Catálogo de lenguas vivas, un banquete con Federico Klemm

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Apenas lo terminé de leer, tenía ganas de volver. Quería tironear del comienzo de El vestido blanco, de Nathalie Léger (Chai Editora, 2023), ocho líneas que subrayé perpleja. Lo transcribo: “A veces, en estos momentos vacíos, cuando la mente no está ocupada con ningún problema ni ningún placer, cuando ningún tema se impone, ni por obligación, ni siquiera por distracción, cuando con mirar ya no alcanza y no hacer nada es imposible, hay que volver a una de las preguntas que se guardan aparte, sin respuesta, en un cuarto reservado para ellas solas; encendemos la luz, la pregunta está ahí, minúscula, esperando”. 

También tenía ganas de volver a los subrayados porque siempre tengo ganas de volver a María Moreno y a su Subrayados. Leer hasta que la muerte nos separe (Mardulce, 2013). Incluso busqué mi subrayado favorito de ese libro: “No me gustan las historias, que la marquesa haya salido a las cinco o a las cinco y media me importa un belín, y si hubiera podido asistir a esas comidas compartidas por Borges y Bioy donde se realizaban campeonatos de argumentos, me habría sentado con la señora Bibiloni de Bullrich de la que ellos se burlan sin darse cuenta de que era ella la burladora. Me gustan los libros en los que se finge la transcripción de una voz, las escenas en las que el detalle cuenta nada o una nada del detalle se vuelve todo”.

Por último, o no tanto, tenía ganas de volver a los desvelos –un nuevo período de ojos abiertos a eso de las 4 por acá, ese loop– y a Ejércitos de la oscuridad, de Silvina Ocampo, que acaba de salir reeditado por Lumen. Un diario de apuntes insomnes, un compilado de pedacitos, entre cuentos brevísimos, imágenes, versos, pensamientos tumultuosos, epigramas, anotaciones sin ton ni son. Anoto uno al azar: “Soy miope, pero veo mejor que los que no lo son; veo el mínimo proyecto del aire en el espacio”.

Ninguno de esos regresos fue posible: lo único que volvió fue una contractura que me dejó fuera de juego, como ya me pasó alguna vez. Así, con la seguridad de una tormenta. Con la furia muda de una aguja. Con la saña de un rayo. 

Ya habrá tiempo para las preguntas que buscan su momento para aparecer, para los libros de voces fingidas y detalles que son todo, para Silvina Ocampo y sus noches infinitas. Por ahora, vida horizontal para mí. Y para ustedes una nueva edición de Mil lianas

1. La interlengua, de Monica Zwaig. “La gente que escribe libros, artículos, poesía, canciones, obras de teatro, gacetillas de prensa, publicidades, blogs, guiones, diálogos, cuentos, goza y sufre al mismo tiempo con las palabras. Pero enamorarse de otro idioma es desde el inicio una relación tóxica. El otro idioma te deja acariciarlo, tocarlo, darle un besito incluso, pero estás del otro lado de la vidriera siempre. Vas a pagar un costo muy alto para llevarlo a tu casa, para desayunar con él, lavar los platos juntos y tal vez ducharse. El otro idioma siempre tiene algo que hacer, en algún momento se tiene que ir y siempre es demasiado pronto. El otro idioma ya tiene familia, ya está casado, tiene su propia academia y sus mascotas. El otro idioma está disponible primero para los nativos y después para los locos”, ensaya la narradora de La interlengua (Blatt & Ríos, 2023), la nueva novela de Monica Zwaig (de su libro anterior, Una familia bajo la nieve, hablamos por acá). 

Amanda es hija de argentinos, nació en Francia y creció allí, pero hace una década eligió vivir en Buenos Aires. Durante unos días de atmósfera zombie y calor (hay un Mundial de fondo y esa sensación agobiante de un tiempo o un año que se termina) asiste a un curso de italiano. La rodean docentes competitivos y compañeros que quieren hacer el viaje en la dirección contraria al que hizo ella, pasaporte comunitario en mano.

Narradas con frescura, con observaciones agudas, con un tipo de imagen entre diáfana y filosa que ya se vislumbraba en su primera novela, Zwaig compone escenas cotidianas y enrarecidas donde se cruzan los anhelos de quienes enseñan y de quienes deciden incrustarse semanalmente entre bancos pequeños y consignas cercanas al delirio. Un movimiento vital y también extranjerizante entre dos orillas, una interlengua: zambullirse entre culturas para chapotear en otro idioma. En el caso de Amanda es el tercero que aprende, uno que también proviene de las lenguas romances que la constituyen; uno que suena más o menos familiar y a la vez la aleja de lo conocido. En ese catálogo –de lenguas vivas, de deseos, de expresiones que no siempre alcanzan, de silencios, de amores con mayor o menor correspondencia– se desplegará un mundo extraño que la llevará a perderse en la traducción y, al mismo tiempo, a sostenerse con humor entre preguntas sobre la identidad, las palabras, las elecciones y la formas de pertenecer (o no) a los espacios y los países que nos rodean.

Nacida en Francia en 1981 y de padres argentinos, Monica Zwaig viajó a los 26 años a la Argentina, donde vive desde entonces. Es abogada, actriz, dramaturga y traductora. 

La novela La interlengua, de Monica Zwaig, salió por el sello Blatt & Ríos.

2. Las siamesas, de Paula Hernández. Pocos paisajes más desfasados y más elocuentes que los que ofrece la costa atlántica argentina fuera de temporada. En un momento del año en el que no hay mucha gente y hacia una localidad improbable de esas tierras viajan justamente Clota y Stella, las protagonistas de la película Las siamesas, dirigida por la cineasta Paula Hernández y basada en un cuento del escritor Guillermo Saccomanno. Son madre e hija, son dos mujeres que viven juntas, un poco hartas y en fricción.

Desde las primeras escenas, cuando se están preparando para salir, se nota esa tensión y se empiezan a vislumbrar algunos conflictos del pasado: la hija recibe en herencia unos departamentos por parte de su padre, de quien la madre se separó tiempo atrás.

A medida que la historia avanza, sobre todo mediante diálogos punzantes y certeros, se irán descubriendo capas de disputas, de temas no resueltos, de complicidades y también de duelos, mientras se trasladan en un micro un poco fantasmal. Dos protagonistas que parecen estar condenadas a pasar sus días juntas, casi pegoteadas, hasta que logran abrirle paso a lo imprevisto. Una puesta sensible, sobria y con actuaciones notables de Rita Cortese y Valeria Lois. Después de su paso por el Malba, como comentamos hace un tiempo por acá, Las siamesas está disponible ahora en la plataforma Mubi.

La película Las siamesas, de Paula Hernández, está disponible en Mubi.

3. El banquete telemático, de Federico Klemm. Algunos circularon como una curiosidad de la televisión por cable, como un oasis entre infomerciales, escritorios con helechos de fondo, personas embutidas en atuendos para hacer gimnasia. Otros como un recorte: esos que hacían, antes de YouTube y su pasillo infinito, los llamados “programas de archivo”. A finales de los ‘90 y comienzos de los 2000, los programas que el artista plástico y coleccionista de arte Federico Klemm conducía en la señal de cable Canal (á) bajo el título El banquete telemático eran una referencia, un lugar conocido, un espacio distinto y curioso. Un hombre de pelo muy rubio y ojos saltones hablaba a cámara sobre cuadros, pintores o corrientes artísticas con atuendos estridentes, entrevistaba a personajes célebres, hacía gestos que llamaban la atención.

Después de dos años de intenso trabajo de recuperación y digitalización en alianza con el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, la Fundación Federico Klemm presentó por estos días un plataforma digital que permitirá a investigadores, estudiantes e interesados en el arte en general visualizar los 232 capítulos de aquel ciclo conducido por el artista, que murió en 2002. Amante de la ópera y de Buenos Aires, coleccionista, mecenas e impulsor de jóvenes artistas y gran divulgador, Klemm tenía muy claro ese valor didáctico de aquellos programas, además de sostener “una concepción muy clara de la espectacularización del arte”, como señaló a la agencia Télam Fernando Ezpeleta, integrante de la Fundación.

Por el momento, se puede acceder a la plataforma en este enlace, donde ya están disponibles 20 programas emblemáticos y con el tiempo se irán sumando más. Cada capítulo viene acompañado por información sobre las temáticas que aborda, el año de emisión y los participantes, entre otros. También se ofrece el acceso a un trailer para luego solicitar el permiso de visionado por 48 horas a quienes quieran revisar este material recuperado.

La plataforma digital que recupera los programas de El banquete telemático, con la conducción de Federico Klemm, se puede visitar en este enlace.

4. Plan para Buenos Aires, de Gerardo Panero. En París era visto como una persona que trabajaba para construirles casas a los ricos y en el ámbito artístico en el que se movía era tildado frecuentemente de burgués. Hacia finales de la década de 1920, el arquitecto Charles-Édouard Jeanneret- Gris –más conocido como Le Corbusier y décadas después considerado el padre de la arquitectura moderna– se encontraba en una meseta: quería demostrar que no era sólo un hombre dedicado al diseño de viviendas sofisticadas, que lo suyo estaba más relacionado con pensar las ciudades y las formas en las que los seres humanos podían habitarlas.

Cuando, en 1929, recibió de parte de una escritora argentina llamada Victoria Ocampo un ofrecimiento para visitar Buenos Aires y brindar allí una serie de conferencias sobre su trabajo no lo dudó un segundo: le había llegado, desde una ciudad entonces pujante y en constante crecimiento, la oportunidad para demostrar sus teorías, ampliar la influencia de sus ideas y obtener nuevos clientes para llevar adelante proyectos a gran escala. Tanto fue el entusiasmo que no tardó en empezar a delinear un ambicioso plan urbanístico para cambiar para siempre Buenos Aires.

Este curioso episodio histórico es el centro del notable documental Plan para Buenos Aires, del cineasta argentino Gerardo Panero, que luego de circular por festivales con buena repercusión, llegó en estos días al streaming y se puede ver en la plataforma gratuita CineAR Play. Por acá armé algunos apuntes sobre esta película y sobre un visionario que se obsesionó con una ciudad ubicada en medio de dos líneas infinitas –de un lado la pampa, del otro el Río de la Plata– hasta llegar a tramar para ella un proyecto imposible.

Plan para Buenos Aires, de Gerardo Panero, se puede ver en CineAR Play de manera gratuita. Más sobre la película y los días de Le Corbusier en Buenos Aires, en esta nota.

Banda sonora. Muy mezclada la música que escuché por estos días. Por un lado, estuve muy enganchada con lo nuevo de la cantante y compositora inglesa PJ Harvey, I Inside the Old Year Dying. Tanto que elegí tres canciones del disco para nuestra lista compartida. A la vez, la muerte de Jane Birkin me llevó inevitablemente a buscar algunas de las canciones que interpretó con esa cadencia hipnótica y guardé un par en este espacio también (su versión, por ejemplo, de Harvest Moon).

Por último, Cuchi Calderón, colega, entusiasta y lector de este espacio, me sugirió esta semana que escuchara a la cantante platense indie Carmen Sánchez Viamonte porque estaba seguro de que me iba a interesar. No se equivocó: me encantaron algunas de sus canciones, que agregué también a esta banda sonora que no para de crecer. 

Bonus track. Con un día más de programación, invitados internacionales, escritores locales, catorce charlas presenciales, premios y más de 300 sellos presentes, vuelve la Feria de Editores (o “la FED”, como suelen nombrarla los habitués), uno de los encuentros literarios más vibrantes y esperados, con entrada libre y gratuita en el barrio porteño de Chacarita. Los días elegidos para esta edición son jueves 3, viernes 4, sábado 5 y domingo 6 de agosto y el predio que recibirá una vez más a lectores, libreros, bibliotecarios, autores y expositores es el Complejo Art Media (Corrientes 6271, CABA). Hay varias novedades este año, que pueden leer por acá. Como precalentamiento, los organizadores grabaron una serie de conversaciones alrededor de los libros, el trabajo de las editoriales independientes y la lectura que pueden ver en el canal de YouTube de la feria. Parodiando el título Comedians in Cars Getting Coffee, la creación de Jerry Seinfeld, se llama Editorxs Tomando Vermú a Pie. Les dejo el capítulo que protagonizan Florencia González, del sello El Gato y la Caja, y Hernán López Winne, de la FED y de Ediciones Godot.

Posdata. Excursionistas de acá y allá, muchas gracias por los mensajes preciosos que me mandaron sobre la entrega de Mil lianas de la semana pasada. ¡Hasta la próxima!

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