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Astronomía

El cometa interestelar 3I/ATLAS alcanza su punto más cercano al Sol: ¿qué sorpresas podemos esperar?

La incipiente cola del cometa interestelar 3I/Atlas en su avance hacia el Sol.

Antonio Martínez Ron

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El cometa interestelar 3I/Atlas se dirige a toda velocidad hacia su punto más cercano al Sol (perihelio), que alcanzará este miércoles 29 de octubre. El tercer objeto interestelar detectado en nuestro sistema solar, descubierto a principios del mes de julio, ha resultado ser el más grande y de mayor velocidad hasta la fecha y se sospecha que podría ser el más antiguo.

Cuando alcance su perihelio esta semana, 3I/Atlas se encontrará a alrededor de 1,4 unidades astronómicas del Sol, unos 210 millones de kilómetros. Pasarán unas semanas antes de que reaparezca, a principios de diciembre, y podamos detectarlo con los telescopios. Será entonces cuando veremos si se ha hecho más brillante, al haber empezado a liberar gas por la cercanía a nuestra estrella.

“El paso por el perihelio significa que el cometa sufrirá las temperaturas más altas, así que esperamos que su actividad cometaria también aumente”, explica Julia de León, astrofísica del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) especialista en asteroides. “Esto se traduce típicamente en más emisión de gas y de polvo y un aumento significativo del brillo”. A priori, argumenta, lo más interesante sería ver cómo varía la emisión de polvo y la posible detección de distintas especies de volátiles, iones y otros radicales que se generan a estas temperaturas más altas cuando está más cerca del Sol.

Un jet no tan misterioso

“¿Qué se espera? No lo sé. Y eso es lo bonito”, reconoce el astrofísico del IAC Miquel Serra-Ricart, que ha seguido el objeto desde el principio. “Lo que se esperaría de un cometa similar es que tuviera más energía y que se formara una cola más grande, pero es un cometa que viene de otro sistema solar”. Lo que han visto antes de que se ocultara a nuestros ojos a mediados de septiembre es que tiene poca agua y mucho CO2, recuerda el experto. Después fue atisbado desde los telescopios espaciales y por las sondas de la ESA en Marte. 

Lo que se esperaría de un cometa similar es que tuviera más energía y que se formara una cola más grande, pero es un cometa que viene de otro sistema solar

Miquel Serra-Ricart Astrofísico del IAC

“El cometa ya tenía entonces una pequeña cola que estaba en dirección contraria al sol, muy pequeñita, y una anticola o jet que apuntaba hacia el Sol”, subraya Serra-Ricart. Él y su equipo fueron los primeros en documentar este jet que, al estar en dirección contraria al Sol, fue utilizado por el polémico astrofísico Avi Loeb para insistir en sus absurdas teorías de que se trata de una nave extraterrestre y que podría llevar a cabo alguna maniobra al aproximarse. “¿Por qué los expertos en cometas ignoran esta anomalía mientras insisten en que 3I/ATLAS es un cometa normal?”, se preguntaba.

De fondo: cometa 3I/ATLAS visto por el telescopio Gemini Norte en Hawái. En el recuadro: jet del cometa identificado por Serra-Ricart.

“Usó mi imagen para defender que era una forma de propulsión de la nave”, se queja Serra-Ricart. “El cometa está rotando, mirando hacia el sol, que calentaba esa zona, lo que ha podido sublimar CO2 y ha formado un jet. Es de sentido común”, relata. “De hecho, hemos publicado otra imagen del cometa Lemmon, donde se ve que tiene otro jet y también está apuntando hacia el Sol”. Para recalcar que 3I/Atlas es un objeto normal y tratar de frenar los disparates, el científico planea publicar en breve un trabajo más exhaustivo con nuevos datos e imágenes de su espectro.

Posible fuente de sorpresas 

Javier Licandro, astrofísico del IAC, cree que serán las observaciones a finales de noviembre o inicios de diciembre las que nos van a permitir caracterizar completamente la actividad del cometa: cuánto gas y polvo emite, cómo varía esa emisión con la distancia al Sol, o qué otros gases nos encontramos en la coma. “Como todo cometa, nos puede sorprender con un aumento súbito de la actividad (outburst), pero no apostaría demasiado por ello”, explica. En diciembre saldremos de dudas, y después se irá alejando y haciéndose cada vez más débil durante los meses siguientes.

Lo más interesante es que podremos ver cómo evoluciona la actividad de un cometa con mucho CO2 en la superficie, algo que es inusual de ver

Javier Licandro Astrofísico del IAC

“Creo que lo más interesante es que podremos ver cómo evoluciona la actividad de un cometa con mucho CO2 en la superficie, algo que es inusual de ver”, subtaya Licandro. “También podremos ver cómo cambia su superficie al pasar cerca del Sol. Lo esperable es que se pierdan volátiles y se gane en polvo, ya que buena parte del polvo que sale eyectado vuelve a caer”.

“Yo también creo que no será un cometa con una gran cola y que no vamos a ver nada espectacular, pero ya por el simple hecho de ser un cometa interestelar para nosotros es único”, comenta Serra-Ricart. “Todo depende de la geometría”, insiste. “El cometa va a enseñar otras caras al Sol y puede que emita otros gases, otro polvo y ahí quizá podamos averiguar algo más. A lo mejor se iluminan otras partes del cometa y nos sorprende con una emisión que no conocemos”.

Después, se volverá a perder de vista y serán las sondas de la ESA de camino a Júpiter, como JUICE, las que se activen para seguir a 3I/ATLAS mientras se aleja de nuestro sistema solar para siempre. “Lo bueno de 3I/Atlas es que lo detectamos cuando estaba lejos del Sol y su actividad era muy poca, lo que nos permite estudiar su núcleo y después hacer un seguimiento temporal de su comportamiento a medida que se activa”, observa Julia de León. “Digamos que la caracterización es más completa”.

“Es un lujo poder vivir en esta época en la que uno puede cacharrear con ExoMars y hacer que desde Marte observe el cometa, o pensar que la Europa Clipper o la JUICE, de camino a sus destinos, pueden también aportar observaciones con detalle”, asegura el astrofísico y divulgador Javier Armentia. “Esta es la forma de abordar lo desconocido: ciencia y más ciencia y colaboración. Luego viene lo del hype mediático, la gente con ganas de notoriedad y los conspiracionistas, pero eso es lo menos interesante de un cometa que no sabemos si realmente es viejoven o nos guarda todavía alguna sorpresa”, concluye.

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