La Central Nuclear Atucha II vuelve a operar luego de 10 meses de inactividad

La Central Nuclear Atucha II volvió a funcionar con éxito luego de varios meses de reparación por un desperfecto descubierto en octubre pasado. La solución brindada por Nucleoeléctrica Argentina permitió arreglar la central sin desarmar el reactor, de modo que se redujeron los plazos entre cuatro y diez meses.

“Felicito a todos los trabajadores y a los proveedores por haber hecho posible esta reparación que significa para nuestro país un ahorro importantísimo en energía no suministrada dado que la alternativa a esta reparación era tener parada la central por lo menos 4 años”, expresó Flavia Royon, secretaria de Energía de la Nación.

“Esto fue posible gracias al expertise y al ingenio de nuestros profesionales y de las pymes y al conocimiento de los profesionales del sector nuclear”, agregó la funcionaria del gobierno de Alberto Fernández.

En la misma línea, el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez, celebró la finalización de la obra. “La concreción de este desafío no solamente marca un nuevo hito para la industria nuclear argentina, sino que también confirma las capacidades científico-tecnológicas del país para llevar adelante proyectos complejos de ingeniería”, aseguró.

Cómo fue el proceso de reparación de la Central Atucha II

En octubre de 2022, durante una inspección de rutina, se detectó que uno de los cuatro separadores internos del reactor se había desprendido y desplazado de su lugar. Para abordar el problema, se creó un equipo interdisciplinario con personal de la empresa y se realizó un diagnóstico de la situación a partir de estudios mecánicos, hidráulicos y análisis documental.

Sobre la base de este estudio, se decidió extraer el separador e iniciar un trabajo con herramientas robóticas y tecnológicas para optimizar los tiempos de reparación. En este marco, además, se reforzó preventivamente la soldadura de los tres separadores que continuaban montados para evitar futuros desperfectos.

La reparación del separador dañado ─que se encontraba a 14 metros de profundidad─ requirió del diseño de herramientas de corte, sujeción, pinzas de agarre, iluminación y visión y una canasta para colocar y extraer la pieza. Para la construcción de todos estos instrumentos, se trabajó con proveedores nacionales de modo que la obra favoreció el desarrollo de la industria nacional.

La segmentación del separador fue la primera etapa del arreglo y demoró alrededor de dos semanas. Una vez finalizado el corte, se retiró la pieza del reactor mediante la canasta y se soldaron los separadores restantes, un proceso que llevó seis días de trabajo.

ACM con información de agencias.