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Neurociencia

¿Las neuronas? No, estas son las células responsables de nuestra memoria emocional

Estas células ayudan a que los recuerdos importantes duren más tiempo.

Laura Cuesta

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Durante mucho tiempo, se pensó que las neuronas eran las únicas responsables de almacenar y estabilizar los recuerdos, especialmente aquellos con una importante carga emocional. Por ejemplo, los que están relacionados con experiencias que nos dieron mucho miedo. Sin embargo, una nueva línea de investigación está cambiando por completo esta visión.

Un estudio reciente del Centro RIKEN para la Ciencia del Cerebro (Japón), publicado en la revista Nature, reveló que otro tipo de células cerebrales, los astrocitos, desempeñan un papel decisivo en la persistencia de los recuerdos emocionales en nuestra mente. Tradicionalmente, estas células que rodean a las neuronas se consideraban simples “auxiliares” que ayudaban al cebrero, pero el trabajo dirigido por el neurocientífico Jun Nagai demuestra que su función va mucho más allá.

Metodología: una investigación con ratones

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron la actividad de los astrocitos en ratones utilizando una técnica clásica de condicionamiento del miedo. Después de recibir una descarga eléctrica, los aniamles aprendían a asociar una jaula con algo desagradable. Más adelante, cuando volvían a la misma jaula sin recibir la descarga, mostraban señales de miedo, como quedarse inmóviles, lo que indicaba que recordaban la experiencia anterior.

Las neuronas producen una proteína llamada Fos al activarse, y las experiencias también pueden desencadenar la producción de Fos en algunos astrocitos. Sabiendo esto, los investigadores diseñaron un sistema que les permitía ver en qué momento se activaba esta proteína en los astrocitos, diferenciándolos de las neuronas.

Los resultados fueron sorprendentes. Durante el aprendizaje inicial, cuando los ratones experimentaban el choque, casi no se activaban astrocitos. Sin embargo, durante el recuerdo, cuando estos animales volvían a la jaula, se observó una fuerte activación de los astrocitos marcados, especialmente en regiones asociadas con la emoción y la memoria, como la amígdala. Esto sugiere que estas células son especialmente relevantes en la recuperación de recuerdos ya consolidados.

Aplicaciones a futuro

El equipo sostiene que este descubrimiento podría ser clave en la investigación de trastornos relacionados con los recuerdos, como el estrés postraumático. “Estos hallazgos podrían conducir a nuevos enfoques terapéuticos dirigidos al interruptor de memoria astrocítico, dando lugar a terapias que amortigüen suavemente los recuerdos traumáticos y preserven otros”, señaló Nagai.

El investigador también sostuvo que estos resultados podrían inspirar el desarrollo de nuevos modelos de inteligencia artificial más parecidos al funcionamiento de la memoria humana. “Los sistemas de IA actuales consumen muchos datos y mucha energía. Al aprender de los astrocitos, que seleccionan recuerdos eficientemente en función de la relevancia emocional y la recurrencia, podríamos diseñar sistemas de IA más eficientes energéticamente y sensibles al contexto que recuerden lo justo”, explicó.

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