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Advertencias desoídas, un chofer que se negó a subir y salvó su vida: comenzó el juicio por la muerte de los 43 gendarmes en Salta

El micro cayó el 14 de diciembre de 2015 en Rosario de la Frontera, Salta. / TELAM

Alejandro Marinelli

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El cabo primero Osvaldo Cenic se negó a manejar el interno 8017 el 14 de diciembre de 2015. Lo conocía bien, había vuelto hacía muy poco de Santa Fe hacia Santiago del Estero conduciendo el micro y avisó que el neumático derecho de adelante estaba en mal estado. Cuando le avisaron que se tenía que subir de nuevo para ir a Jujuy, preguntó si habían cambiado la goma y le dijeron que no. Por eso no quiso subirse al micro. El cabo primero Omar Manrique tomó su lugar. Esa madrugada de hace casi seis años, Manrique moría junto a otros 42 gendarmes al caer casi 20 metros desde un puente en la ruta nacional 34, cerca de Rosario de la Frontera, en Salta, cuando estalló la rueda por la que Cenic había alertado. Por este caso, un comandante y un suboficial mayor comienzan a ser juzgados hoy en el Tribunal Oral Federal N°2 de esa provincia. 

Eran los primeros días del comienzo del gobierno de Mauricio Macri, el jujeño Gerardo Morales alertaba sobre posibles protestas sociales en su provincia. La entonces flamante Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich decidió el envío de esa fuerza federal a la zona para apuntalar al gobernador aliado. Por eso se le pidió al Destacamento Móvil 5 de Santiago del Estero que enviara tres convoys para reforzar a la policía provincial. En ese contexto fue que a las 2.55, en plena noche, cuando uno de los tres micros pasaba por el puente Balboa, a la altura del kilómetro 956, de la ruta 34, desbarrancó y cayó al vacío.

Después de una larga investigación que, según la querella, no contó con toda la colaboración de la Gendarmería, el comandante Juan Carlos Germán, jefe del Área Logística, y el suboficial mayor Ricardo Ernesto Villasanti, a cargo de la División Motorizada, deberán responder en el juicio que comenzó hoy acusados por los delitos de “homicidio doloso y estrago doloso”. También serán juzgados el comandante mayor Elio Rafael Méndez, el comandante principal Ramón Antonio Maidana, el comandante principal y el comandante Juan Carlos Bordón, Mendez y Maidana  eran jefe y segundo jefe del Destacamento, mientras que Juan Carlos Bordón, era el jefe de personal. Para llegar a esta instancia fueron fundamentales las declaraciones de Cenic y de otro cabo, Hugo de Oliveira, que alertaron sobre el deterioro del neumático y la necesidad de hacer un control en el balanceo del vehículo.

Los dos cabos, que trabajaban en el Área Motorizada, declararon durante la instrucción que  el 8 de diciembre fueron a advertirle a su superior directo, el acusado Villasanti, que los neumáticos delanteros debían ser cambiados. Lo habían hecho luego de un viaje al peaje Fernández, en Santiago, y otro a la ciudad de Santa Fe. Cenic relató que cuando regresó a Santiago del Estero, luego de las muertes, muy impactado por todo lo que sucedió, fue a hablar con Villasanti y le dijo que todo se podría haber evitado si él le hubiera hecho caso a sus pedidos. Según Cenic, Villasanti, que perdió un hijo en el accidente, le negó sus advertencias anteriores y le dijo que no siguiera hablando de lo que sucedió. Fue entonces que Cenic decidió declarar ante la Justicia y no solo ante las autoridades de la fuerza.

También se incorporó el testimonio de Eduardo Ruiz, otro de los cabos que manejaba el micro Mercedes Benz. El relató que en noviembre, durante un viaje entre Rosario y Córdoba “cada vez que el vehículo llegaba a los 90 km por hora comenzaba a vibrar” y que también alertó sobre esa situación.

Las pericias sobre los neumáticos también serán expuestas en el proceso. Según el informe, hasta ese día habían hecho más de 88.000 kilómetros, ya que esas cubiertas se cambiaron cuando el colectivo llegó a los 134.000 kilómetros y en el momento del accidente ya había recorrido más de 222.000. En la descripción se detalla que el neumático que estalló “presentaba un debilitamiento general de su estructura y desgarro del caucho de la banda de rodamiento”. Por otro lado, en la revisión de los dos kilómetros anteriores, los peritos determinaron que no había “baches afilados u otros elementos que pudieran dañar” la cubierta. Por eso los peritos sugirieron que la investigación debía encaminarse hacia determinar el estado del neumático y las causas del estallido. 

“El Destacamento Móvil 5 de Gendarmería de Santiago del Estero es históricamente estratégico en materia de seguridad porque está en la zona en la que se puede ir a distintas provincias. Como sucedió con el operativo norte para el combate al narcotráfico en el NOA y NEA. De allí habitualmente parten las delegaciones hacia Córdoba, Santa Fe y el norte del país. Por estas razones debían tener unidades en perfecto estado. Su accionar contemplaba llamadas urgentes como la de ese 14 de diciembre, cuando a las 7 de la mañana debían llegar a Jujuy”, señaló en el pedido de elevación a juicio el abogado querellante Luis Ruiz.

El abogado Nicolás Vedia, que representa a seis familias de las víctimas, confía en que podrán demostrar frente al tribunal “las falencias que tenían los neumáticos del colectivo”. También sostuvó que durante las audiencias del debate “saldrán a la luz todas las pruebas”.

AM

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