El dólar se resiste a la retórica del Gobierno que no logra trazar un plan
“La Argentina no es solamente un lugar donde los turistas compran dólares para viajar y hacen subir el dólar blue, ni tampoco el lugar donde algunos especuladores hacen subir el dólar y a todos nos intranquiliza”, dijo ayer el presidente Alberto Fernández. Pocos días antes, la ministra de Economía, Silvina Batakis, había señalado que el dólar blue es un mercado pequeño que no funciona como una referencia en los precios y la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, incluso se preguntó si tiene sentido que los medios de comunicación le den un lugar destacado a su cotización. Mientras tanto, la divisa siguió escalando; quebró este martes la barrera de los $300 y también subieron los dólares financieros.
“La retórica, en este caso, no sirve para nada y tampoco son mensajes que en sí mismos ayuden a tranquilizar, sino todo lo contrario. El Gobierno busca culpables en la escalada del dólar del mismo modo que busca culpables para la inflación: el campo, los supermercados, las grandes empresas”, dice a elDiarioAR la economista María Castiglioni, de C&T.
Según considera, más allá del mensaje inicial de Batakis a los mercados en el que prometió caminar hacia el “equilibrio” de las cuentas, no hay un plan para resolver el problema de financiamiento que tiene el Estado, gatillado por un déficit fiscal que creció 15% en términos reales en los primeros cinco meses del año. “Y no solo por las importaciones de energía”, aclara. “Lo único concreto que dijo Batakis es que se va a sentar sobre la caja, pero eso es corto plazo. Mientras tanto se prorroga la moratoria previsional y se sigue hablando del proyecto de Salario Básico Universal que va en contra del mensaje”, suma.
Para Diego Martínez Burzaco, de Inviu, la nueva suba del dólar registrada este martes responde a varios factores. “Esta sensación de contunuidad de que el Banco Central todos los días está perdiendo reservas, que la demanda de dólares es cada vez más grande --por importaciones, por turismo, etcétera-- agrava la situación. También los importadores que no consguien dólares en el mercado oficial van al financiero y suman presión, del mismo modo que las nuevas restricciones al dólar turismo agravan la demanda”, enumera.
El analista no descarta que el Gobierno imponga nuevas medidas para tratar de intervenir en las cotizaciones paralelas, por ejemplo un aumento del parking (el tiempo obligatorio de espera entre la compra y la venta del título) en la operatoria de MEP y CCL. “Pero hay que tener en cuenta que a mayor restricción, mayor precio”. El problema de fondo, considera, es la falta de un rumbo económico claro y liderazgos capaces de apuntalarlo.
Para Guido Lorenzo, director de LCG, el Gobierno podría poner controles en casas de cambio informales: algo poco efectivo pero que ya se vio en otros momentos de fuerte tensión cambiaria. En el caso de los dólares financieros, también menciona la posibilidad de modificar el parking o limitar operaciones, sin que eso resuelva la cuestión de fondo.
“El precio de los paralelos refleja la falta de preferencia por el peso y la incertidumbre que existe con una brecha de más del 100%”, dice. “Tal vez el precio del blue no es al que debería estar, pero sí muestra la falta de voluntad de tener moneda doméstica y causa problemas porque le pone un número al horizonte al que podría llegar el oficial y le da una referencia al que tiene que adquirir mercadería o quiere dólares para atesorar”.
DT
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