas que Makintach lleva adelante los lunes, miércoles y viernes en el TOC que le corresponde? Makintach, 27 años de trayectoria judicial, se jacta de atender causas que implican delitos graves, como abuso sexual de menores, los días en los que no ocupa el estrado en el que se dirimen las circunstancias de la muerte de Maradona.
Un poco más. Dice Vidal Alemán en su escrito: “Una vez que el juicio oral estaba por comenzar, le pregunté (a Makintach) si podíamos participar del mismo y ella nos explicó que el juicio es oral y público, y que particularmente había un sector reservado para público general no teniendo ella problema en que ocupáramos alguna plaza (...) Distinta es la situación de los periodistas profesionales que se acreditan en una sala de profesionales y están registrados. Ni yo ni Juan Manuel D´Emilio somos periodistas”. El 11 de marzo, primer día del juicio, la sargento que controla e identifica al público en sala se acercó al camarógrafo Jorge Huarte y a Vidal Alemán, y les dijo que no se podía filmar. Es lo que declaró en la Fiscalía la agente, que agregó: “En ese momento la custodia de la jueza le exhibe el celular y me muestra el mensaje enviado por Makintach en el que pide que ”deje a su gente“. Ninguno de los dos estaba acreditado como periodista y tampoco les habían pedido el DNI como sucede con el público en cada jornada. ¿Por qué con ellos hicieron la excepción?
Un poquito más. Sigue la amiga de Makintach en el escrito: “En cuanto a la posibilidad de filmar el juicio nos dijeron que no se podía, pero que el juicio al ser público iba a ser filmado en su totalidad por dependencias judiciales y el material estaría disponible para el público”. En la sala de audiencias hay cámaras fijas que graban todas las audiencias. Además, el Tribunal le pide a las partes que hablen directamente al micrófono para que quede registro nítido del audio. Ese material no está disponible siquiera para la prensa, mucho menos para el público. El canal oficial de la Corte Suprema de Justicia Bonaerense solo transmite la apertura del debate, los alegatos finales y el veredicto. ¿Por qué Vidal Alemán asegura que iba a poder hacerse del registro audiovisual del juicio?
Sí, hay más. Señala la amiga en el escrito: “Todos los periodistas estaban autorizados a tomar fotos y filmar la sala ese primer día, independientemente de la filmación oficial”. No es cierto. El primer día de debate, los reporteros graficos y camarógrafos entraron en tres tandas y pudieron registrar imágenes durante cinco minutos. Luego debían salir de la sala de audiencias. A los periodistas autorizados a permanecer en sala no se nos permite, siquiera, levantar el teléfono. La agente que vigila a prensa y público controla que no tomemos fotos ni filmemos con los celulares. ¿Cómo hicieron Vidal Alemán y el camarógrafo Jorge Huarte, que estaban junto al dueño de La Doble SA en esa primera audiencia, para seguir filmando? ¿Cómo, si los carteles avisan “prohibido el uso de teléfonos celulares dentro de la sala, no se permite filmar ni reproducir imágenes de la audiencia con ningún dispositivo”.
Los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach, el tribunal en pleno lleva adelante el debate.
Sobre este último punto, la amiga de Makintach ofrece un explicación en su escrito: “Como no pudimos ingresar en ese momento a tomar la foto y las imágenes que queríamos de la jueza en el estrado (N. de la R.: se refiere al ingreso de fotógrafos y camarógrafos en tandas), le preguntamos si era posible hacerlo después. La jueza nos dijo que sí, pero que solamente la enfocáramos a ella y en pocos planos. Por eso fue que, iniciado el debate nos permitieron que el fotógrafo que habíamos llevado, hiciera las tomas exclusivamente de la Dra. Makintach”.
A casi cinco años de la muerte de Diego Maradona y una investigación preliminar que llegó a los 46 cuerpos de informes médicos y forenses, fotos, videos, audios, chats; luego de dos meses de audiencias en las que declararon 44 testigos, el juicio puede caerse. En la reconstrucción que se hizo jornada tras jornada aún no se llegó al periodo puesto en discusión, los catorce días de internación domiciliaria en la casa del Tigre. La jueza Makintach quedó acorralada por la querella, que radicó una denuncia penal por el supuesto documental. Y por la defensa, que pidió su apartamiento. El martes hay audiencia. Podría ser la última.
VDM/DTC
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