Algunos gestos se interpretan como un ataque directo a la masculinidad en Corea del Sur y se convierten en detonantes de enfrentamientos sociales. La mano que simula una pinza con el pulgar y el índice se transformó en un símbolo cargado de polémica, al asociarse con burlas hacia el tamaño de los genitales masculinos.
La tensión que genera este signo gestual llevó a consumidores jóvenes, sobre todo hombres de entre 20 y 30 años, a reaccionar con boicots y protestas masivas contra marcas y campañas que lo incluyen. La polémica, que nació en comunidades digitales con fuerte presencia feminista y que se propagó después en la cultura popular, explica por qué compañías internacionales vigilan cada detalle de sus anuncios. Apple se encontró de lleno con esa realidad al presentar su nuevo dispositivo en Corea del Sur.
Los gestos con la mano se convierten en un foco de choques culturales en Corea del Sur
El estreno del iPhone 17 Air en Cupertino el pasado 9 de septiembre colocó a la compañía en titulares por el diseño más fino que logró en un teléfono. El modelo tiene un grosor de 5,6 milímetros y un peso de 165 gramos, lo que lo convierte en el más ligero de su gama.
Tim Cook lo definió con la frase “un cambio de juego”, pronunciada en la presentación celebrada en el teatro Steve Jobs del Apple Park. La campaña global incluía una imagen en la que el terminal aparecía sostenido con la yema de los dedos para subrayar su delgadez.
Esa fotografía se difundió en páginas de Estados Unidos, Japón, China y varios países europeos como España, pero no en Corea del Sur. Allí, la versión del anuncio eliminó la mano y dejó al teléfono como único protagonista en el centro del cuadro.
Empresas de distintos sectores sufren un aluvión de quejas por el mismo gesto
La medida fue interpretada como una estrategia preventiva para evitar un conflicto en un mercado donde los símbolos visuales se escrutan al detalle. En Corea del Sur, la mano pinza, conocida como jipgeson, se ha transformado en un detonante de boicots. El origen de esta asociación se remonta a 2015, cuando el colectivo feminista radical Megalia lo adoptó en su logotipo.
La imagen mostraba el pulgar y el índice casi juntos y muchos usuarios de foros lo interpretaron como una burla hacia el tamaño del pene. Esa lectura se extendió rápidamente en comunidades digitales y convirtió un simple diseño en un punto de fricción constante entre sectores opuestos.
Nexon, responsable del popular MapleStory, retiró en 2023 un video promocional porque un personaje aparecía con esa posición de los dedos durante apenas un instante. En 2024 volvió a enfrentarse a quejas por una animación parecida y se vio obligado a modificar de nuevo la gráfica. La ola de críticas alcanzó a Naver Webtoon después de que una publicación en Instagram mostrara el gesto en productos derivados de sus series.
Otras compañías de gran tamaño sufrieron consecuencias similares. El gigante siderúrgico Posco lanzó un video de reclutamiento animado en 2023 en el que aparecía el gesto y, tras hacerse viral, retiró la pieza. La cadena de tiendas GS25 vivió en 2021 una avalancha de quejas cuando lo incluyó en un cartel con una salchicha, mientras que Kyochon y Starbucks, a través de su socio Dongsuh Foods, también tuvieron que rectificar tras detectar la misma figura de los dedos en sus anuncios.
Según un analista del sector citado en medios coreanos, “es probable que Apple quisiera evitar desde el principio cualquier posible polémica en Corea”, lo que ilustra el nivel de atención con el que las empresas operan en ese mercado.
Las reacciones descontroladas alcanzan incluso a personas fuera de las campañas
La magnitud del rechazo ha alcanzado tal nivel que incluso personas ajenas a las campañas han terminado en el punto de mira. Durante la polémica con MapleStory, un grupo de usuarios señaló erróneamente a una ilustradora como responsable del gesto, filtró su identidad y difundió comentarios despectivos.
Meses después se aclaró que el autor de la pieza era un hombre de 40 años que trabajaba para una empresa subcontratada. Este tipo de dinámicas explica por qué las compañías tecnológicas, del entretenimiento o de la alimentación actúan con cautela extrema al diseñar sus imágenes públicas en Corea del Sur.
La retirada de la mano en el anuncio del iPhone 17 Air refleja un patrón ya consolidado. En un contexto donde el menor detalle gráfico puede convertirse en motivo de enfrentamiento, los departamentos de comunicación se ven obligados a revisar cada pieza como si fuera una cuestión de supervivencia comercial.