Resistencia antimicrobiana: por qué no hay que automedicarse con antibióticos en invierno

Con la llegada del invierno y el aumento de enfermedades respiratorias, muchas personas recurren a la automedicación con antibióticos sin saber que esto puede ser peligroso.
Corina Nemirovsky, médica infectóloga y docente de la carrera de especialización en la Universidad del Hospital Italiano, advierte sobre los riesgos de esta práctica y la necesidad de usarlos solo con indicación profesional.
El frío, la mayor permanencia en espacios cerrados y la circulación de distintos virus generan el escenario ideal para la propagación de gripes, resfriados y otras infecciones respiratorias. Sin embargo, no todos estos cuadros requieren tratamiento con antibióticos.
“La mayoría de los cuadros que vemos en esta época como congestión, moco, dolor de garganta, tos o incluso fiebre, son de origen viral y no requieren antibióticos. Esto se debe a que estos medicamentos sólo son efectivos frente a cuadros bacterianos, como por ejemplo una infección urinaria, y siempre bajo prescripción médica”, explica la Dra. Nemirovsky.

Un problema silencioso que crece en todo el mundo
El uso indiscriminado de antibióticos no solo puede resultar ineficaz ante infecciones virales, sino que también puede provocar efectos adversos como malestares digestivos o reacciones alérgicas. Pero el principal riesgo es la resistencia antimicrobiana, un problema que preocupa a la salud pública a nivel global.
“Si bien algunas bacterias pueden recuperar su sensibilidad con el tiempo, esto no siempre sucede y puede llevar muchos años. En la mayoría de los casos, una vez que es adquirida esa resistencia ya no se vuelve para atrás, lo cual limita las opciones de tratamiento disponibles”, advierte la especialista.
Cuando las bacterias se vuelven resistentes, los antibióticos dejan de ser efectivos, lo que complica los tratamientos no solo para el paciente, sino también para su entorno. Para evitar esto, es clave que un profesional evalúe cada caso y determine la dosis, el tiempo de tratamiento y las posibles interacciones con otros medicamentos.

¿Qué hacer ante un resfrío o gripe?
- Reconocer los síntomas típicos de cuadros virales.
- No recurrir a antibióticos sin indicación médica.
- Consultar a un profesional si hay fiebre persistente, malestar general o si se pertenece a un grupo de riesgo.
- No compartir ni reutilizar medicamentos.
Cuidar el uso de antibióticos es un acto de responsabilidad individual y colectiva. Lo que parece una solución rápida puede no ser la correcta. Consultar siempre con un médico y usarlos de manera consciente es la mejor forma de garantizar su eficacia cuando realmente se necesitan.
MM con información del Hospital Italiano.
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