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Sobre este blog

Una liana es una cuerda repentina que aparece ante nuestros ojos en medio de la adversidad y que, como Tarzán entre los árboles, agarramos para movernos de un lugar a otro, para sortear obstáculos, para sentir la seguridad de algo firme que raspa las manos y a la vez sirve de apoyo. En este espacio mi intención es rescatar algunas lianas del universo cultural y del mundo del entretenimiento –dos avenidas anchísimas–, algunas cosas para aferrarnos fuerte en medio de nuestras selvas personales.

Que florezcan, entonces, mil.

Autora: Agustina Larrea

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Un conde desaforado, la música de Rob Reiner

Agustina Larrea

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Una liana es una cuerda repentina que aparece ante nuestros ojos en medio de la adversidad y que, como Tarzán entre los árboles, agarramos para movernos de un lugar a otro, para sortear obstáculos, para sentir la seguridad de algo firme que raspa las manos y a la vez sirve de apoyo. En este espacio mi intención es rescatar algunas lianas del universo cultural y del mundo del entretenimiento –dos avenidas anchísimas–, algunas cosas para aferrarnos fuerte en medio de nuestras selvas personales.

Que florezcan, entonces, mil.

Autora: Agustina Larrea

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Unos amigos estaban desarrollando Stand By Me para el director Adrian Lyne, pero él dejó el proyecto. Me lo trajeron para que lo leyera. Conecté de inmediato con los personajes, me encantó la época y todo lo demás. “Tal vez le dé una oportunidad a esto”, dije. 

Durante los siguientes cuatro días manejé por Los Ángeles con una migraña porque no podía descifrar qué iba a hacer con el material. Era esta pieza maravillosamente observacional que Stephen King había escrito sobre su experiencia yendo a ver un cadáver con sus amigos. Una vez que di con la idea de que Gordie (Wil Wheaton) fuera el que atravesara esta gran conmoción emocional me enganché. En el libro, Gordie era solo un observador; una vez que decidí convertirlo en el personaje principal, todo encajó.

Wil tenía sensibilidad e inteligencia. Jerry O’Connell (quien interpretó a Vern) nunca había actuado antes, más allá de un comercial. El único con experiencia real era Corey Feldman (Teddy). Yo nunca había conocido a un niño de 12 años con esa clase de rabia dentro, pero al enterarme de su pasado y saber que sus padres se habían separado y que no había mucha cercanía allí, pude ver de dónde venía. River Phoenix (Chris) tenía 13 años y ya era como un joven James Dean. Había tanta alma en él. Y tenía una gran sabiduría para un chico de esa edad.