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Boom de las criptomonedas: de las cuevas en la City a la visita mimada del fundador de la segunda más cotizada, de las ganancias exorbitantes a la evasión y el lavado descontrolados

El ministro de Economía, Martín Guzmán, con el creador de ethereum, Vitalik Buterin (cuarto desde la izquierda).

Alejandro Rebossio

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A una cuadra y media del Obelisco, un pequeño profesional que exporta sus servicios entra a uno de esos edificios de oficinas del Microcentro porteño en los que las puertas permanecen siempre abiertas y en los que el portero en un mostrador se limita a preguntar “¿a qué piso vas?”. En planta baja, una pizzería barata. Arriba, ventanas sin balcones, con antiguos equipos cuadrados de aire acondicionado y algunos carteles de “se vende”, típicos del centro vaciado por la pandemia. Bajando del ascensor, una puerta con vidrio esmerilado y un cartel: “Consultora. Horario de 10 a 17”. Es una cueva donde comprar en negro criptomonedas.

Un empleado de acento caribeño abre la puerta del monoambiente e invita a sentarse en un escritorio con sillas a cada lado, una mampara y una computadora. Atrás, pegada a la ventana, sólo una compañera de trabajo.

-¿Cuánto vas a comprar? -pregunta el empleado.

-200 dólares de tether -se refiere el cliente a esa stable coin (criptomoneda estable, porque está respalda por el dólar) y con la que después invierte en otras más volátiles como bitcoin, solana, dogecoin, binance coin, cardano o ethereum, la que creó el joven programador ruso Vitalik Buterin, que pasó casi todo diciembre en Buenos Aires y se reunió con Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Guzmán y Juan Grabois.

-¿Quieres que te llegue a 200 o descontamos el 2%? -pregunta el empleado por la comisión que se cobra.

El inversor aficionado pero fanático de las criptomonedas, como muchos de los que arriesgan en estos activos, le da sólo dos billetes de 100 dólares. El empleado los mira para chequear que no sean falsos. 

-¿Te los pongo en la misma dirección que la vez pasada? -pregunta el caribeño y le gira la pantalla de la computadora para que chequee el “address number” de su billetera de criptomonedas Binance.

-Sí.

-¿La quieres validar?

-Yo ahora me registro desde acá -responde el cliente, agarra su celular y abre la app de su billetera. El empleado también manipula su teléfono. Suena un clic en el celu del comprador, es el SMS que le manda Binance al ingresar el criptoactivo- Entrá ya.

-Un segundito -teclea el vendedor y suena un clic en su aparato- Ahí te el envío el soporte -se refiere a la captura de pantalla de la transacción. 

El cliente mira su celu para controlar cuándo se le acreditan sus tether. 

-196. Sí, ahora está.

-Listo ya está. 

 Al salir, el cliente comenta a un amigo: “Te pueden cagar, hay que trabajar con gente verificada”.

Cada vez más personas invierten en todo el mundo en criptomonedas. En Estados Unidos, el 16% de la población adulta asegura haber invertido en estos activos, según el Pew Research Center. En el índice global de adopción de criptos que elabora la firma Chainalysis a partir del volumen operado y la cantidad de inversores, Vietnam, India y Pakistán lideran, seguidos por Ucrania, Kenia, Nigeria, Venezuela, Estados Unidos y en el noveno puesto empatan Togo, Colombia y la Argentina. En Argentina se calcula que hay un millón de usuarios, que prefieren las criptos en lugar de un peso devaluado, entre las restricciones a la compra de divisas y en una economía con alto grado de informalidad. Varios de estos factores también pesan en esos otros países en vías de desarrollo que lideran el ranking, mientras que las elevadas ganancias, el fanatismo por la tecnología blockchain (encriptada y segura) o la posibilidad de la evasión tributaria y el lavado de dinero atraen inversores de todo el mundo. Cada cual tiene sus razones. 

Está claro que en 2021 las criptomonedas ofrecieron jugosas rentabilidades en dólares: entre las diez que más cotizan, según coinmarketcap.com, bitcoin, la número uno, se apreció 60,1%; ethereum, la número dos, 410%; binance coin, 1.262%; tether se mantuvo estable al caer sólo 0,1%; solana se valoró 9.263%; cardano, 655%; USD Coin, otra stable coin, se sostuvo subiendo apenas el 0,03%; XRP creció 249%; terra, 13.499% y polkadot, 225%. Todo parece maravilloso en términos de ganancias, pero hay riesgos, como advierte el economista y profesor de la Universidad de La Plata Juan Valerdi: “Las criptomonedas en general tienen una volatilidad muy alta, no tienen ningún tipo de respaldo, ni económico ni de poder. También están asociadas a burbujas que tienen que ver con el mundo financiero. Todas esas burbujas, si alguien se mete sin saber cómo funcionan, tiene un altísimo riesgo de perder todo. Y si se mete sabiendo, también”.

La fuerte inversión de argentinos en criptomonedas despertó el interés de Buterin, creador de ethereum, para venir a pasar unos días por Buenos Aires. Nómade digital, este ruso de 27 años vino por una semana y se quedó casi un mes. Invitado por Santiago Siri, un programador que promueve la creación de una renta básica universal en ethereum, Buterin comentó a sus interlocutores criollos como el diputado radical Martín Tetaz que le impacta que, “por la inflación”, la Argentina es uno de los diez países del mundo con más cuentas de monedas virtuales por habitante y uno de los que más desarrolló el ecosistema digital cripto. Aquí, con energía subsidiada mediante, hay cada vez más mineros de ethereum aficionados en sus casas. La criptominería es un proceso que permite ganar dinero a partir de validar en computadoras propias las transacciones que otros hacen con criptomonedas. Existen desde grandes plantas de minado en Tierra del Fuego hasta particulares que en sus departamentos en Buenos Aires o Resistencia ponen una PC y placas de videojuego. 

Buterin y Siri fueron a visitar a Guzmán al Ministerio de Economía. “Enriquecedora reunión con Buterin, quien con su talento y dedicación está contribuyendo a mover el estado de la tecnología global -escribió en Instagram el ministro-. Las tecnologías descentralizadas nos presentan oportunidades de cooperar y de coordinar acciones que permitan nuevas soluciones a los problemas de las sociedades modernas. Es nuestra responsabilidad desde los gobiernos generar una sinergia entre la innovación y las reglas de juego de modo que los desarrollos tecnológicos mejoren el bienestar social”, finalizó Guzmán, que estuvo acompañado por el secretario de Ingresos Públicos, Roberto Arias. En sus huestes agregaron que al ministro le parece “esencial que una economia se desarrolle de la mano de la innovación”, pero aclararon que no comentaron nada sobre cómo las criptmonedas se usan también para la evasión y el lavado. “Sí se habló en términos generales sobre cómo ayudar a que ethereum tenga beneficios para toda la sociedad y no cree problemas. Es necesario el diálogo entre los gobiernos y los emprendedores, pero es un diálogo global porque es muy limitado lo que pueda hacer un país por su cuenta, sobre todo un país pequeño como el nuestro”, aclararon en Economía.

Siri también llevó a Buterin a conocer a un amigo en común que tiene con el papa Francisco y que también aboga por la renta básica universal, Juan Grabois. “Me pareció un ser excepcional, sin maldad, con la inocencia de un niño”, sorprendió el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) tras el encuentro en la Villa 31. “La contracara de los Galperin. Sin esa avaricia y crueldad que se le escapa por los poros a los famosos unicornios. Más interesado en el conocimiento en todas sus dimensiones que en la acumulación de capital, totalmente consciente de la vacuidad del dinero y de la caducidad de las actuales relaciones de eso que llaman propiedad. También lo vi firme en la convicción de que los incentivos morales son superiores a los materiales para las grandes creaciones y acciones humanas colectivas, en su confianza en lo comunitario por encima de lo individual, sea en el ecosistema digital como en cualquier otro. En efecto, corrigió a su traductor para indicar que cualquier aporte individual es valioso en un ecosistema comunitario cualquiera. Intuyo que está buscando algo para darle un sentido más profundo a su capacidad excepcional en informática”, sorprendió Grabois por su entusiasmo, pero después aclaró: “El mundo cripto tiene el gran riesgo de caer en el ‘lado oscuro’, usando la imagen de ‘La Guerra de las Galaxias’. Es la soberbia de la desregulación absoluta. Vitalik lo tiene clarísimo y reflexiona sobre ello. Es tan filósofo como informático. Ojalá él y quienes están con él puedan evitarlo, poniendo las nuevas tecnologías al servicio de los pueblos”.

Es que así como las criptomonedas aportan una tecnología segura al mundo también es la bandera de los libertarios para escapar de los controles tributarios, bancarios, monetarios y antilavado que ejerce su enemigo, el Estado. Pedro Biscay, abogado especialista en lavado, ex director del Banco Central y que en la actualidad estudia en Estados Unidos el fenómeno cripto, analiza: “Las criptomonedas son contratos basados en cadenas de bloque (blockchain). Tiene usos positivos y otros negativos”. En cuanto a estos últimos advierte sobre los modos de evasión: “Tenés que combinar tres pasos: 1. canjear cash flow (flujo de caja) ilícito contra cripto; 2. asegurar volatilidad cripto comprando una stable coin, que te asegura el precio dólar; 3. si querés la liquidez, convertís la stable contra dólar en una financiera. Así funciona la operación típica. Luego el negocio está en armar mesas de dinero basadas en captar inversores en minería de datos. Le ofrecés rentabilidad por el cierre de cadenas de bloque a quienes pongan guita en bitcoin o ethereum. La rentabilidad es una fracción de la moneda emitida con el cierre de cadenas. Quien toma la guita usa el dinero para fondear la importación de máquinas desde el exterior, suelen entrar de contrabando o con precio sobrefacturado para facilitar la salida de dólares del país”.

La contadora y profesora de la Universidad de Buenos Aires Magdalena Rua advierte que las cripto “son una nueva modalidad de guarida fiscal”. “La ausencia de regulación de los criptoactivos tanto a nivel nacional como internacional y, por tanto, la falta de control y monitoreo y la trazabilidad limitada de estas operaciones las vuelve vulnerables a la criminalidad y al lavado de dinero. Por la falta de regulación internacional en materia impositiva sobre estos activos y sus ganancias, las criptomonedas constituyen una herramienta que permite canalizar fondos asociados a la evasión y elusión fiscal. Si bien la regulación doméstica establece que deben ser declarados, tanto sus ganancias como su tenencia, ya sea en el país o en el exterior por parte de residentes, y en el país por parte de no residentes, la dificultad de la autoridad tributaria para acceder a la información y controlar las declaraciones juradas impositivas va en contra de la norma, teniendo en cuenta la escasa transparencia y que no se encuentran depositados en entidades reguladas”, concluye Rua.

Los métodos de evasión y lavado son usados por grandes inversores, pero también por los pequeños. Por ejemplo, para saltar el cepo cambiario y cobra al dólar paralelo, y sin pagar impuestos, algunos profesionales que exportan servicios cobran a través de la plataforma Payoneer, que les proveen de cuentas bancarias en casi cualquier país del mundo, allá donde sus clientes les paguen. Desde allí giran la plata a otras naciones que permiten abrir online y sin requisitos cuentas en fintech (financieras tecnológicas), como Lituania. Allí opera, por ejemplo, la financiera israelí Simplex, que ofrece criptomonedas. De esa cuenta cripto se puede enviar el dinero a una cueva porteña para hacerse de dólares en efectivo. Así se completa el círculo. 

AR

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