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Ford apuesta a su planta en Pacheco para abastecer a Sudamérica sin confirmar los US$580 millones de inversión

Trabajadores de Ford en el estado de San Pablo protestan por el cierre de tres plantas en ese país

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El nuevo modelo de negocios de Ford Motor en Sudamérica tiene como pieza clave a la planta de la Argentina, pero la empresa prefiere no confirmar oficialmente si mantendrá la promesa de inversión de US$580 millones que le hizo en diciembre al presidente Alberto Fernández.

“Nuestro nuevo modelo de negocios incluye, sin dudas, una producción continuada en (la planta ubicada en General) Pacheco,” dijo T.R. Reid, el vocero global de la empresa, a elDiarioAr. “Por razones de competitividad no podemos proveer ciertos detalles, pero es razonable que continuemos fabricando desde allí para proveer a nuestros clientes de la región productos de alta calidad y alto valor que al mismo tiempo generen retornos sostenidos para Ford.”

Reid prefirió no comentar sobre si los costos laborales o los de despidos de ambos países fueron determinantes en la decisión de cerrar las tres fábricas que la empresa tiene en Brasil, anunciada el lunes por la casa matriz en Michigan. Sobre las acusaciones que lanzó hoy martes el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de que la empresa se va de su país porque su Gobierno se negó a continuar subsidiándola, Reid fue terminante: “Las decisiones que tomó Ford Brasil y las circunstancias que la rodean hablan por sí solas. No hay más nada para decir.”

Ford sorprendió a Sudamérica al anunciar que despedirá a 5.000 trabajadores en Brasil y Argentina en una restructuración regional de sus operaciones. La mayoría de los despidos ocurrirán en Brasil, donde la empresa dejará de producir vehículos y mantendrá apenas la sede administrativa regional y la pista de pruebas, según dijo ayer Reid desde la ciudad de Detroit.

El fabricante de automóviles de Michigan, que cerró el 2020 en el quinto puesto mundial de ventas, con una participación de mercado del 7% en ventas de vehículos comerciales ligeros, detrás de General Motors (17%), Volkswagen (16%), Fiat (16%) y Hyundai (8%), quiere obtener una ganancia antes de impuestos del 8%, y es por ello que desde hace tres años está embarcado en una restructuración global buscando recortar gastos por US$11.000 millones.

Gasto de salida

Con ese objetivo, la empresa decidió afrontar un gasto excepcional de aproximadamente US$4.100 millones para cerrar sus operaciones en Brasil. De esa, cifra aproximadamente US$1.600 millones estarán relacionados con el impacto contable atribuido a la cancelación de créditos fiscales, la depreciación acelerada y la amortización de activos fijos. El monto restante, de US$2.500 millones, está relacionado principalmente con compensaciones e indemnizaciones.

La decisión generó protestas en Brasil y el enojo der Bolsonaro, quien acusó a Ford de irse del país pese a los casi US$4.000 mil millones que recibió del Estado brasilero desde 1999 en incentivos fiscales, una cifra que hasta hoy era secreta. Bolsonaro, quien utiliza vehículos Fusion Titanium AWD 2.0. para movilizarse como toda la comitiva presidencial luego de que compraran 30 de esas camionetas en 2019 por US$1.5 millones, se sintió traicionado por la empresa, luego de que los medios aseguraran el martes que la “falta de clima de negocios” y el “costo Brasil” están por detrás de la jugada de la inventora de la línea de producción.

“A Ford le faltó decir la verdad,” dijo Bolsonaro hablando ante sus simpatizantes en la puerta del Palacio de la Alvorada. “Ellos querían seguir recibiendo subsidios de 20.000 millones de reales como hicieron los últimos años con el dinero de impuestos, impuestos de ustedes, para seguir fabricando autos”, dijo el presidente que no tiene partido político.

Los incentivos fiscales no tienen absolutamente nada que ver con la decisión de Ford, aseguró una persona con conocimiento directo de la situación que pidió no ser nombrada. De hecho, Ford aún podía contar un par de años más con esos subsidios, pero prefiere devolver US$ 1.600 millones por la cancelación anticipada de las inversiones antes que seguir perdiendo plata en Brasil donde ya cedió muchos millones, dijo esta voz anónima. Según esta persona, la decisión está ligada a los bajos volúmenes de venta que viene experimentando la compañía en la región en los últimos años, tendencia agravada por la pandemia.

La fuente también evitó precisar el número exacto de los “pocos despidos en Argentina” anunciados ayer por el vocero Reid y si la cifra prometida para inversión en la Argentina se mantendrá inalterada.

Un vocero del Ministerio de Desarrollo Productivo dijo que que aún no recibió un informe sobre el impacto para la Argentina de la medida tomada por Ford. El vocero de SMATA, el sindicato que negocia con Ford Argentina, se unió al silencio cauto sobre la decisión de la empresa en Brasil. Sin embargo, confirmó que los ejecutivos locales de la empresa le aseguran que no habrá despidos y que el monto de la inversión prometida se mantendrá como fue anunciado .

El 1 de diciembre pasado, el presidente de Ford Argentina, Martín Galdeano, junto a Lyle Watters, líder de Ford Sudamérica, anunciaron ante el presidente Alberto Fernández una inversión por US$580 millones en la planta de General Pacheco, donde se producirá la nueva pick up Ranger a partir de 2023 para abastecer a los mercados de Latinoamérica. Semanas antes, la compañía confirmó que producirá el utilitario Transit en Uruguay, a partir de 2021, para abastecer a los mercados de la región, lo que demandará una inversión de US$50 millones junto a la compañía local Nordex, que también ensambla vehículos para otras marcas en el vecino país.

“Lo que revela esta decisión tomada por Ford es el tamaño de subsidios que le dio Brasil a las automotrices desde comienzos de este siglo para atraer esas inversiones, una cifra que hasta ahora era imaginable pero desconocida,” dijo Horacio Cepeda, exsecretario de Planeamiento Estratégico del Ministerio de Industria entre 2012 y 2015. “Si Ford ahora tiene que devolver US$1.600 millones de unos US$4.000 millones que les dieron, como acaban de reconocer, quiere decir que la política Argentina ha sido entre comillas muy eficiente porque mantiene la industria casi sin haber puesto plata en incentivos fiscales cuando se la compara con la cantidad de plata que puso Brasil”.

PG

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